A diario es todo un reto buscar opciones para cenar que no supongan mucho lío, que sean sencillas, económicas, digestivas y además, estén ricas. Y si además quieres adelgazar y sentirte menos hinchada, puede que incluso te parezca tan complicado que desistas de intentarlo. Te echamos un cable para que puedas lograr tu objetivo. ¿Cómo? Pues para empezar desterrando mitos en torno a la cena y, para continuar, ofreciéndote recetas muy fáciles de preparar para que puedas adaptarlas a tus necesidades.

Lo primero que tienes que tener claro es que hay que cenar, y no vale con una manzana o un yogur. La última comida del día es importante para terminar de darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita diariamente. Además, prepararás al cuerpo para el ayuno de la noche: piensa que al menos estarás 8 horas sin comer y que incluso cuando duermes necesitas energía para las distintas funciones vitales.

El mito de evitar los carbohidratos en la cena

Al pensar en recetas de cenas ligeras, muchas personas tienden a suprimir los carbohidratos. Partiendo de la base de que la dieta debe ser completa, variada y equilibrada, no debería prohibirse ningún alimento, sino más bien consumirlo ocasionalmente en el caso de los más peliagudos como dulces y similares.

Los carbohidratos son necesarios y deberían ser la principal fuente de energía de la alimentación. No se trata de que te tomes una fabada o una plato de arroz enorme para cenar, pero hay opciones como las tortillas de trigo rellenas de vegetales y atún que resultan saciantes, aportan muchas vitaminas y son ideales para cenas informales como las de los fines de semana. Todo dependerá también de lo que hayas comido. Recuerda que el secreto está en el equilibrio.

Verduras sí, pero no todas

Si a los carbohidratos les persigue el mito de que son "malos", con las verduras pasa lo mismo pero justo al contrario. Y sí, es cierto que cenar verduras es saludable ya que la mayoría son saciantes y cuentan con pocas calorías, pero algunas favorecen la aparición de gases, como es el caso de la coliflor y el repollo, así que consúmelas pero mejor a la hora de la comida. Por otro lado, las verduras crudas también pueden resultar algo indigestas, así que cuécelas o pásalas por la plancha.

Así te sentirás menos hinchada

Evidentemente cada persona es un mundo y lo primero que tienes que hacer es escuchar a tu cuerpo. Quizá hay algo que es tendencia en redes (ojo con esto) y tú notas que no te sienta bien. Pues ya sabes, descártalo de inmediato y busca cenas a tu medida. Ante cualquier duda consulta con tu nutricionista o médico, que son los indicados para orientarte en estos temas.

La forma de preparar los alimentos va a ser determinante en la cena. Además de lo que te comentábamos sobre las verduras crudas, evita los fritos y todo aquello que aporte un extra de grasa. La cocción al vapor, a la plancha o al horno, en principio son las más recomendables; eso sí, no te pases con el aceite y los condimentos. ¿Dudas entre carne y pescado? Si bien el pescado suele resultar más ligero y digestivo, también puedes tomar carne, preferiblemente blancas y magras como el pollo, el pavo o el conejo. 

Y por último reduce la sal, ya que favorece la retención de líquidos. Puedes sustituirla por especias, siempre y cuando no sean picantes. Ah, y para beber, agua. Olvídate de refrescos, alcohol, agua con gas y demás. Sí puedes tomar una infusión para prevenir la pesadez, por ejemplo manzanilla, tila, hierbaluisa o anís.

Aquí tienes varias ideas avaladas por nutricionista

La nutricionista Sonia Sáez nos da varias ideas muy variadas de cenas para adelgazar. Recuerda favorecer la ingesta de proteínas y verduras, así como no desterrar los carbohidratos. Si quieres más recetas saludables, la encontrarás en @sonias.nutri. Judías verdes con cítricos, salmón con salsa de mango y una tortilla de patatas muy ligera son algunas de las que encontrarás a continuación. ¡Anímate a prepararlas!