Cuando Letizia visitó París el pasado agosto con motivo de los Juegos Olímpicos, sus palabras no cayeron en saco roto. Nunca lo hacen, en realidad, aunque una intervención concreta distase de sus ordenados discursos oficiales. Fue durante una fugaz interacción con la prensa presente en la capital francesa para la cobertura del evento cuando la Reina 'rompió lazos' con su pasado. Un periodista la llamó "compañera". "Ex, ex", recalcó ella.

Aunque el oficio lo lleva en la sangre -de forma literal, revisando la trayectoria de su padre y de su abuela Menchu Álvarez del Valle-, no es ningún misterio que la nuera de Juan Carlos I está totalmente desvinculada del mundo de la comunicación desde hace años. Dos décadas, para concretar, que son las que se han cumplido este año de su matrimonio con Felipe VI. Un antes y un después en su vida para entrar en la institución, pero con el recuerdo de todo lo vivido en su etapa como informadora.

Etapa que, indiscutiblemente, todavía hoy día suscita el interés de los más curiosos. Y no solo respecto a la época en la que ejerció como comunicador, aunque también. No es de extrañar que cada referencia a ella por parte de sus excompañeros de trabajo cope titulares. El caso es que sucede lo mismo con su tiempo como estudiante de Ciencias de la Información. Desde sus profesores -como el célebre Pedro Piqueras, que le impartió clases en un curso- hasta sus compañeros de facultad.

Testimonios más difíciles de encontrar, por prudencia para con la figura que hoy día representa Letizia, que contrastan con el de Piedad. ¿Quién le iba a decir a esta mujer que terminaría convertida en una de las grandes protagonistas de la crónica real tras asistir como público a 'La Revuelta' de David Broncano? Todo por tomar la determinación de hablar, de forma distendida y sin pretensión alguna de ocultar nada, de aquellos años en los que compartió más que aula con ella en la Complutense. De algún modo, una 'traición' al hermetismo propio de la Corona.

Las reveladoras palabras de la excompañera de clase de Letizia

Era durante la emisión del pasado 24 de septiembre del nuevo formato estrella de Radiotelevisión Española cuando tan sorprendente relato veía la luz. En una de esas interacciones con el público del teatro tan propias de Broncano, el cómico Sergio Bezos volvía a hacer de las suyas al introducirle al presentador algunos de los asistentes más pintorescos. Entre ellos, Piedad. Una mujer que se introducía con alma de "actriz y cómica", pero que estudió "Periodismo en la universidad pública". ¿Con quién? ¡Con la mismísima Letizia!

En el momento en el que el programa fue consciente de cuan llamativo era su perfil, comenzarían a tirar del hilo para recabar tanta información como fuese posible sobre los años universitarios de la esposa del Rey. Algo de lo que Piedad no tenía reparo alguno en hablar sin tapujos, con la tranquilidad de que "eso no va a salir" al tratarse de un programa grabado. Pero sí que salió, y los datos aportados sobre los tiempos mozos de Letizia no han pasado inadvertidos. "Era muy buena estudiante, muy guapa", espetaba, además de calificarla como "guapa" y "aplicada". Hasta ahí todo en orden y nada nuevo, pero la gran bomba vendría después.

La reina Letizia, presentadora del Telediario
GTRES

"Decía que nunca se iba a casar y que era muy de izquierdas". La frase definitiva para arrojar luz sobre las convicciones de una Letizia joven, estudiante y completamente alejada de la pompa propia de palacio. Tiempos en los que la madre de Leonor y Sofía nunca hubiera podido pensar que terminaría enamorada del entonces Príncipe de Asturias. Mucho menos que por amor cambiaría radicalmente el rumbo de su trayectoria y que, diez años más tarde, su oficio sería el de Reina consorte. Broncano, que no daba crédito ante la narración, sentenciaba que era "una exclusiva tras otra". Y la que quedaba.

Las noches de fiesta de la Reina en su etapa universitaria

Porque lejos de haber tenido que mantener siempre la compostura, y como cualquier otra estudiante al uso, Letizia también tuvo tiempo de disfrutar del ocio con su círculo de allegados de la época. ¿Y qué tipo de ocio? Uno bien curioso. Al menos, las veces que Piedad coincidió con ella de fiesta. "Hemos bebido juntas… Lo que pasa es que cuanto más cuente sé que esto no va a salir (...). Como teníamos todos muy poco dinero, bebíamos cerveza, calimocho y eso", explicaba la excompañera de clase ante la atónita mirada de los presentes, para después proseguir con cuestiones aún más impactantes de la historia.

"Una vez nos emborrachamos viendo un mitin de Aznar en un cierre de campaña, pero sé que esto no va a salir", proseguía confesando entre risas, mientras el hombre de su asiento contiguo le hacía señas para que parase no entrase en detalles. No obstante, Piedad, haciendo caso omiso de su acompañante, y con esa convicción absoluta de que nada sería revelado en antena. No fue así, y ahora todos saben cómo se las ingeniaba la Reina para disfrutar de noches divertidas sin un gran presupuesto. Como tantos otros jóvenes. Como una más.