En el listado de familias reales europeas las hay que levantan más y menos pasiones. Que despiertan un interés mayor o menor por parte de la ciudadanía. Que gustan mucho o que gustan poco, en definitiva. Para alegría de los Orange-Nassau, la Casa Real que reina en los Países Bajos, la suya es una de las que sale mejor paradas de la comparativa. Una estirpe que gusta, por su naturalidad, sus formas de aproximarse a los súbditos de la Corona, sus risas contagiosas y, en el caso de España, por su cercanía con los Borbón Ortiz.

De un tiempo a esta parte ha quedado cada vez más evidenciada esa conexión entre las dos dinastías, y para muestra el viaje de Estado de don Felipe y doña Letizia a Holanda el pasado abril de 2024. En el marco de las incontables actividades culturales y de representación institucional que su agenda contemplaba, también hubo tiempo para dedicarse palabras de afecto. De unos monarcas a los otros, y viceversa. La prueba definitiva de que con Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta la buena sintonía va más allá de los protocolos.

Quizás sea por algo tan sencillo como que su situación es de lo más similar. Patrones que se siguen, de algún modo, con la particularidad de que el actual Rey de los Países Bajos ascendió al trono en el 2013 y Felipe hizo lo propio tan solo un año después, en el 2014. Todo con el añadido de que la siempre radiante y carismática Máxima es hispanohablante, pues nació y se crio en argentina, de modo que el diálogo entre ellos se convierte en todavía más fluido. Ahora bien, ¿qué hubo antes del escenario actual y cómo han llegado los holandeses hasta este punto?

La reina emérita Beatriz y el príncipe Nicolás, su difunto marido

Pues también como en el caso de Felipe, la subida de Guillermo Alejandro al trono también se fraguó con una abdicación. En este caso fue una mujer, la reina Beatriz, su madre, la que como don Juan Carlos I tomó la decisión 'motu proprio' de legar el peso de la institución en su primogénito. Lo hacía después de más de tres décadas de reinado, que se dice pronto. Treinta y tres años, para concretar. Veintidós acompañada de su marido Nicolás de Amsberg, que falleció el 9 de agosto de 2002 por un infarto agudo de miocardio.

Beatriz Nicolás 1966
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Klaus-Georg, que era en realidad el nombre de su esposo, fue príncipe consorte los Países Bajos desde el mismo momento en el que Beatriz comenzó a ser jefa de Estado tras la abdicación de su madre, la reina Juliana, en 1980. Ya por entonces estaban más que listos para el gran momento, pues cuando se produjo la proclamación llevaban catorce años de casados. Fue el 10 de marzo de 1966 y en dos ceremonias cuando sellaron su amor. Por lo civil en el Amsterdam City Hall, y por lo religioso en la iglesia de Westerkerk. Después, claro está, vinieron los hijos.

Reina Juliana Beatriz Nicolás Guillermo Alejandro Friso Constantino
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Y la que formaron fue una familia numerosa, como parece ser tradición no escrita en la estirpe. No tanto como la de Beatriz, que compartió el hogar familiar con tres hermanas, pero casi. En lugar de cuatro como su madre, ella tuvo tres. Tres hombres, además. De un núcleo femenino a uno totalmente masculino, al que primero llego su primogénito Guillermo Alejandro, entonces heredero y ahora Rey, nacido en 1967. Un año más tarde, en 1968, llegó al mundo el príncipe Friso, el mediano. El círculo se cerró en 1969 con el nacimiento del tercero y más pequeño de palacio, el príncipe Constantino.

Los desconocidos hermanos del Rey de Holanda y una dura tragedia

Como sus padres, los tres apostaron por formar su propia familia. Con la particularidad de que, de nuevo y como sucedió con sus abuelos maternos, todos tuvieron descendencia femenina. Solo entre los hijos de Constantino y su mujer Laurentien Brinkhorst hay un niño, el conde Nicolás Casimiro, nacido tras la mayor, la condesa Eloísa, y antes de su hermana pequeña, la condesa Leonor.

Constantino Laurentien sobrinos Guillermo Alejandro
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El caso de Friso también es particular, pues el mediano de los hijos de la exmonarca del país de los tulipanes optó por no tener una familia numerosa. Solo dos niñas, la condesa Luana y la condesa Zaria, nacieron del tiempo que pasó casado con Mabel Los. En pretérito, porque el hermano de Guillermo Alejandro falleció el 12 de agosto de 2013, a causa de un daño cerebral tras sufrir un accidente de esquí.

Friso Mabel Los
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Un antes y un después de lo más trágico para una familia real siempre afable y admirada, que tuvo que hacer frente a una pérdida irreparable. No solo para la princesa Mabel y sus dos hijas, por siempre apenadas por el repentino adiós que tuvieron que dar al príncipe, sino también por parte de su hermano mayor, que llevaba tan solo unos meses ejerciendo como soberano y reconoció sentirse muy triste al conocer la noticia.

Guillermo Alejandro y Máxima, padres de otra familia numerosa (y femenina)

Lamentos en lo personal aparte, el actual monarca sí puede enorgullecerse de cuan exitoso ha resultado su reinado dentro y fuera de los Países Bajos en los más de diez años que lleva al frente de la institución. Él gusta, y más gusta si cabe su mujer. Con Máxima, natural de Buenos Aires y licenciada en economía que trabajaba como agente de inversiones en Nueva York, se casó el 2 de febrero de 2002. Desde entonces no se han separado.

Guillermo Alejandro Máxima 2002
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Sí, igual de juntos que el primero de los días, cuando cruzaron miradas en la Feria de Abril de Sevilla y quedaron prendados el uno del otro. Tanto como para sellar su amor pasando por el altar a pesar de la gran controversia que generó entre la población neerlandesa saber quién era el padre de su prometida. Jorge Zorreguieta, que podía sonar desconocido para los holandeses de a pie, pero en el pasado había sido miembro civil del régimen del dictador Jorge Rafael Videla.

Revuelo suficiente para que el primer ministro le pidiese no asistir a la boda. Jorge acató. Un mal inicio, que en realidad ha servido ha sido para demostrar su habilidad de sortear casi cualquier polémica con gracia. Nada mejor que el legado que dejan en su generación 'sustituta', en la que su primogénita Amalia, princesa heredera nacida en el 2003, ya se erige como una de las figuras de referencia de la realeza europea para el futuro venidero.

Amalia Alexia Ariane
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La realidad es que tiene 20 años y ya destaca como pocas entre el resto de princesas del continente, y no porque sus hermanas pasen inadvertidas. Porque sí, la de los Reyes de Holanda también es una familia numerosa y mayormente femenina. A la heredera la siguen la princesa Alexia, nacida en el 2005 -y amiga de Leonor, pues ambas estudiaron juntas en el UWC Atlantic College de Gales- y la princesa Ariane, la benjamina del núcleo duro de los Orange-Nassau, a la que dieron la bienvenida en el 2007. Dos mujeres que, como su hermana, cada vez más comentarios suscitan entre la crónica real.