Que el salmón es uno de nuestros pescados favoritos no es ninguna novedad, y es que está repleto de vitaminas, minerales y ácidos grasos Omega 3, es decir grasas beneficiosas para nuestro cuerpo. Normalmente lo hacemos al horno por comodidad, ¿pero y si te decimos que a la plancha te quedará exquisito?
El salmón es tan versátil que puedes acompañarlo con multitud de guarniciones diferentes para no aburrirte nunca. Patatas, aliños, verduras cocidas o salteadas, ensaladas, arroz cocido…
100 g de salmón a la plancha aportan 200 kcal, contando las del aceite que hayas utilizado para cocinarlo. Si lo haces sin aceite, aportará alrededor de 116 kcal.
Cómo cocinar el salmón a la plancha
En una sartén bien caliente con unas gotas de aceite de oliva, 3 minutos por cada lado serán suficientes para cocinar el salmón y que te quede tostado por fuera pero jugoso por dentro. Si te gusta más hecho, déjalo cocinar 1 minuto más por cada lado.
Para saber si el salmón está totalmente cocinado debes fijarte en el color. Si el color es de una tonalidad intensa (como la que tiene cuando está crudo) querrá decir que necesita más cocción. En cambio, si su color es rosado claro, está listo para consumirse.
Si no te gusta que toda la casa huela a salmón, haz esto
Para empezar tendrás que cocinar el salmón en una sartén tapada, de manera que los vapores se concentren dentro de la sartén. Un buen truco es poner al lado una olla con agua y cáscaras de limón y llevarla a ebullición. El aroma cítrico neutralizará los olores del pescado.