El destino siempre nos sorprende de maneras inesperadas y nos pone frente a días tremendamente especiales, llenos de alegría y emoción, y también ante otros muy complicados, marcados por la tristeza. A veces con muy corto espacio de tiempo entre ellos y casi sin darnos tiempo a asimilarlos. Es exactamente lo que ha ocurrido en la vida de Sara Carbonero, que acaba de sufrir un revés personal justo después de haber vivido un momento familiar inolvidable.
La nueva era de la periodista deportiva y empresaria de moda se vertebra en su mayoría en el ámbito familiar, donde encuentra su refugio. Tras su dura enfermedad, Sara Carbonero ha querido ahondar en sus raíces y se muestra mucho más natural, cercana y sencilla, disfrutando plenamente del día a día y de las personas que tiene más cerca, sus hijos, sobre todo, y también su familia, que siempre ha sido un pilar fundamental en su vida.
Gtres
Este mes de marzo pasará a su historia familiar como un mes que acogió uno de los momentos más felices, pero también, uno de los más tristes en relación a su centenaria abuela Maxi, quien, como confirma la propia toledana, la ha acompañado en los mejores momentos de su vida, dejando una huella imborrable en su corazón y en su historia personal.
Un duro e inesperado adiós
Hace tan solo unos días Sara Carbonero y toda su familia celebraron por todo lo alto los 100 años de su abuela, Máxima Salazar con un encuentro muy emotivo. Pero, lamentablemente y cómo ha informado la revista Hola, la mujer habría fallecido solamente unos días después de alcanzar este hito numérico. Esta noticia ha sido inesperada para toda la familia, puesto que parece ser que la mujer, incluso con su avanzada edad, se encontraba bien y con salud.
Por eso, su repentina muerte en el día de ayer, y justo tras la celebración, habría sumido a la periodista en una enorme tristeza puesto que ha sido una de las mujeres que más ha influido en su vida. “Nada más conocer la noticia, en la mañana de este miércoles, Sara Carbonero se desplazó hasta Corral de Almaguer para reunirse con su madre, Goyi Arévalo, y el resto de la familia”, explican en la revista del saludo.
Instagram: @saracarbonero
Tras Una celebración muy especial
Como comentábamos, hace tan solo unos días, el pasado martes 5, cuando celebraban la familia al completo un gran aniversario y homenaje para celebrar los 100 años de vida de la abuela Maxi, como la llamaban cariñosamente en su familia. “Abuelita, un siglo de amor”. La toledana subió a su perfil de Instagram algunas instantáneas del encuentro y también una emotiva carta de amor sobre lo que había significado su abuela para ella. “Deberías ser eterna”, expone.
Primero pidió permiso a su yaya “Sé que no te gusta mucho asomarte por estos lares porque dices que te ves mayor, (siempre presumida) pero hoy hemos negociado que la ocasión merecía la pena. Déjame presumir de abuela”, publicaba. Y después pasaba a redactar algunas de las cosas que más le gustaban de ella “Eres la matriarca de la familia, madre, abuela y bisabuela. Estás en todos mis mejores recuerdos de infancia” y añade también una completa ristra de adjetivos para la abuela: “Mi guía, mi faro, mi ángel de la guarda. Eres paciencia, refugio, raíz, el lugar al que volver para encontrarme. Eres casa para todo aquel que llega “nuevo” a la familia. Eres la bondad hecha persona, la que no juzga. Una mujer muy adelantada a su época”.
Una mujer fundamental en su vida
Según ha explicado la propia Sara Carbonero, parece ser que la abuela Máxima ha sido una mujer fundamental en la vida de la periodista, sobre todo de tu parte más familiar y privada, y también de sus bonitos recuerdos de juventud. “La paloma de la nieve que se posaba en la ventana, el pajar, los cuentos hasta dormirnos a todos los nietos, la vendimia, tu tortilla de patata, tejer juntas, la estufa de palos en la cocina, la “portá” con su canasta, su tractor y sus gallinas…” redacta la periodista haciendo un listado de recuerdos con su abuela.
La toledana siempre ha estado muy influida por el mundo natural y por disfrutar de la cercanía y la tierra, y con esto deja buena cuenta de que fue gracias a pasar tiempo con su abuela el poner en valor sus raíces. “Una vida entera no será suficiente para devolverte todo lo que has hecho por nosotros. Gracias a ti por mantener a nuestra familia unida, como hoy, no ha faltado absolutamente nadie para celebrarte”, explica como homenaje a todo lo que los cuidados de Máxima representaron para ella y su familia al completo.
Además, también habría sido una de las mayores inspiraciones de Sara a la hora de enfrascarse en el mundo del periodismo y la literatura, ya que es gran lectora. Explica que “Te recuerdo siempre con un libro en la mano porque tu curiosidad no tiene límites y te tocó vivir una vida no siempre fácil. A menudo me contabas lo mucho que te gustaría ser la protagonista de esas historias. La que no vestía de negro, la que viajaba y conocía mundo. La soñadora, la idealista”. Sin ddua una gran pérdida para la periodista que siempre atesorará estos recuerdos.