Normalidad e igualdad. Esos han sido los dos principales principios que la Casa Real ha querido transmitir acerca del gran reto que afronta ahora la princesa Leonor. La heredera al trono, que desde el pasado 11 de enero surca los mares a bordo delbuque-escuela Juan Sebastián de Elcano. Un desafío mayúsculo que comprende el larguísimo trayecto que va desde Cádiz hasta Nueva York pasando por otros tantos destinos a lo largo de cinco meses. El primero de ellos: Tenerife.

Ha sido la más grande de las islas del archipiélago canario la primera de las paradas que la Princesa de Asturias y el resto de guardiamarinas han podido hacer. Un primer contacto con tierra, antesala de atracar en Gran Canaria el próximo martes 21, y también la última oportunidad para despedirse de España antes de cruzar el Atlántico. También, claro está, la ocasión ideal para que, entre maniobras y adiestramientos, Leonor y sus compañeros hayan podido disfrutar de tan paradisiaco enclave.

Leonor en Tenerife
Gtres

La divertida anécdota de Leonor en un bar tinerfeño

Fue el pasado viernes 17 de enero cuando 'Elcano' llegó a puerto en la Dársena de los Llanos. Sobre las 8.30 y las 9 horas de la mañana, la primogénita de Felipe VI y Letizia apareció en suelo, ataviada con el uniforme habitual y presentada como una más de entre el resto de alumnos. La viva muestra de la normalidad pretendida que, tras conocerse qué ha hecho durante los días que el navío ha pertenecido en Santa Cruz de Tenerife, se acentúa incluso más.

Ya se advertía desde la crónica real en la previa a su desembarque. Entre horas de clase, obligaciones y responsabilidades propias de la instrucción, todos los guardiamarinas tienen tiempo libre para salir del barco. De ahí que, tanto Leonor como los demás, optasen por hacer un plan de lo más corriente: ir a un bar. Concretamente, el local elegido por la hija del Rey y sus convivientes fue la tasca La Montería. Un establecimiento con una oferta gastronómica típica de la isla que, además, no ha dudado en presumir de esta importante visita.

Tal ha sido la felicidad de los responsables del bar que no han dudado en hablar con la prensa acerca de la presencia de la heredera allí. En declaraciones para el programa 'Fiesta', tres trabajadores del local explicaban cómo sucedió todo, señalando que no estaba previsto y fue todo una sorpresa. Tan sorprendente que Mercedes, la persona encargada de la cocina, no podía dar crédito al ver a la princesa en persona, y le preguntó directamente "¿Es usted la princesa?". Según contó, Leonor, afable y sin perder su característica sonrisa, la dejaría en shock al responderle "puede ser".

Planes tranquilos antes de pasar tres semanas en mar abierto

Más allá de esta divertida anécdota que seguro que Mercedes nunca podrá olvidar, su compañero David también desveló detalles sobre lo acontecido en conexión con el programa 'D Corazón'. Declaraciones en las que reafirmó que había sido "nos pilló de sorpresa (...), no avisaron", además de indicar que se trataba de "una reserva para ocho personas", que "pagó cada uno lo suyo" y que "postre no comieron".

Particularidades que podrían pasar desapercibidas si no se tratase de la nieta de Juan Carlos I, pero que en este caso revelan que, como se anticipaba, Leonor sigue haciendo planes totalmente comunes cuando dispone de ratos para el ocio personal. Lo anterior, además de servir como precedente de cara a sus futuros destinos, donde ya no hay ninguna duda de que no tendrá reparo en mezclarse con los locales cuando tenga ocasión.

Esa lista de destinos que sigue con Las Palmas de Gran Canaria, capital de la isla vecina que la ha acogido durante esta primera parada en boxes y el lugar donde podrá volver a bajar de la embarcación hasta el jueves 23 de enero. Se marcará así el punto y final de este breve periplo por tierras españolas y el inicio de más de tres semanas en mar abierto. Y es que no será hasta el próximo 14 de febrero cuando la nave alcance la ciudad de Salvador de Bahía, en Brasil. El primero de los lugares que forman parte de esta ruta latinoamericana, que seguirá por Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia y la República Dominicana, antes de llegar por fin a los Estados Unidos.