Desde hace años la cirugía estética y los retoquitos en la cara y el cuerpo se han normalizado tanto que no es raro verlo en muchísimas mujeres, ¡incluso las ‘royals’ de toda Europa! Muchas de las monarcas y princesas no han dudado en realizar algunos pequeños reajustes en su rostro, pero hay otros miembros de la familia real que se niegan a intervenirse estéticamente por curiosos motivos. 

Está más que claro que la personalidad de las hermanas del rey Felipe VI, las infantas Cristina y Elena, son tremendamente diferentes entre ellas. Pero ambas han llevado siempre a gala su tremenda naturalidad y su enfoque particular de la belleza y la estética. Cada una con su estilo propio, han sabido imponer su personalidad a modas o tendencias pasajeras. 

Infanta Cristina
Gtres

Aunque han tenido sus momentos de esplendor, Las hijas de Doña Sofía nunca han sido tremendas fashion victims, y tampoco han sucumbido al deseo de modificaciones corporales o retoquitos estéticos de forma continuada y recurrente. Pero, aparte de por su propio carisma, ahora hemos podido conocer que hay un porqué mucho más profundo para haberlo evitado durante todos estos años.

Un “trauma” familiar 

Ha sido a través de una amiga de la infanta Cristina por lo que hemos conocido el curioso por qué la ‘royal’ reniega por completo de la cirugía estética. El motivo no es solamente por querer conservar la naturalidad, ni tampoco debido al movimiento body positive que te hace sentirte bien en tu propia piel, sino que es algo mucho más intenso: el miedo. “Es la herencia de un trauma”, explica una amiga. 

Se refiere a un momento traumático que marco por completo a la familia real y es que su abuela, la reina Federica, sufrió un infarto de miocardio en una cirugía. La madre de Doña Sofía se encontraba en Madrid y decidió realizar una cirugía plástica ocular, concretamente para eliminar los conocimos como xantelasmas, que son acumulaciones de grasa bajo los párpados.

Reina Federica
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Ahora mismo es una operación muy común, pero en aquel momento era un riesgo considerable para una operación meramente estética. Durante la operación, lamentablemente sufrió un ataque al corazón que acabó con su vida y esto habría asustado por completo a la familia, y dejando marcada a las por entonces jóvenes Elena y Cristina de Borbón, sus nietas, que solamente tenían 16 y 14 años.

Retoques no invasivos 

Sí que indican que recurre a otros tratamientos de belleza y cuidado facial, y que incluso ha modificado levemente su rostro, como cuando decidió hace tres años eliminar con láser la característica verruga que tenía en el rostro. No sin miedo, esta pequeña intervención sí que habría supuesto una alegría en la ‘royal’. Ese ha sido su único contacto con los tratamientos médicos estéticos, pero no con otros para realzar su belleza natural. 

Según explica Sara García en Hola: “recurre a tratamientos no invasivos, vitaminas y suplementos para combatir los efectos el envejecimiento, pero hasta ahí”, es decir, evita intervenciones médicas y mucho más aún todo lo que conlleve anestesia u hospitalización. Al fin y al cabo, explican que lo único que desea la infanta es “envejecer con arrugas, de manera natural”, llevando la contraria así a muchas otras mujeres que luchan día a día contra el paso del tiempo. 

Mucho cuidado con su alimentación 

Además, se ha querido indagar un poquito más sobre el cuidado físico de la infanta Cristina, no solamente en su rostro, sino también en su cuerpo. Desde hace años está siguiendo la estela de su madre, la reina emérita, con una dieta mayormente pescetariana, que se refiere al consumo único de pescado y evitar casi por completo las carnes de todo tipo. Y es que según cuentan los que la conocen, la ‘royal’, junto con su hermana y su prima, la princesa Alexia, decidieron cuando eran jóvenes seguir los pasos de Doña Sofía con su dieta, pero con los años, la única que ha mantenido su criterio ha sido Cristina de Borbón.  

“Sigue una dieta rica en antioxidantes y vitaminas, en la que priman la verdura, la fruta y el pescado; y no prueba la carne, aunque en su entorno, casi todo el mundo es carnívoro. Siente predilección por la cocina española - no puede resistirse al arroz, la tortilla y el gazpacho - y también le encanta el sushi”, explican en Hola. 

Renovada por dentro y por fuera 

Lo cierto es que desde hace meses hemos podio ver a una infanta Cristina mucho más activa y como una mujer “nueva” tanto por dentro como por fuera. Dicen que la completa separación de Iñaki Urdangarin y finalizar todos los trámites de un largo divorcio, habrían liberado a la infanta que estaría retomando una nueva vida como divorciada, reencontrándose con viejas amistades y disfrutando de eventos familiares por todo el planeta. 

“La hemos visto disfrutar del carnaval de Lanzarote junto a su prima, Alexia de Grecia, y convertirse en la mayor seguidora de su hijo Pablo en Barcelona. La última vez que tuvimos la oportunidad de verla fue hace unas semanas en la boda de Nicolás de Grecia en Atenas, una cita en la que se mostró especialmente radiante”, explica Rebeca Alonso en la revista Lecturas. Y no cabe duda que la relajación y el bienestar puede incluso hacernos ver y sentir mucho más guapos. Así que quizá por eso vemos a una infanta que a punto de cumplir los 60 está más reluciente que nunca, y sin pasar por quirófano.