Hay hijos e hijas que deciden seguir los pasos de sus progenitores inspirados por la pasión con los que estos le han inculcado sus propios estudios o trabajos. Pero otros, deciden emprender un nuevo camino alejado de lo que hicieron sus padres. Si no, que se lo digan a Alexandra de Hannover, la hija pequeña de Carolina de Mónaco, que ya se ha graduado de su formación académica y no sigue la tradición familiar.
Si hay algo que la familia Grimaldi ha llevado siempre a gala es su concepto de la libertad. Durante décadas y generaciones hemos visto cómo sus integrantes eran los ‘royals’ más atípicos y, siempre con una pátina de glamour indiscutible, hacían lo que les daba la gana. Y las nuevas generaciones de esta Casa Real Monegasca no podía ser menos. Por eso muchas veces vemos que las personalidades de los miembros de la familia a veces no encajan o pasan por momentos de tensión por no comprender algunas decisiones.
Pero en esta ocasión, seguro que la decisión de Alexandra de Hannover, que es la hija pequeña de Carolina de Mónaco con Alberto de Hannover, no ha molestado a su madre, porque al fin y al cabo es una buena noticia que la joven quiera ser ella misma y haya conseguido superar este ciclo universitario. Aun así, lo que sí ha hecho la joven ha sido romper una tradición que tanto su madre como su hermana mayor sí cumplieron.
La (segunda) carrera de Alexandra de Hannover
Hace unos días hemos podido conocer, gracias a la publicación en redes sociales de algunos de los asistentes y de ella misma, que la hija menor de Carolina de Mónaco, Alexandra, ha celebrado una multitudinaria graduación en París, donde estudia desde hace años. La ‘royal’ estudia en una universidad americana, concretamente en la prestigiosa Universidad de Columbia, esta institución tiene una sede en la Ciudad de la Luz, donde la joven ha realizado sus estudios por completo.
La propia universidad felicitaba a los graduados con un texto que los integra en la comunidad, aunque se encuentren a miles de kilómetros: “Felicidades a la promoción de 2023-2024. Hoy lo celebramos con los estudiantes que están todavía en París. Felicidades a la clase de 2024, desde cerca o desde lejos, os celebramos”. Sabemos que la joven ya realizó en las instalaciones de esta universidad en Nueva York formación en Ciencias Políticas y Filosofía. Pero ahora, hemos podido conocer que Alexandra de Hannover ha decidido seguir estudiando y graduarse ahora, desde París, en Historia y Literatura.
Intereses comunes pero fin de la tradición
Según explica Juanra López en Mujer Hoy, “Sin duda, Alexandra de Hannover comparte con su hermana Carlota Casiraghi inquietudes intelectuales y la pasión por la lectura. Su madre, la siempre elegante Carolina de Mónaco, también ha demostrado tener esas mismas aficiones que sus hijas y la misma pasión por el saber, algo que les ha inculcado desde su más tierna infancia”.
Pero, aunque en cierta parte, los intereses son comunes y su pasión por el conocimiento bebe de las mismas fuentes, la joven ha decidido romper con casi una tradición que unía más aún a Carolina de Mónaco con sus hijas. Y es que Carlota Casiraghi, la hija de la royal, estudió lo mimo que su madre, y en el mismo lugar.
Las carreras “pareadas” de madre e hija
Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiraghi comparten más que un vínculo madre e hija, si no que también las une una pasión por la filosofía. Ambas estudiaron esta disciplina en una de las universidades más prestigiosas del mundo, la Sorbona de París, símbolo de excelencia académica y lugar tremendamente famoso y donde grandes nombres han decidido formarse.
Este interés filosófico se podría decir que ha definido muy bien sus personalidades públicas. Desde joven, Carolina mostró una inclinación por el mundo académico, en parte alejado de sus propios padres, que venían del mundo de la fama y del glamour, lo que la llevó a matricularse en la Universidad. Durante su etapa universitaria, además, Carolina se enganchó también al mundo de la cultura y las artes, áreas en las que ha trabajado activamente a lo largo de su vida.
Décadas después, su hija Carlota Casiraghi siguió sus pasos y optó por estudiar la misma carrera que su madre, y además en el mismo lugar, La Sorbona, quizá inspirada por la pasión de su madre y por los propios recuerdos de esta época tan feliz para la hija de Grace Kelly. La propia Carlota ha reconocido en múltiples entrevistas que ha sentido “pasión por el pensamiento contemporáneo” y sobre todo la literatura, gracias a su madre.
Y de aquella decisión formativa, llegó una vida cargada de pasiones culturales para ambas. Mientras Carolina ha utilizado su formación para involucrarse en causas culturales y filantrópicas, Carlota ha llevado su amor por la filosofía al campo editorial, colaborando con revistas especializadas y organizando eventos de debate intelectual, incluso trabajando con grandes marcas, como Chanel, donde dirige clubs de lectura o está muy involucrada en el festival de Filosofía en Mónaco.
Se podría decir que la filosofía ha trascendido generaciones en la familia, pero la joven Alexandra ha decidido, además, añadir nociones de historia y política con el fin de adaptarse a un mundo cada vez más complejo.