Con el paso de los años se renuevan también los representantes de las dinastías. Sea algo más o menos apreciado por los súbditos de la Corona, mejor o peor valorado, el caso es que el ciclo no cesa en aquellas Casas Reales que siguen en activo. La historia de las monarquías se sigue escribiendo, aunque las gracias del siglo XXI ya hace mucho tiempo que llegaron para quedarse a las sociedades modernas. Mil y una nuevas formas de proceder que no necesariamente se alinean con la tradición, de modo que no queda otra que adaptarse a los tiempos.
Variaciones en el imaginario conservador que comenzaron con la llegada de princesas plebeyas, como Letizia o Mary de Dinamarca, a palacio. Princesas que ahora son reinas y ceden el testigo a sus herederos. O herederas, porque atrás queda también la idea de que solo los varones podían acceder a ser soberanos. Esa nueva generación de 'royals', a la que hemos visto desde pequeños, que en un tiempo también ascenderá a sus respectivos tronos. Cabe destacar que con una visión bien distinta sobre las formas de vida que sus antecesores tuvieron. Para muestra, Ingrid Alexandra de Noruega. La hija de Haakon Magnus y Mette-Marit, futuros reyes del país nórdico por ser él el hijo de Harald V, que ha decidido tomar la iniciativa sobre sus propias decisiones más allá de ser la segunda en la línea de sucesión.
Ingrid Alexandra, la 'princesa rebelde' que ha hecho su vida más allá del trono
Podría calificársela de 'rebelde'. De ir a contracorriente, de algún modo. Ingrid sabe de su responsabilidad dentro de la Casa Real, pero no parece tener intención alguna de vivir como le plazca. La combinación entre las responsabilidades oficiales con el estilo de vida de una chica de su edad. Algunos medios la han acuñado, también, como la 'princesa hipster'. Y es que si algo sabe la hija del príncipe heredero es donde están los lugares de moda. Con solo 20 años, Ingrid ya se ha independizado.
En el barrio de Grünerløkka, en Oslo, para precisar. Lugar de artistas callejeros y punto de encuentro de los jóvenes bohemios de la ciudad que poco tiene que ver con la vida de palacio que ha dejado atrás. También, la determinación consciente de emprender un camino en solitario que remite a la experiencia de que ya sabe lo que es trabajar. Desde el pasado abril de 2023 y hasta hace bien poco, la joven ejercía de asistente escolar en el colegio Uranienborg, el centro en el que ella mismo estudió la primaria.
Un camino en solitario, que no en soledad. Y es que más allá del apoyo perenne de su familia, la futura representante de los nórdicos no ha escondido en exceso que tiene pareja. Lo hizo público la revista 'Se & Hør', en un viraje de la narrativa dentro de las altas esferas del conservadurismo que supone un 'shock' total para aquellos que abogan por no hacer un noviazgo público si no existe compromiso. Algo ciertamente impensable en otras Coronas que, para ella, no hay necesidad alguna de que aplique. Se trata de Magnus Heien Haugstad, compatriota y, según la información de sus perfiles profesionales, becario para la empresa Front Ocean Management. Tan férrea es su unión con el chico a estas alturas que no dudó en invitarlo formalmente a la gala que se celebró en el palacio real de Oslo con motivo de su 18 cumpleaños en el 2022.
Leonor e Ingrid, dos caminos contrapuestos que también confluyen
Es evidente que la trayectoria de la heredera noruega poco o nada tiene que ver con la que se espera de la Princesa de Asturias. Dinámicas que difícilmente veremos reflejadas en la próxima heredera de los Borbones. Pero, y pese a las diferencias, cabe decir que sus caminos también quedan ciertamente hermanados por su papel de futuras monarcas. Si bien Leonor, que es dos años menor que Ingrid, ya comenzó su formación militar en agosto de 2023, ha sido este enero cuando la noruega ha emprendido el mismo camino. El día 11 del primer mes del año, y poco antes de cumplir los 20, se incorporaba al campamento de Skjold. Allí pasará doce meses, sirviendo en el Batallón de Ingenieros, en el que será un año cargado de aprendizajes desde la fase reclutamiento hasta la formación y la práctica.
Una decisión que, en el caso de la hija de Haakon, no ha sido tan impuesta como para la hija de Felipe y Letizia. Mientras que la primera debe hacer el servicio militar como cualquier otro joven del país, puesto que en Noruega es obligatorio, la segunda lo debe hacer como parte de la formación para ser la futura Reina del país.
Será el de Leonor un camino mucho más largo, puesto que deberá hacer tres años. El primero en Tierra, que ya casi ha completado, en la Academia Militar de Zaragoza. El curso 2024-2025 o pasará en la Escuela Naval de Marín, embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. El final llegará al terminar el curso 2025-2026, después de pasar por la Academia del Aire de San Javier, en Murcia. Sin duda, un trayecto marcial mucho más exigente, además de largo.