Es uno de los hombres más interesantes del país, pero también de los más desconocidos. Su figura marcó un hito en la corona española y después desapareció. Hablamos de Jaime de Marichalar, el exmarido de la infanta Elena y padre de los mediáticos Froilán y Victoria Federica, que ha sabido reorientar su vida fuera de los focos y mostrar un marcado antes y después en su vida como ex ‘royal’. 

Su capacidad de adaptarse a diferentes facetas de la vida pública le permitió, tras un complicado proceso de separación, dar un giro a su carrera y encontrar su lugar en un mundo, completamente distinto al que lo vinculó con la realeza.

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La historia del “peor yerno” está marcada por altibajos, desde su relación con la Infanta Elena, sus desacuerdos con otros miembros de la Casa Real, hasta su reinvención en el mundo de la moda y el lujo, del que siempre ha sido un gran apasionado. Aunque su vida ha estado rodeada de controversias y secretos, Marichalar ha sabido reinventarse como nadie.

El antes de Marichalar

Nacido en Pamplona en el año 1963, Jaime de Marichalar es el tercer hijo del noble Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, perteneciente a una familia de la alta aristocracia española. Su vida en la alta sociedad le permitió entrar en círculos selectos desde muy joven, y sería su carisma y su capacidad para relacionarse lo que, en gran parte, conquistó a la infanta Elena.

El matrimonio entre ellos, que se celebró en 1995 en Sevilla, fue uno de los eventos más comentados de la monarquía española en aquel momento. A lo largo de los años, la pareja mantuvo una relación en la que el pamplonés, aunque no desempeñó un papel oficial como parte de la Familia Real, estuvo muy presente en actos públicos y eventos de carácter institucional y sobre todo, redefinió por completo el estilo de la Infanta Elena. En 2010, Jaime de Marichalar y la Infanta Elena anunciaron su separación tras más de una década juntos. 

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De esta unión nacieron Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, y Victoria Federica, los dos hijos de la pareja que luego se han convertido en los mayores protagonistas de portadas de la familia real española, pero por motivos muy diferentes el uno del otro. Mientras el hermano mayor disfrutaba de todos los placeres de la vida, la hermana pequeña se ha convertido en una influencer internacional, ayudada por su estiloso padre, a convertirse en un referente de moda. 

El “peor yerno” 

Pero si hay un título que se repitió en aquel momento era el de ser el “pero yerno” de los monarcas, Juan Carlos I y Doña Sofía. Se le acusó de comportamientos arrogantes, de no haber sabido adaptarse a la vida dentro de la Familia Real y de tener una relación tensa con algunos de los principales miembros de la Casa Real. Aunque los motivos de la separación nunca fueron completamente aclarados, lo cierto es que transcendió que Jaime de Marichalar se había ganado el rechazo de algunos miembros de la realeza.

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Por supuesto, nunca se comunicó nada de forma pública y la sombra de la duda planeará siempre sobre su figura en palacio. Él, por su parte, decidió “desaparecer” y comenzar una nueva vida alejado de los focos mediáticos y sin comentar nada más sobre su historia con la monarquía ni lo que supuso toda esa época. 

Reconvertido en el mundo de la moda 

Lejos de la vida pública vinculada a la Familia Real, de la que decidió apartarse por completo, Jaime de Marichalar reforzó su pasión por el estilo y encontró una nueva forma de vida en el mundo de la moda y las marcas de lujo. Su perfil, siempre asociado a la elegancia y el buen gusto entregando algunos de los mejores looks nunca vistos en los Borbones, tanto para él, como para su mujer, le permitió trabajar como asesor de varias marcas prestigiosas, especialmente en el sector de los accesorios de lujo.

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Jaime de Marichalar saliendo del desfile de Schiaparelli en París

No cabe duda de que su papel en palacio, donde podía acceder a los mejores diseñadores y marcas, se sumó a su pasión y su experiencia, ampliando sus conocimientos sobre la etiqueta para abrirle puertas para colaborar con firmas de renombre.

Tranquilo y en los mejores desfile 

En la actualidad, Jaime de Marichalar lleva una vida mucho más tranquila, alejada del ajetreo mediático que sin duda tenía siempre enfocando hacia él cuando se encontraba con la Infanta Elena. Prefiere llevar una vida discreta, disfrutando de su tiempo personal y sin tener contacto con los medios de comunicación. 

Ahora, sigue trabajando con marcas de lujo y por ello acude a interesantes desfiles de Alta Costura, como recientemente pudimos verlo en París acudiendo a la presentación de la firma Schiaparelli. Asimismo, también se conoce, como dijimos, que asesora a su hija, Victoria Federica, y la pone en contacto con diversas marcas de alta gama, que gracias a su padre, que ha forjado el estilo de la joven durante años, colaboran con ella en sus redes sociales y cuentan con la influencer en sus eventos.