El primer aristócrata italiano por el que Mar Flores perdió la cabeza: así era Carlo Costanzia di Costigliole

Su nombre se ha convertido en uno de los protagonistas de la crónica rosa en lo que va de 2024. Carlo Costanzia, hijo mayor de Mar Flores, había probado suerte como actor en ficciones ciertamente célebres como 'Toy Boy'. No obstante, no ha sido su paso por la serie de 'strippers' de Atresmedia lo que lo ha puesto en el candelero de los personajes del corazón. Tampoco el hijo que espera con Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos, aunque también. Antes vino el desgarrador relato sobre su vida. Desde sus problemas con la justicia hasta la relación con sus padres.

Antes de hacerse pública su relación con la nieta de María Teresa Campos, Costanzia ya se había abierto en canal en una serie de entrevistas para '¡De viernes!'. Conversaciones en el 'scoop' y en el plató del formato de Telecinco presentado por Santi Acosta y Beatriz Archidona donde no dudó en admitir haberse sentido "abandonado" por sus progenitores en una infancia que recuerda dura y ciertamente infeliz. Como dejado de lado por Mar, pero también por Carlo. El otro Carlo Costanzia, el padre. Carlo Costanzia di Costigliole, primer marido de la modelo.

Y es que aunque todo el mundo recuerda los vaivenes amorosos de una de las mujeres más codiciadas en las pasarelas de los 90. Sus romances con el desaparecido Fernando Fernández Tapias o el aristócrata Cayetano Martínez de Irujo no pasaron inadvertidos entre las páginas del papel 'couché' de la época. Sea como fuere, si hubo un idilio que le valió un buen escándalo ese fue el que mantuvo con Alessandro Lequio, y eso que el televisivo no era el primer conde italiano del que se encariñaba. Porque Carlo también era conde. E italiano. Un galán de excepción por el que en cosa de meses ya había pasado por el altar.

Una boda exprés y demasiados celos

Además de forma literal. A comienzos de los años 90 fue cuando Mar Flores y Carlo Costanzia padre cruzaron palabras por primera vez. "Sencillamente guapísimo", lo definió la propia Mar en declaraciones para 'El Mundo' en el 2001, dos años después de su separación definitiva. Eso y que "tenía un acento italiano tan especial", que "lo hizo muy bien" y que "me sentía como una princesa". "Un puestazo, un coche maravilloso". ¿Qué más podía pedir? Pero si es que encima también "me quería". Suficiente para que, cuando llevaban unos seis meses de novios, ya se hubieran casado.

Un enlace exprés que en realidad tenía explicación. La modelo estaba embarazada de su primogénito, el único hijo que tuvieron en común y que casi tres décadas después ha terminado por airear su infierno personal. Afortunadamente, cabe decir que las cosas entre él y Mar están mucho mejor a día de hoy, pero es que no ha sido un camino fácil. Del mismo modo que no lo fue el amor de ella con el italiano, que terminó en divorcio en 1999.

Fue precisamente en la entrevista para el diario antes citado donde, tras una etapa de lo más convulsa, Flores tomó la determinación de abrirse en canal sobre los hombres que la habían puesto en el punto de mira. Evidentemente, no faltaron las alusiones a Costanzia, con el que refirió haberse sentido "tremendamente infeliz" y al que definía, sin tapujos, como "un hombre violento".

Tan flagrantes eran sus actitudes agresivas que una vez "en medio de una bronca monumental, me cogió en brazos y me sacó al balcón". "¡Prefiero matarte a que te vayas!", le gritó. "Creí que me iba a tirar". La viva prueba de que. a fin de cuentas, la premura de su 'sí, quiero', su "labia perfecta" o la "pasión ciega" que sentía por él quedaron en un segundo plano en el momento en el que se vio días enteros "llorando sin ningún motivo" y padeciendo "ataques agudos de ansiedad".

¿Cuál era el motivo para llegar a esta límite? De acuerdo con el relato de la propia Mar, si algo tomó el protagonismo en los cuatro años que duró su matrimonio con el conde, eso fueron los celos de él. "Tremendos", los definía. Con la particularidad de que él, mientras tanto, le era infiel. Y la modelo lo supo. No solo porque él comenzó "a no llegar por las noches" durante una temporada", sino porque una vez lo cazó 'in fraganti' con una amante "cuando pasaba por el VIPS". "Le veo por casualidad a través de la cristalera enorme que estaba allí dentro morreando apasionadamente con una modelo de la agencia en la que él trabajaba", expuso. 

Carlo Costanzia, personaje televisivo

Por desgracia, el dolor de Mar no terminó cuando por fin tomó la decisión de marcharse de la casa que compartían, admitir que estar con Carlo "era como una droga", y optar por refugiarse en la de sus padres. Tras romper la relación, la televisiva afrontó un tedioso trámite legal en Italia para poder tener la custodia de su hijo, después de que el italiano la acusase de haberlo secuestrado. Sea como fuere, cuando la tormenta pasó y pudo recuperar al niño, "comencé a salir de noche y me di cuenta de que era una mujer que gustaba, que podía rehacer mi vida". Sin saber, claro está, que tiempo después volvería a tener que lidiar con él. Aunque fuese a través de la pantalla.

Con la década de los 2000 ya entrada y la irrupción en escena de los 'reality shows' con famosos, los productores de 'Supervivientes' no perdieron la oportunidad de contar con una figura como él en la edición de 2007. Fue así como, a pesar de que muchos no lo recuerden, Costanzia se convirtió en uno de los 'robinsones' de la temporada que ganó Nilo Manrique, exmarido de Isabel Gemio.

Oportunidad sin igual de hacer dinero, como también le permitieron llenar el bolsillo sus entrevistas exclusivas en programas y revistas. Nunca suficiente. Al menos, no cuando los pleitos jurídicos han seguido siendo su mayor quebradero de cabeza. No solo por su divorcio de Flores, sino por la reciente detención de sus hijos Rocco y Pietro, nacidos de la familia que formó 'a posteriori', por su implicación en una agresión a un joven en Turín. "Lleva toda la vida gastando su exigua fortuna en abogados", dijo Lequio en 'Vamos a ver' en marzo de 2024. Sentencia firme y firmada por su sucesor.