Mónaco siempre ha sido la cima del glamour. Su familia real, además, está claramente inspirada en el mundo de Hollywood, gracias a “la abuela” de la saga, Grace Kelly. Los monegascos siempre han respirado la mayor de la sofisticación y para mucha gente no cabe ninguna duda de que son la casa real europea más estilosa, pero en esta ocasión han querido dar un inesperado viraje y sorprender a todos con una propuesta de felicitación de Navidad mucho menos “espectacular” de la que esperaban, pero con más valores y que ha conseguido lo que la Casa real Española no ha sido capaz.

Charlene de Mónaco, conocida por su elegancia discreta y sencilla, y que se ha mantenido fiel a su esencia durante todo el tiempo que ha formado parte de la familia real monegasca, ha conseguido plasmar su personalidad también en la icónica felicitación de Navidad y la decoración de las estancias del palacio durante estas fiestas. Los brillos, destellos y grandes decoraciones han dado paso a un enfoque mucho más natural. 

Charlene de Mónaco
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Sin olvidar la tradición de estas fiestas, y sobre todo, sus elementos imprescindibles, sí que hemos detectado una evolución hacia la cercanía de Alberto de Mónaco y su familia al completo, tanto en la celebración de este año de os ‘royals’. ¿Ha llegado una nueva era mucho más “consciente” en la corte monegasca? ¿Han conseguido lo que Letizia y Zarzuela no han sido capaces de conseguir?

Una felicitación “de andar por casa”

Mientras que otros años la felicitación de la Familia real de Mónaco destacaba por recoger todo el glamour, brillo y sofisticación que caracteriza a estas fiestas, con Alberto, Charlene y los gemelos perfectamente vestidos de gala, y con un ambiente muy festivo y elegante, para este año 2024 el enfoque de comunicación ha sido completamente diferente. 

Y es que la naturalidad, la cercanía y la “comodidad” ha sido la gran protagonista de la estampa navideña que los ‘royals’ han distribuido como felicitación navideña a todo el mundo. En ella, podíamos ver cómo los cuatro integrantes de la familia, con un gesto muy sereno y calmado, comparten tonos tierra, beige y claros en su atuendo, así como tejidos cómodos y muy invernales, como el punto. 

Charlene y familia
Instagram: @palaisprincierdemonaco

Aunque cada monarca tiene su estilo único y sus propias prioridades al comunicar, las felicitaciones navideñas son una oportunidad clave para conectar con el público. Y es que, viendo esta felicitación navideña, viene directamente a la mente la que han utilizado en el Palacio de la Zarzuela de parte de Felipe VI, Letizia y sus hijas Leonor y Sofía, que sin dudas está mucho menos producida que la de Mónaco. 

Una sesión de fotos específica

La Navidad es un momento perfecto para que las familias reales conecten con el público, y la felicitación navideña se convierte en una herramienta clave para proyectar cercanía, elegancia y cohesión. Aunque no todas lo aprovechan de la misma forma.

La primera gran diferencia está en el enfoque visual.  Por un lado, vemos que la felicitación del principado se ha realizado con una sesión de fotos específica, donde todos estaban preparados. Charlene y su familia optaron por una sesión fotográfica especialmente realizada para la ocasión. La imagen refleja un esfuerzo deliberado por crear un ambiente navideño, con una escenografía cuidada que incluye árboles decorados, luces cálidas y una composición muy cuidada.

Mientras que en la española se ha seleccionado aprovechando una fotografía de otro evento, concretamente la celebración del décimo aniversario del reinado de Felipe VI, donde la familia real se reunió por completo. Letizia ha optado por reciclar imágenes de eventos anteriores que no siempre captura directamente el espíritu festivo de la Navidad. Aunque estas elecciones son prácticas y muy cómoda, sin duda lanza un mensaje mucho menos inspirador. 

Felicitación Reyes
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Mostrando parte de su hogar

Otro gran acierto de los monegascos es hacernos “pasar a su casa”. El Palacio del Príncipe es una joya arquitectónica que combina elementos medievales, renacentistas y barrocos. La propia idea de la Navidad nos lleva a arremolinarse alrededor de la chimenea y, para potenciar aún más este lugar imprescindible en cualquier estancia, Charlene de Mónaco ha decidido rodearse de elementos con mayor intensidad de luz. 

En este contexto, Charlene ha respetado las raíces históricas del edificio al conservar detalles ornamentales originales y sacarles todo el partido, como es el caso de esta espectacular chimenea frente a la que posan todos juntos. Al elegir mostrar un rincón de su hogar, la princesa transmite autenticidad y abre una ventana a su vida personal. Ese lugar ha sido escogido por la familia para enseñar a todo el mundo su pequeño rinconcito y la decoración del espacio, cuidada, pero no ostentosa, refuerza la idea de que incluso en el lujo, la Navidad es una festividad para compartir en familia.

La ropa también es un mensaje 

Este aprovechamiento hace que la fotografía de nuestros ‘royals’ sea muy poco navideña, mientras que Charlene de Mónaco y su familia sí es una estampa completamente navideña y organizada, como podemos ver claramente en los propios estilismos de los 'royals'.  Toda la familia luce atuendos que, sin ser excesivamente formales, están perfectamente coordinados en tonos cálidos y parece un catálogo navideño de ropa. 

Vemos como los monegascos están perfectamente combinados en tonos beige y marrón. Este detalle refuerza la sensación de unidad y armonía, y muestra que cada elemento de la imagen ha sido cuidadosamente planeado. Lejos quedan los estilismos llenos de brillo, y ahora han querido mostrar su lado más cercano, como si estuviéramos compartiendo con ellos una distendida tarde en Le Palais Princier. Mientras las Felicitación de Zarzuela únicamente nos muestra un “descarte” de una fotografía normal dentro de la agenda real.