Es tiempo de ensaladas y la gran mayoría buscamos recetas saludables que nos alimenten, sean fáciles de preparar y estén bien ricas. Lo primero que necesitamos es una base como hojas verdes, arroz, patata, pasta o legumbres. Hoy te proponemos que, si no lo has hecho ya, le des una oportunidad a la quinoa, un ingrediente muy común en muchos países del mundo.
Se trata de un alimento muy versátil al que le acompaña cierta fama de insípido. El secreto está en saber combinarlo y poder beneficiarte de sus numerosas propiedades: es rica en proteína, pobre en grasa, es fuente de calcio y posee mucha fibra. Además, es ligera pero con efecto saciante con lo harás bien la digestión sin pasar hambre.
Así se prepara la quinoa
Al igual que sucede con el arroz, a veces puedes encontrar en el supermercado la quinoa ya precocinada. Otra opción es hacerla tú misma en casa siguiendo las indicaciones del envase. Aunque pueden variar según el fabricante, por lo general los pasos a seguir son los siguientes:
- Paso 1. Pasa la quinoa por agua fría hasta que deje de hacer espuma.
- Paso 2. Calienta agua en un cazo sin que llegue a hervir. En otro cazo agrega dos medidas de agua por cada una de quinoa.
- Paso 3. Tapa y deja que cueza a fuego bajo, hasta que la quinoa absorba todo el agua. El tiempo puede variar según el tipo de quinoa, de ahí la importancia de leer bien el envase. La idea es que los granos se vuelvan transparentes y aparezca el germen en espiral.
- Paso 4. Escurre bien la quinoa con ayuda de un colador grande, y enjuaga con abundante agua fría. Remueve con un tenedor para que los granos queden sueltos.
Cómo darle más sabor a la quinoa
Tus ensaladas de quinoa estarán más ricas cuanto más sabor tengan. Eso puedes hacerlo de dos maneras: aromatizándola durante la cocción o preparando un buen aliño para aderezarla al final. Mientras la cueces puedes añadir sal, una hoja de laurel, un poco de estragón o unos dientes de ajo.
Para preparar una vinagreta básica como aderezo, solo tienes que emulsionar 3 partes de aceite de oliva por una de vinagre (de manzana, balsámico, Jerez) y una pizca de sal. A partir de ahí puedes añadir cebollita, alcaparras, huevo cocido, tomate... Lo que quieras, pero que esté muy picado para que resulte más agradable al paladar.
Ahora solo te queda poner en práctica las siguientes ensaladas de quinoa. ¿Por cuál empiezas?