Puede que a veces pienses que comer bien implica estar todo el día en la cocina. ¡Para nada! Es más, el ahorro de tiempo es una de las razones del éxito de los platos precocinados. ¿Y si te digo que he encontrado varias opciones de comidas rápidas que además de ser equilibradas, son recetas fáciles y baratas, están buenísimas y se preparan en menos de media hora? 

Para terminar de convencerte, puedes echar un vistazo a la variada selección que hemos preparado donde encontrarás recetas saludables para todos los gustos. Pero antes, quiero darte algunos trucos que te ayudarán a ahorrar tiempo a la hora de cocinar tus menús.

Te cuento cómo AHORRAR TIEMPO (Y ESFUERZO) AL COCINAR

Cuatro trucos, simples y sencillos, para ahorrar tiempo en la cocina, que te vendrán muy bien especialmente si no eres muy manitas y quieres elaborar comidas saludables, rápidas y fáciles.

  • Busca atajos. ¿Cómo? Utilizando procesados saludables como las verduras listas para cocinar, las legumbres y los cereales cocidos, los pescados en conserva y los lácteos frescos y sin edulcorar. Así ganarás tiempo, pero sin atiborrarte de azúcares añadidos, sal, grasas o aditivos. 
  • Cocciones sencillas. La plancha, la parrilla, el vapor o el microondas no solo ayudas a ganar tiempo, sino que, además, permiten conservar mejor los nutrientes y ¡tienen mucho más sabor!
  • Practica el "multitasking". La multitarea está a la orden del día, así que simultanea procesos para ahorrar tiempo. Puedes hacer un salteado mientras se cuece la pasta o limpiar el resto de ingredientes mientas preparas un huevo cocido.
  • Cocina y congela. Cuando cocines, haz de más y elabora tus propios procesados saludables (como preparar conservas o congelar). No solo evitarás desperdiciar comida mientras que aprendes a reciclar las sobras para elaborar otros platos, sino que también ahorrarás tiempo cuando quieras improvisar un plato sano en un abrir y cerrar de nevera.

Y ahora, ¿cuál es la clave para PREPARAR una COMIDA que sea RÁPIDA Y SANA?

La clave principal de las recetas saludables es que sean equilibradas. Es decir, que tenga la proporción adecuada de todos los nutrientes esenciales. Y para calcularlo, no hace falta liarse contado calorías o cantidades exactas. Con el método del plato de la Universidad de Harvard (EE. UU.) –que es el que utilizamos en el menú semanal saludable más fácil de seguir–, preparar una comida sana no tiene ninguna dificultad.

  • Verduras y hortalizas. Llena la mitad del plato con verduras y hortalizas, y procurando que algunas sean crudas. También vale un tazón de crema o sopa de verduras.
  • Proteínas ligeras. Llena un cuarto del plato con pollo, pavo, pescado, huevos, legumbres o tofu. Limita la carne roja, y evita las procesadas como los embutidos. La ración es lo que equivaldría a la palma de la mano, o al puño cerrado.
  • Carbohidratos. Por último, llena el cuarto de plato restante con trigo, quinoa, avena o arroz (mejor si son integrales que sacian más y tienen más nutrientes). Esto equivaldría a un par de rebanadas de pan integral, una patata del tamaño de un huevo, y a media taza de arroz, pasta o cereal.

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