Una de las primeras cosas que eliminamos de nuestra dieta cuando queremos adelgazar es la pasta porque "engorda", un mito que conviene desterrar.
No hay que olvidar que pertenece al grupo de alimentos ricos en hidratos de carbono que deben consumirse a diario, porque aportan la energía necesaria para mantener la actividad física y mental. Y en el caso de la pasta, en concreto, son hidratos de carbono con poquísimas grasas.
Que engorde o no depende de la ración de pasta que tomes y de otros factores, como la "compañía", ya que –cuando hablamos de engordar– la salsa suele ser el principal "culpable". Como puedes ver en nuestra galería, eligiendo bien la compañía, puedes disfrutar de la pasta mientras cuidas tu peso.
Cantidad de pasta por persona
No te pases de la raya. Se calcula que con unos 60 gramos de pasta por persona, ya es suficiente. Es decir que un paquete de medio kilo no es para 4 personas, si no para 8. Para completar la receta, puedes añadir al plato de pasta setas, verduras o proteínas magras y bajas en calorías (pechuga de pollo, huevo, queso bajo en grasa, colas de gambas...), con lo que obtienes una receta sana y muy equilibrada.
¿Qué tipo de pasta utilizar?
Cuanto más se refina el cereal, menor es la calidad nutritiva de la pasta. Por el camino se ha perdido parte de la fibra, proteínas, minerales y vitaminas del grano original. Por este motivo, la pasta integral es más nutritiva, saludable y saciante que la pasta blanca o de harina refinada; ya que aporta más cantidad de fibra, que ayuda sentirse llena y también facilita el tránsito intestinal.
Cómo cocinar la pasta
Lo ideal es dejarla al dente. Así está más durita y tienes que masticarla más, lo que ayuda a que se te pase antes la sensación de hambre. Además, así la digestión se alarga y te sientes llena durante mucho más tiempo. Lo mismo sucede si la cueces el día antes y, luego, la comes fría o recalentada. Sacia más y se digiere más lentamente.
La mejor salsa para pasta
Hay que tener mucho cuidado con las salsas porque estas pueden ser tanto o más calóricas que la propia pasta. Si quieres darle más sabor, puedes añadirle simplemente especias o ajo. Y si recurres a alguna salsa, procura que sea a base de tomate en lugar de las que son a base de nata o quesos o frutos secos, porque pueden ser auténticas bombas calóricas. Si no, también tienes el yogur como aliño ligero. Solo tienes que mezclarlo con una pizca de sal, aceite, plantas aromáticas y cítricos al gusto. ¡Y a disfrutar!