Cuando a Kate Middleton le comunicaron que padecía cáncer y que debía recibir tratamiento de inmediato, lo primero que pensó no fue en ella. Fue en sus hijos. Los rostros de George, Charlotte y Louis se le dibujaron en la mente e ideó la mejor manera de comunicárselo. Lo haría a través de una promesa, una promesa de recuperación completa y de que todo saldría bien. De esta manera, la princesa de Gales les daría la mala noticia pero la acompañaría de un rayo de esperanza.
La esposa de Guillermo no les edulcoró la realidad, y fue totalmente sincera con sus hijos; siempre contándoles la situación de un modo acorde a las edades de las criaturas, 10 años el mayor, 8 la mediana y 5 el pequeño. Pero, ¿cómo pueden gestionar esta situación los tres pequeños? Hemos preguntado a una psicóloga para que nos ayude a comprender cómo transitan por la enfermedad de su progenitora.
Naturalidad e información, claves para Guillermo y Kate Middleton
“Realmente, los niños pueden abordar este tipo de asuntos con una mayor naturalidad a como lo hacemos los adultos. No tienen ni la experiencia ni los conocimientos que se adquieren a lo largo de la vida”, nos dice Alejandra Muñoz, psicóloga y terapeuta. “Cuando un adulto escucha la palabra cáncer se asusta porque hay mucho miedo, esto también dependerá de su trayectoria vital”.
Otro factor que habrá sido determinante es el ambiente que actualmente rodea a los menores. Quizás por eso, para evitar angustia innecesaria los niños permanecen aislados en una pequeña burbuja vital. Los tres hermanos no han regresado a clase, donde compañeros y personas ajenas a la familia podrían hacerles comentarios maliciosos que les desestabilizarían.
El acompañamiento es imprescindible estos días. Pero un acompañamiento que les sostenga y no les haga sentir asustados, de ahí quizás la decisión de estos padres que se enfrentan a esta complicada situación. Alejandra suma un factor más para que los niños transiten por todo esto de manera respetuosa: ofreciéndoles toda la información necesaria.
“Los pequeños deben estar acompañados y con información. Puede que no sepan qué está pasando -por esa falta de conocimientos antes mencionada-; pero sí son muy intuitivos”; destaca esta profesional de la salud mental. “Sus padres deben explicarles lo que está pasando de una manera accesible para ellos”, y ahí hace hincapié. “No es lo mismo un niño de 4 años que uno de 8 o un adolescente. Hay que graduar la información y responder a sus interrogantes”; de lo que extraemos que quizás los príncipes de Gales habría optado por tener diferentes charlas con ellos. A Louis es posible que le hayan dado una versión más limitada y George, que tiene más trayectoria, es probable que les haya planteado más dudas y cuestiones.
¿Por qué no van al colegio los hijos de Kate Middleton?
Ahora mismo, la familia tiene varias prioridades, la primera es que Kate Middleton se cure, pero la segunda es que los pequeños se sientan arropados durante el proceso. Y, para ello, es esencial pasar tiempo de calidad juntos. “De esta manera se da la oportunidad de que los pequeños se sientan cómodos y con confianza para poder transmitir sus inquietudes, además de disfrutar con sus progenitores”. Desde que se hizo público que Kate padece cáncer, los Gales se han establecido en Anmer Hall, su casita de campo en Norfolk. Ahí permanecen juntos y tomándose estos días como una oportunidad para estrechar lazos y estar aún más unidos. Protegiéndolos por encima de todo para que el día de mañana no tengan que cargar con dolorosos traumas; y, para que no les pase factura. Tal y como señala la psicóloga, “no es lo mismo el caso de una familia en la que la noticia de la enfermedad de la madre se trate como un tabú o secreto a una situación en la que se hable de la enfermedad, tengan a la madre presente (de la manera en la que ella pueda estar) y haya otras figuras de apego disponibles también para ellos”. Kate y Guillermo parecen haber tenido muy claro qué ejemplo seguir.
Guillermo, con experiencia en traumas infantiles
Cuando Lady Di murió, el príncipe Guillermo solo tenía 15 años. Su hermano, Harry, 12. La princesa Diana murió en un accidente de coche en París. Fue un fallecimiento repentino y absolutamente inesperado que destrozó por completo a sus dos hijos, a quienes estaba muy unida.
Tras eso, los príncipes quedaron devastados. Tuvieron que llevar un duelo público y no pudieron procesar el dolor de la mejor manera. Guillermo no ha querido que sus hijos pasen por lo mismo, y trata de evitarlo a toda costa.
Kate está enferma y esto también ha sido todo un shock nacional e internacional. Actualmente está recibiendo quimioterapia preventiva, pero su marido ha querido resguardar a los niños de comentarios desinformados que les puedan generar malestar y sufrimiento. Él lejos de exponerles, como hiciera su padre consigo, les está cobijando bajo su ala. Les está dando calor y calma, demostrándoles que su mamá está bien y que tan solo necesita cuidados extra. Una manera completamente diferente de abordar una situación parecida.
La complicada labor de Kate como enferma y como madre
Comunicar a sus pequeños que padecía cáncer no debió sencillo. En su comunicado, Kate Middleton desveló que había sido un trabajo conjunto con Guillermo; los dos idearon la mejor manera para contárselo y para dejarles claro que iba a estar bien. “Estoy bien y me estoy me estoy fortaleciendo cada día al concentrarme en las cosas que me ayudarán a sanar; en mi mente, cuerpo y espíritu”, les transmitió.
“Cuando leo estas palabras me imagino a una mujer que está haciendo todo lo posible por cuidarse. Es importante atender a las distintas partes de la salud como son la mental, la emocional y la espiritual, no sólo la física. Cuando transmitimos a los niños informaciones de este tipo, también es importante hablar de otras emociones. En un proceso así es normal sentirse cansada, también lo es sentir dolor y miedo. De esta manera, los menores aprenderán a acompañarse en todo el espectro de emociones”.