Como cada 15 de enero, Iñaki Urdangarin cumple años. Esta vez son 57, edad que alcanza escasas semanas después de haber pasado unas Navidades que hace algún tiempo no hubiera imaginado posibles. Menos todavía cuando la guerra fría con su exmujer sigue candente por cuestiones tan primarias como el dinero que cobra de pensión. El caso es que el 2024 lo cerró, de nuevo, en familia. Rodeado de las cuatro personas más importantes de su vida, que son sus vástagos, y con la particularidad de que esta vez ha logrado reunirlos en espacio y tiempo con la que de un tiempo a esta parte es su pareja: la abogada Ainhoa Armentia.
Quién hubiera augurado un tiempo atrás que esta sería ahora su realidad. Un escenario radicalmente distinto al que antaño conoció y que, para deleite de los curiosos, responde a la pregunta: ¿se puede pasar de ser la persona más famosa de España a desaparecer casi por completo en cuestión de pocos años? Un planteamiento con contestación afirmativa, que en el caso del jugador de balonmano remite al conocimiento suficiente para jugar tus cartas y contactos con el propósito vivir tranquilo. El relato de un hombre que estuvo en la primera línea del foco, y que ahora busca la discreción y la privacidad ante todo.
El deportista vasco pasó de ser uno de los miembros más interesantes de la Familia Real, cuando todo iba bien en Palacio y su relación con la Infanta Cristina los hacía tremendamente modernos, a convertirse casi en un paria por su implicación en el Caso Noos, donde se demostró que había utilizado sus privilegios cruzando todas las líneas rojas inimaginables. La caída de quien fue Duque de Palma ha sido completamente televisada, pero, tras ello, ha conseguido 'evaporarse' casi por completo.
¿Qué es de él ahora? ¿Cómo se ha reinsertado en la vida cotidiana tras pasar su condena entre rejas? ¿Qué futuro le espera? Su nueva vida, lejos de los palacios y poderes que antes disfrutaba, difiere mucho de lo que se esperaba de él cuando conoció a la infanta Cristina en los Juegos Olímpicos mientras era un aclamado jugador de balonmano.
Vuelta a sus raíces
Desde que finalizaran sus procesos legales e incluso condena a cárcel, en la que estuvo cinco años y diez meses por su implicación en el caso Nóos, y que lo alzó con un dudoso título como “el primer pariente directo del rey en ingresar en prisión”, Iñaki Urdangarin se ha trasladado a su ciudad natal, Vitoria. Allí, durante un tiempo ha residido en un piso modesto en el centro de Vitoria, propiedad de un familiar cercano, o también en las afueras de la ciudad, en una zona residencial junto a su madre, Claire Liebaert, de 88 años, donde se mudó a una “habitación de soltero” también para ayudarla debido a su avanzada edad.
Ha escogido este lugar por la búsqueda de anonimato y también para estar rodeado de sus familiares cercanos, puesto que su madre y sus hermanas han sido sus grandes apoyos en estos momentos. Además, puede comenzar a rehacer su vida fuera de la vigilancia de los medios de comunicación. La única propiedad con la que contaría en estos momentos Iñaki Urdangarin es con el piso de Bidart que tantos felices veranos le han hecho pasar, pero es de propiedad compartida con su ex, la infanta Cristina.
Vivienda con su novia en el País Vasco
Ahora, se acaba de conocer que ha decidido mudarse a un piso de alquiler para vivir con Ainhoa, su nueva novia. Se trata de un piso también cerca del hogar de la madre del exjudaren la urbanización Ciudad Jardín, una de las más prestigiosas de la ciudad. “El precio aproximado de los alquileres en la zona va de los 1.200 euros de los pisos de una habitación a los 1.800 que cuesta una casa de cinco habitaciones, pasando por una media de 1.500 euros por el alquiler de una vivienda de tres habitaciones, según Idealista”, explica Sara Castellano en 'Vanitatis'.
Esto demuestra que la relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia no hace más que estabilizarse. Desde que comenzaran su relación hace aproximadamente dos años y se haya hecho pública incluso antes de firmar el divorcio con la infanta Cristina, la abogada y el jugador siempre se han mostrado muy unidos, calmados y discretos, pasando todo el tiempo que pueden juntos durante las semanas en las que el vasco no tiene la custodia de sus hijos.
Encadenando “trabajitos”
Durante todo este tiempo se ha comentado también qué hace con su tiempo el vasco, con muchísimos rumores sobre sus diferentes trabajos. En la actualidad se desconoce su ocupación, pero sí se ha sabido durante estos años que ha ocupado diferentes puestos, vinculados con la Psicología, carrera que estudió mientras se encontraba en prisión, y también como asesor.
Por ejemplo, el periodista Carlos Galiacho explicó en 2023, en el programa TardeAr de Ana Rosa, que el vasco estaba en “una empresa del Ibex35, una empresa muy importante, con peso en toda la sociedad española y a nivel internacional… personajes que dominan esta empresa están vinculados a las amistades del rey Emérito”, pero poco más se ha conocido sobre esto y parece que fue algo puntual. También se comentó su vinculación con el Club de Balonmano de Barcelona, su antiguo equipo, donde también estuvo asesorando de forma puntual.
Este mismo año, en 2024 se pronunció al respecto del trabajo del ex duque Mario Pascual Vives, que fue uno de sus abogados en el caso Nóos: “No encuentra trabajo, pero he estado hablando con él y desde el punto de vista anímico yo le veo bien, fuerte, superando las situaciones pasadas. (...) Necesita un trabajo como mucha gente para poder desarrollar su día a día, tener una función, algo que le llene el día a día. Hoy en día buscar trabajo o encontrar trabajo no es fácil para nadie. Está complicado el mercado laboral, pero él sí que no deja de prepararse”, explicaba.
Cancelado por la Familia Real
No por esperado es menos sorprendente, puesto que tras la caída Iñaki Urdangarin ha sido totalmente apartado de Familia Real, intentando hacer como si su presencia ‘royal’ nunca hubiera existido. Desde el estallido del Caso Nóos en 2010, que tras doce años terminó condenándolo por corrupción, la Casa Real tomó distancia de forma directa y tajante, intentando evitar cualquier gesto o símbolo que pudiera interpretarse como apoyo o ánimo al cuñado de Letizia.
El rey Felipe VI, que en los últimos años ha reforzado mucho su compromiso con la transparencia y con la nueva imagen de la monarquía, marcó un antes y un después en la Corona al despojar a su hermana Cristina y a Urdangarin del título de duques de Palma en el año 2015. Desde entonces, si ha habido algún encuentro entre el ex deportista y algún miembro de los Borbones, ha sido de forma totalmente privada y siempre enmarcada en actividades en los que están involucrados los hijos que el jugador tiene en común con la infanta.
Pero incluso las decisiones de sus propios hijos: Juan, Pablo, Miguel e Irene, han tomado caminos por los cuales intentan marcar distancia pública y mediática con su propio padre. Si bien siempre ha manifestado su compromiso como padre, la distancia física y emocional parece haber crecido con el tiempo y la unión entre ellos, también a medida que crecen los jóvenes y afrontan sus respectivos estudios y carreras profesionales, es también más complicada.
Un futuro incierto
La situación actual de Iñaki Urdangarin plantea muchas incógnitas sobre su futuro. A pesar de haber cumplido su condena de prisión y de estar actualmente en libertad, su imagen pública sigue muy dañada, puesto que fue el hombre más famosos del país durante su proceso judicial. El ex duque nos ha enseñado que se puede desaparecer tras una gran polémica mediática pero, ¿cómo reconstruir su futuro? Eso es más complicado debido a la imagen que lo perseguirá siempre. En un país donde aún se recuerdan sus polémicos emails, parece que el camino hacia su reinserción completa es complicado.