Hay pocos royals que se hayan atrevido a desafiar por completo las normas y cánones estéticos. Pertenecer a un árbol genealógico de la realeza viene acompañado de un sinfín de directrices que no solo se imponen en cuanto a protocolo, también en el estilismo y en la imagen que se proyecta. Sin embargo, con respecto a Kalina de Bulgaria (52 años), podemos ver que la princesa ha mantenido toda su vida una lucha por derribar todos estos constructos y ha vivido como realmente ha querido. Kalina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Gómez-Acebo, que es su nombre completo, siempre ha intentado pasar de puntillas en cuanto al mundo mediático se refiere; sin embargo, sus contadas apariciones públicas en eventos o actos oficiales consiguen que el foco apunte sobre su persona y siempre termina acaparando titulares. Sus arriesgados cambios de looks y su imponente y trabajado físico musculoso logran captar la atención, de ahí que sea la hija de rey Simeón II de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo que más interés despierta.
Sin ir más lejos, a principios de este mes, todas las miradas se fijaron en ella durante su reaparición pública en la repatriación del cuerpo de Fernando de Bulgaria. Las imágenes, donde se podía apreciar su altísima definición, corrieron rápidamente como la pólvora y las críticas tampoco tardaron en salir. Kalina lleva años dedicaba al mundo del deporte, llegando a ser amazona profesional y compitiendo en campeonatos tanto dentro como fuera de su país. "Me dedico al entrenamiento con cargas de pesas y a la salud del cuerpo, soy deportista", aseguró con contundencia en una reciente entrevista para El Mundo.
ASÍ ES KALINA DE BULGARIA, la princesa más camaleónica
La historia de la Familia Real búlgara no es sencilla. Hay que recordar que Simeón fue el último zar de Bulgaria, y llegó a ser el primer ministro del país durante cuatro años. Tras la revolución del 9 de septiembre de 1944, toda la familia real pasó a estar en arresto domiciliario hasta que dos años después se marcharon al exilio. Primero estuvieron en Alejandría y más tarde en nuestro país, concretamente en Madrid. En el año 1962, Simeón se casaría con la aristócrata Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, hija de los marqueses de Cortina. Fruto de su matrimonio llegarían sus cinco hijos, Kardam, que falleció en 2015 a consecuencia de un accidente de tráfico, Kyril, Kubrat y Konstantin, y la benjamina y única mujer, la princesa Kalina. Si algo la ha caracterizado siempre es su espíritu valiente, transgresor y, sobre todo, muy rompedor. A través de sus estilismos, Kalina ha expresado muchas veces su personalidad arrolladora, y no ha temido por ser el centro de todas las miradas.
A lo largo de los últimos años, la princesa ha llevado todo tipo de estilos, tanto de maquillaje como de pelo. Rapada, con trenzas, colores fantasías, a su cabello le cabe de todo. Algo que también hemos visto en su rostro, que no ha tenido miedo al arriesgarse a la hora de teñirse las pestañas, usar tonos excesivamente pálidos de maquillaje para su piel o entregarse de lleno al color con labiales de colores explosivos. En sus looks, Kalina parece haber encontrado una manera de sacar a relucir ese lado rebelde, irreverente y agitador, pese a llevar una vida de lo más metódica y tranquila, sobre todo con su familia; su gran pilar.
Otra parte importante en su vida es su faceta de deportista, algo que podemos constatar con tan solo ver sus musculosos y fuertes brazos. "He competido durante 15 años en Marruecos en campeonatos nacionales e internacionales, representando a Bulgaria", confesaba a LOC. Además, en esta misma entrevista ponía de manifiesto lo orgullosa que se sentía de haber representado a su país. "La primera vez que vi la bandera de Bulgaria en una competición, porque yo era la única amazona búlgara, me llenó de orgullo", confesó.
Más allá de su pasión por el deporte, también siente una gran atracción por las artes aplicadas o la restauración de muebles. Además, Kalina de Bulgaria es una luchadora incansable por varias causas sociales, como los derechos de los animales, la lucha contra el cambio climático o la defensa del medioambiente.
FELIZMENTE CASADA desde hace 20 años Y CON UN HIJO
La princesa de Bulgaria lleva más de dos décadas casada con el investigador y explorador español Kitín Muñoz. El matrimonio goza de una relación más que consolidada y fuerte. La pareja comparte las mismas inquietudes y valores. Uno de sus proyectos conjuntos más recientes (y ambiciosos) es una expedición a la Antártida para llevar a cabo "un exhaustivo estudio y análisis de las aguas del océano Antártico". El pasado 2022 cumplieron 20 años de casados y lo celebraron por todo lo alto junto a la familia en el palacio de Vrana, a las afueras de Sofía. "Ha sido muy emotivo para nosotros y para mi padre, el Rey Simeón, celebrar nuestro veinte aniversario de boda en la capilla del palacio de Vrana. Es una ceremonia llena de simbolismo", confesó a la revista '¡Hola!
Fruto de su amor nació su hijo en común, Simeón Hassan (17 años), que recibe este nombre en honor a al fallecido rey de Marruecos, ya que Kalina siempre ha sentido una conexión muy cercana con este país de África del Norte.
El pequeño, que está a punto de cumplir la mayoría de edad, ha heredado ese espíritu aventurero y guerrillero de su madre y de su padre. Recordemos que Kitín fue Boina Verde. El hijo de la princesa Kalina ya ha tenido incluso su primera toma de contacto con el Ejército, concretamente en un campo de orientación. "Llevaba dos años queriendo ir y, con 16 años, pensamos que era el momento. Simeón tiene madera de soldado y esa manera de ser nos llena de orgullo. Tanto Kalina como yo creemos que sería muy bueno un acercamiento a la vida militar", deslizó Kitín sobre las inclinaciones de su hijo. En una entrevista que llegó a conceder el joven para la revista '¡Hola!'aseguró que su padre había tenido mucho que ver en esto. "Hablo cinco idiomas, pero todavía no sé lo que voy a estudiar, aunque sí quisiera ser Boina Verde como mi padre". Fueron precisamente estas historias que le contaba su padre cuando era pequeño las que despertaron su interés por el mundo militar. "Me contaba mil batallas de cuando estuvo en las montañas como guerrillero", aseguró el joven.
Aunque toda la familia vivió durante años en Marruecos; país del que guardan grandes recuerdos, hace unos meses decidieron irse a vivir a Bulgaria, cumpliendo así otro de los grandes sueños que siempre tuvo Kalina. "Siempre he querido vivir aquí. Me casé en Bulgaria, tuve a mi hijo Simeón en Bulgaria. Y ahora cumplo un sueño: vivir en Bulgaria. Nuestro día a día es como el de cualquier familia", confesaba para LOC. Y así es, pese a su físico escultural y a pertenecer a la realeza, en la vida de Kalina lo que realmente reina es la tranquilidad y mucha normalidad.