El calvario no termina para la realeza noruega. Especialmente para Mette-Marit, la princesa heredera consorte del reino por su matrimonio con el príncipe Haakon, que a la delicada situación de su hijo Marius Borg se suma la suya propia. Porque no, el complejo entramado judicial en el que está envuelto su primogénito, nacido de una relación anterior a casarse con el futuro soberano, no es la única dificultad con la que lidia. Su salud se resiente de nuevo y la preocupación es máxima.
Los más observadores de la Corona del país nórdico ya saben de buena tinta cuan frágil se ha visto la princesa de un tiempo a esta parte, desde que fue diagnosticada de fibrosis quística. Una dolencia muy complicada que, al afectar directamente a lo físico, la ha obligado en más de una ocasión a 'desaparecer'. Retirarse de la primera línea para reposar, exenta del ajetreo propio de una agenda oficial. Y ahora, la historia se repite después de que la Casa Real haya emitido un comunicado urgente acerca de su estado.
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La Corona desvela cambios en la rutina de Mette-Marit
No es la primera vez que la institución toma la iniciativa de actualizar a la ciudadanía acerca del estado de la princesa. Lejos del hermetismo propio de otras monarquías como la británica, que durante meses ocultó el cáncer que padecía Kate Middleton, los noruegos apuestan por ir con la verdad por delante. Y la verdad no es otra que, por mucho que así ella lo quisiera, Mette-Marit no está capacitada para seguir el ritmo que quisiera.
Tampoco el que se le asume a la que previsiblemente será reina consorte de la nación. Es por eso que, a efectos oficiales, la Corona ha vuelto a incidir en esto en la última de sus comunicaciones oficiales. Un texto en el que se especifica, como ya ha sucedido en ocasiones pasadas, que "sufre síntomas y dolencias diarias que afectan a su capacidad para desempeñar sus funciones". Lo anterior, y que "necesita más descanso y su rutina cambia más rápidamente que antes".
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"Los cambios en su agenda oficial pueden ocurrir con mayor frecuencia y en menor tiempo de lo que estamos acostumbrados", reza también el mensaje. Unos cambios que, en realidad, ya se han venido dando, siendo cada vez más frecuenta la imagen de Haakon Magnus asistiendo a actos o viajes oficiales en solitario. Sea como fuere, si algo pretende la misiva emitida al pueblo noruego es que "la princesa heredera tiene un fuerte deseo de seguir trabajando". De ahí que la prioridad de cara a nuevos organizar "su programa oficial en el futuro de la mejor manera posible para que su salud y su trabajo puedan combinarse".
Los expertos en realeza alertan de la situación límite de la princesa
Tan solo unos días antes de ver la luz este alarmante comunicado sobre el escenario actual, la periodista Pilar Eyre, experta en realeza, refería a cuan compleja es la situación de la nuera del monarca noruego en su blog de la revista 'Lecturas'. "Gravemente enferma", describía a Mette-Marit la cronista, para después exponer que la suya es una enfermedad "grave, incurable y dolorosa" cuya consecuencias comprenden "inseguridad, ansiedad, tristeza y depresión".
Además, en la línea del necesario reposo al que la propia Casa Real ha remitido para paliar estos efectos, Eyre se sumaba al hecho de que "los médicos aconsejan un entorno tranquilo y rutinario". De no ser así, "la esperanza de vida de estos enfermos, ya muy mermada, se acorta radicalmente". Un porvenir fatal que nadie querría y precisa de ese descanso, a pesar de que lograr la verdadera tranquilidad sea casi un imposible cuando las polémicas de su vástago siguen copando titulares de la crónica real.