Calor, playa y vacaciones. Tres conceptos que históricamente están hermanados con la idea que tenemos del verano. Tres ideas que aplican durante la temporada estival. Pero no a todo el mundo, porque más allá de las excepciones que se den entre las personas de a pie, por ahora la Familia Real no ha olido el descanso en lo que va de estación. Ni siquiera la princesa Leonor y la infanta Sofía. La mayor ha pasado el último curso interna en la Academia General Militar de Zaragoza, mientras que la pequeña ha hecho lo propio en el UWC Atlantic College de Gales. El caso es que la vuelta a casa ha quedado marcada por todo tipo de responsabilidades. Véase su implicación en los Juegos Olímpicos de París.

Dado el protagonismo que ha adquirido la Princesa de Asturias en la institución desde que cumplió la mayoría de edad, su aparición en escena para animar a los atletas españoles XXXIII Olimpiada se dio por hecho desde el principio. También la de su hermana, que a pesar de haber quedado retirada del ojo público durante sus meses en el Reino Unido, desde que regresó a España no ha dejado de acompañar a la heredera en prácticamente todas sus gestiones oficiales. Predicción cumplida, y de qué manera. Mientras que Felipe y Letizia se limitaron a participar de la ceremonia de inauguración y algunos actos previos a los torneos, sus hijas se han convertido en el emblema de la monarquía durante estas jornadas.

El incansable periplo deportivo de Leonor y Sofía en París

Desde la grada, predispuestas a vitorear a los deportistas nacionales. Sin padres y en el escenario ideal para darse un poco más a conocer. Fue el pasado 27 de julio cuando tuvo lugar el debut de Leonor y Sofía como 'cheerleaders' por excelencia. Cogieron el testigo de sus padres y no faltaron a su cita con el frenético partido de tenis que enfrentó a Carlos Alcaraz y Rafa Nadal con los argentinos Máximo González y Andrés Molteni. Una jornada de victoria para los españoles, como si las hijas del soberano sirviesen como talismán para los atletas, y también el pistoletazo de salida de un periplo por todos los eventos que se están celebrando en la capital francesa día sí y día también.

Y es que mientras Felipe VI y doña Letizia se han desplazado hasta la isla de Mallorca, donde ya se encontraba doña Sofía, las pequeñas del núcleo duro de la Casa Real española parecen resistirse a instalarse en el Palacio de Marivent. Un viaje que, por ahora, ha quedado aplazado, porque princesa e infanta no paran. Natación, bádminton, hockey, balonmano o vóley-playa son algunas de las disciplinas que han tenido el placer de ver en directo como muestra de su compromiso con la delegación española. Momentos de adrenalina y euforia colectiva a los que, como el resto de asistentes, se han unido sin pudor con una espontaneidad no vista hasta la fecha. Para muestra, el momento en el que ambas se animaban a seguir la 'ola' desde la grada para apoyar a los jugadores del equipo masculino de waterpolo.

Leonor y Sofía
GTRES

Sin lugar a dudas, y aunque con el paso del tiempo han ganado en naturalidad, un claro ejemplo de que tanto Leonor como Sofía saben disfrutar del momento como cualquier otra persona. Como cualquier joven de su edad, pues al fin y al cabo no dejan de ser dos chicas de 17 y 18 de años. Dos chicas que, a pesar de cumplir con sus visitas protocolarias a la Villa Olímpica y los saludos a autoridades y deportistas, encuentran huecos para la diversión. Esa diversión que, en su caso, es compartida, pues basta con revisar todos los momentos en los que se han dejado ver juntas para darse cuenta de que su enorme complicidad. Una complicidad que inmortalizan, más allá de los fotógrafos de las agencias y del equipo de Casa Real, ellas mismas.

Un error considerable que no ha pasado inadvertido

El asunto del 'selfie', que no ha pasado inadvertido, y que ha terminado por convertirse en viral en el caso de Leonor. Y eso que no fue la primera. De hecho, la primerísima autofoto de los Borbón Ortiz se materializó el pasado 2023, cuando Felipe, Letizia, Leonor y Sofía se tomaron su propia instantánea durante la graduación del Bachillerato Internacional de la heredera. La cuestión es que fueron los Reyes los que iniciaron esta nueva 'tradición' en la inauguración de estos Juegos, fotografiándose antes de asistir a la ceremonia. Estampa que se ha repetido con mucha frecuencia en el caso de sus hijas. Por cuestiones generacionales, mucho más dadas a esta dinámica del autorretrato, aunque la Princesa de Asturias haya revelado un detalle muy llamativo.

Leonor y Sofía
GTRES

Un descuido mayúsculo, pues al hacer el movimiento de brazo para tomarse la foto mientras se disputaba el citado partido de vóley-playa, la futura monarca dejó a la vista el verdadero estado de su teléfono. Concretamente, del protector que se encarga de evitar que la pantalla sufra daños. Todo porque, con el propósito de usar la cámara trasera -y obtener una imagen de más calidad-, giró el móvil. Fue entonces cuando los objetivos de la prensa captaron que no está en las mejores condiciones. Algo gastado y con los bordes levantados. El error que se queda como una de las anécdotas más destacadas de sus días en el país vecino.