Letizia no deja nada al azar. Y mucho menos en materia de estilo. No en vano se la ha tachado en incontables ocasiones de controladora. De hipervigilante, de llevar la meticulosidad al extremo. Sea como fuere, eso también ha terminado por verse reflejado en su forma de presentarse al mundo, por mucho que ella siempre haya velado por poner por delante su faceta de representante institucional.

No hay día en el que la Reina aparezca en el que no se hable en la crónica real de sus looks. Precisamente por eso, en vista de que esta era una 'batalla perdida', ha terminado la mujer de Felipe VI por usar el poder del que quiso renegar en primera instancia. El de transmitir más allá de la palabra y los gestos, y hacerlo también a través de su imagen. Esos estilismos cuidados al detalle por su equipo de incondicionales, en los que no hay cabos sueltos. Ni siquiera más allá de las prendas, y por sorprendentes que puedan resultar algunas determinaciones como la de dejar sus canas a la vista.

Letizia pelo
Gtres

Letizia consigue abrazar "su envejecimiento natural"

Es cierto que depende de la luz y de la imagen, pero no son pocas las veces que a Letizia se ha podido identificar algún que otro cabello blanco entre su brillante y frondosa melena. En ningún caso algo que debiera percibirse como un despiste, pues es más que consciente de que esos pelos canos están ahí, y no tiene reparo alguno en llevarlos con orgullo. Ahora bien, ¿realmente qué hay detrás de una decisión como esta? ¿Cuál es el mensaje que la madre de Leonor y Sofía buscaría transmitir al mostrar algo que muchas otras mujeres procuran tapar?

Para tampoco dejar nada al azar, desde la revista CLARA nos hemos puesto en contacto con un especialista en la materia. Él es Jesús Reyes, periodista experto en moda, Casa Real y autor del libro 'Leonor. Estilo de una Borbón y Ortiz'. Nadie mejor para hilar fino en el asunto, partiendo de la base de que, tal y como nos cuenta, "la decisión de la reina Letizia de no teñirse las canas puede entenderse como una declaración de autenticidad y empoderamiento".

Letizia Canas
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"En el contexto actual, donde las figuras públicas enfrentan una presión constante para mantener una imagen juvenil, doña Letizia podría estar eligiendo abrazar su envejecimiento natural como una forma de conectar con la realidad de muchas mujeres", refiere el también estilista, dejando claro que, como era de esperar y aunque quepan muchas interpretaciones, todo tiene una razón de ser. Y en el caso de Letizia y esas canas sin teñir que tanta curiosidad suscitan, podrían estar también por la voluntad de alejarse "de la idea de que el paso del tiempo debe esconderse o disimularse".

Fiel a las tendencias, pero también a la voluntad de transmitir algo

Cabe decir que, tal y como nos expone Jesús en declaraciones exclusivas para la web de esta revista, tampoco desentona en demasía lo anterior con la tónica general. "Su Majestad ha adoptado una estética sobria y moderna, y esta elección refuerza su estilo personal de minimalismo y naturalidad", dice el experto, para después señalar que "al no teñirse las canas, envía un mensaje de confianza en sí misma y de aceptación, no solo de su imagen, sino de la diversidad que puede existir en las expectativas de belleza femenina".

Porque no importa la exposición, que más allá de toda elegancia y perfección a Letizia se le conoce la conciencia por lo que sucede en la sociedad. Y eso comprende la resistencia a toda opresión que vaya de la mano con la estética, incluso la asumida en lo monárquico. "Podría ser una señal de que no siente la necesidad de seguir las expectativas tradicionales de la realeza, rompiendo con los códigos de belleza que históricamente se han asociado con la figura real", apunta Reyes.

"Bajo mi perspectiva, creo que esta decisión podría estar alineada con una creciente tendencia en la sociedad, donde muchas mujeres eligen mostrar su cabello gris o canoso como un acto de liberación frente a los estándares impuestos por la industria de la belleza", añade. Una alusión a esas tendencias, que a veces sigue y de las que para otras reniega, con dos pareceres que en este caso se hermanan y le permiten ser 'ella misma'. Porque "como referente de estilo" que es, también es de recibo admitir su contribución "a esta normalización, reafirmando que la belleza no depende exclusivamente de la juventud". Fiel a sí misma, pero sin obviar la importancia del mensaje. Ese mensaje siempre presente.