Cuando buscamos recetas saludables solemos escoger aquellas con bajos niveles de azúcar o grasas. Sin embargo, hay alimentos como el aguacate o el salmón ahumado que contienen grasas saludables que protegen el corazón y contribuyen a metabolizar mejor los alimentos. Además, el salmón ahumado es fuente de potasio, fósforo y selenio y de vitaminas B6, B12, niacina y vitamina D.
Si lo comparamos con el salmón fresco, el ahumado presenta un contenido algo mayor de proteínas y menor de grasas. Su proceso de elaboración conlleva un elevado aporte de sal, con lo que las personas que siguen dietas con control de sodio deben consumirlo con moderación. Por otro lado, el salmón ahumado es uno de los ingredientes más efectivos cuando quieres darle un toque sofisticado a cualquier plato, ya sean canapés, pasta, quiches o ensaladas, como verás ahora.
con qué puedo combinar el salmón ahumado
El salmón ahumado está riquísimo con pasta y con patata cocida. El huevo también hace buenas migas con él, sobre todo si es cocido y picado, por ejemplo en tostas y canapés. Aunque no sea tu primera opción, tienes que saber que con judías verdes y espárragos está delicioso (más abajo tienes dos recetas que lo demuestran), además de ofrecer un bonito contraste. El mismo contraste que ofrece con el aguacate, ya sea en rodajas, triturado o en forma de guacamole.
Otra de sus parejas de lujo es el queso crema. Y por supuesto, combina de fábula con endivias, lechuga, canónigos, rúcula, cebollas y alcaparras. En casa solemos servirlo sobre pan tostado con un picadillo de cebolla, huevo cocido, alcaparras y un chorrito de limón.
El truco para que el salmón ahumado esté de 10
Por lo general, el salmón ahumado se presenta loncheado y envasado al vacío, pero también puedes encontrarlo en taquitos. Es un producto que siempre debe conservarse refrigerado, con lo que para que recupere su sabor y buena parte de su humedad, se recomienda sacarlo de la nevera media hora antes de consumirlo.
Algunas ideas para emplatar las ensaladas con salmón ahumado
Las ensaladas con salmón ahumado lucen mucho, pero si las emplatas con gracia ganarán todavía más. Por ejemplo, procura cortar el salmón en tiritas o taquitos para que quede más fino y dales forma de timbal ayudándote con un aro de repostería. Puedes disponer tu ensalada tal cual en un plato o presentarla en forma de barquita aprovechando la forma de las endivias o del aguacate.