Gracias a sus numerosas propiedades, los champiñones son los protagonistas de numerosas recetas saludables. Su efecto saciante y su bajo contenido en calorías, pero rico en fibra y agua, lo convierten en una opción estupenda tanto para las comidas como para las cenas. Otras de sus virtudes es que lo encuentras fácilmente en el supermercado, tanto fresco como en conserva. En muchas ocasiones, incluso ya viene laminado para que sea más cómodo y rápido todavía.
Además, admite distintas formas de cocinado como la plancha o el horno, y tiene un sabor peculiar que agradece un poquito de ajo y perejil. Pero con todo y con eso, hay a quienes no les gusta solo y prefieren que aparezca integrado en otras elaboraciones. ¡No hay problema! A continuación te explicamos distintas ideas para consumirlo, y un montón de recetas originales, creativas y sabrosas ¡que entran por los ojos!
Ideas para preparar los champiñones
Una de las mejores maneras de disfrutar del intenso sabor de los champiñones es en crema o en salsa. Por otro lado, los champiñones rellenos con jamón o huevo siempre triunfan. Si los prefieres salteados, hazlos al ajillo y sírvelos como guarnición de pollo, carne o pescado. Con huevo frito, en revuelto o en tortilla, también están deliciosos ¡y llenos de proteínas!
¿Quieres degustarlos lo más naturales posibles? Córtalos en láminas muy finas, rocíalos con limón y acompáñalos de unas lascas de queso parmesano. También están riquísimos en ensalada y, por supuesto, con un buen plato de pasta o arroz.
¿Por qué echarles limón a los champiñones?
En muchas de las recetas con champiñones se habla de rociarlos con limón, incluso en algunas directamente tendrás que sumergirlos en agua con zumo de limón. La razón de este truco tan útil es evitar que ennegrezcan. ¡Así de fácil!