Ya no es su trabajo, pero es que no lo puede evitar. La reina Letizia lleva la comunicación en el ADN y es por eso que, incluso después de haberse retirado del periodismo, su oficio sabe a relucir cada vez que vuelve a llevarlo a la práctica. A fin de cuentas, por su posición pública no son pocas las veces que se pone ante un micrófono y da un discurso. Esas ocasiones en las que el recuerdo de lo aprendido vuelve a aflorar y su trayectoria como informadora vuelve a ponerse en valor.

Basta con revisar lo sucedido en uno de los últimos actos de su agenda oficial. Fue el pasado 30 de septiembre cuando, con motivo de la presentación de un nuevo servicio pionero para personas sordas en la Casa de la Radio, la consorte 'retomó' su antiguo trabajo. Ataviada con un traje de color lila que ya ha lucido en el pasado, se sentaba junto a Mamen Asencio en la mesa de RNE y comenzaba su parlamento. 

Letizia RNE
Gtres

Con su característica firmeza, contundencia y sonoridad, Letizia demostraba que sigue siendo una excelente comunicadora. Para muestra, su gestualidad y la forma clara y concisa de dirigirse a su interlocutora. Casi tres minutos en los que no perdió la sonrisa, pero tampoco la intencionalidad en las palabras. El reflejo de todo lo vivido que gracias a esta iniciativa de la radio pública ha vuelto a escena, marcando la diferencia con aquellos tiempos en los que su inexperiencia podía llegar a denotar inseguridad

El contraste con sus primeros años ejerciendo la profesión

En ningún caso refiere ese pasado a su paso por el 'Telediario' de La 1. Fue esa su última etapa en activo, justo antes de anunciarse su compromiso con el Príncipe de Asturias, y después de haber pasado por otras tantas redacciones. Fruto de su incansable esfuerzo, Letizia consiguió hacerse un hueco en la televisión pública, hasta el punto de ser una de las caras visibles de los servicios informativos. Una labor que desempeñaba con soltura, sin titubeos y con esa claridad que todavía hoy día la caracteriza.

El caso es que antes de aterrizar en los estudios de Prado del Rey tuvo otras tantas experiencias, aunque no haya tanta constancia de ello. En sus años mozos, la madre de Leonor y Sofía tuvo la oportunidad de formar parte de medios tan célebres como 'ABC', el diario mexicano 'Siglo 21' o la agencia 'EFE'. El salto a la televisión le llegó en el año 1999, cuando aterrizó en el extinto canal privado CNN+, donde presentó las noticias en el turno matinal. Eso, además de conceder algunas declaraciones a sus compañeros interesantes de cadena, como las que respectan a la 'Z' de su nombre y que recientemente se viralizaron en Internet.

Letizia CNN+
CNN+

El extracto del vídeo difundido por los internautas, en el que una jovencísima Letizia confiesa que "hubo que pedir un certificado a Roma para que llegase al obispado de Oviedo" y que "el funcionario del registro civil lo copió tal y como vino de Roma", no deja indiferente. No solo por su contenido, pues la particularidad del nombre de la Reina sigue siendo muy comentada, pero que también demuestra lo mucho que ha cambiado en su forma de comunicarse. Visiblemente más vergonzosa que en la actualidad, la Reina agachaba la cabeza en determinados momentos. Un gesto de inseguridad que difícilmente veríamos en ella en la actualidad, pues siempre mira de frente a sus receptores y procura no desviar la atención de la conversación.

El pasado de Letizia, plagado de anécdotas para el recuerdo

Cosas de haber crecido y ganado tablas en lo que a dirigirse a los demás respecta, aunque ahora se basen la mayoría de sus discursos en presidir actos oficiales de la agenda real. Un cambio de escenario que mantiene la voluntad de transmitir mensajes, para lo que se formó cuando era una joven estudiante de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid.

Un periodo de su vida, el que pasó como universitaria, sobre el que no se conocen demasiados detalles. Al menos, no hasta hace más bien poco, pues seguro que Letizia no esperaba que una de sus excompañeras de carrera sacase a relucir algunos de sus 'trapos sucios' de la época. Piedad, que es el nombre de la mujer que acudió como público a 'La Revuelta' y sorprendió a todos con su narración. Desde que era "muy buena estudiante" y "muy guapa", hasta que han "bebido juntas" y que "una vez nos emborrachamos viendo un mitin de Aznar".

Recuerdos de su juventud que se entrelazan con otras perspectivas reseñables, como las de los que tuvieron la oportunidad de ser sus profesores. Algunos tan conocidos como el periodista Pedro Piqueras, que admitió haber reconocido sus habilidades para la comunicación ya por aquel entonces. Sin saber que su alumna terminaría siendo una profesional tan loada. Mucho menos la Reina de España, Eso sí, demostrando su incansable implicación porque "siempre estaba dispuesta a salir la primera para lo que fuera". Esa implicación que, a pesar de los vaivenes de la vida, sigue intacta.