En el marco de una agenda llena de compromisos, Leonor sigue haciendo gala de su implicación con la Corona. Un ejercicio que lleva a cabo desde que es una niña, pero que se ha visto acentuado en los últimos tiempos. Su mayoría de edad, la jura de la Constitución, el inicio de su formación castrense para ser jefa de las Fuerzas Armadas... Y todo entre mil y una responsabilidades oficiales que incluyen asistir a actos. Esos eventos en los que, más allá de estar de cuerpo presente, tiene que demostrar su valía. Así lo ha hecho una vez más durante la gala de entrega de los Premios Princesa de Girona 2024.
La expectación era máxima, aunque en realidad tampoco estuviese Leonor haciendo nada fuera de lo común. Porque además de asistir a visitas, como la que hizo al taller del artista Jaume Plensa, su principal cometido en el viaje era presidir la gran ceremonia en la tarde-noche del 10 de julio. Velada en la que no podían faltar los premiados, profesionales de incontables disciplinas, prensa, Sus Majestades y la infanta Sofía. Todos presentes para deleitarse, como vienen haciendo desde el pasado 2019, con la intervención anual de la Princesa de Asturias con motivo de esta fecha tan señalada. Esa intervención, que se diferencia radicalmente de otras tantas como la que hizo el pasado mayo, en el Ayuntamiento de Zaragoza y tras recibir el título de Hija Adoptiva de la ciudad. ¿Por qué es tan distinta? Es simple: porque la hace en catalán. Y desde CLARA le ponemos nota.
Una profesora de catalán pone nota a Leonor
Porque no, a pesar de que no sea la primera vez que los españoles podrán escucharla hablando con fluidez en una de las lenguas cooficiales del Estado, siempre es llamativo asistir a un parlamento de la heredera. Quizás algo menos ahora que ya parece haberse convertido en una imprescindible de los actos oficiales, aunque con el añadido de que ha sido la primera vez que lo ha hecho después de cumplir los 18. Si mira un año atrás, su vida ha cambiado por completo, y es por ello que en el inicio de su discurso ha querido resaltar la importancia de encontrarse de nuevo en la región que tanto le ha dado. Discurso bilingue, mezclando con el español, que ha comenzado poniendo en valor el enclave: "Buenas noches, bona nit. Aquí, desde el corazón de la Costa Brava, en Girona. Un lugar donde la innovación y la belleza se dan la mano para que todos disfrutemos".
La cuestión es que, dejando de lado el contenido, desde la web de nuestra revista hemos querido ir un paso más allá y hacer un análisis exhaustivo del continente. Es decir, la forma de emplear el idioma para descubrir sus puntos fuertes -y débiles- al utilizar la lengua de Pompeu Fabra. Para ello, nos hemos puesto en contacto con Alba Vilanova, graduada en Humanidades con formación en Oratoria y profesora de Lengua Catalana y Literatura en el Instituto Olímpia de Viladecans. La docente, que evidentemente imparte todas sus clases en catalán, no ha dudado en dictar sentencia al escucharla. "Teniendo en cuenta que en la zona donde trabajo el catalán es una segunda lengua para mis alumnos, su exposición oral es de excelente". Ojo, con matices.
Vilanova es clara al afirmar que "lo hace bien en general". No obstante, y sacando la lupa propia de un maestro, es inevitable que detecte algunos errores en la forma de expresarse de Leonor. Por ejemplo, evidencia que "le falta fluidez y ritmo en comparación a los momentos en los que lee en castellano", y "lee mucho", pero dejando constancia de que es algo "normal, porque tampoco es su lengua". Por otro lado, nuestra profesora también ha detectado errores de pronunciación puntuales. "Dice interpetació y es interpretació", "ca en vez de que", omitiendo la vocal neutra en algunos momentos, y "hace las 's' sordas y no sonoras –y viceversa–, en palabras como impressiona o certesa". En contraposición, Alba admite que "sabe hacer las 'll', que es un fonema que cuesta a los castellanoparlantes".
Una de cal y otra de arena. La profesora no ha dudado en reconocer las grandes virtudes de la heredera en este ejercicio de oratoria. "Tiene un acento bueno", cosa que lee "bastante bien para no ser su lengua materna". Además de esto, es capaz de utilizar "palabras cultas que se ajustan al contexto en el que se encuentra", devolviendo la importancia al contenido. Ese contenido que Vilanova no pasado por alto en declaraciones para Clara Corazón, recalcando que tiene una "buena forma de enlazar conceptos", como "su vivencia con la de los críos, que es una buena 'captatio'", y ofrece u ofrece un final "bonito" que conecta con los testimonios. Sin duda alguna, y a excepción de los detalles que le quedan por pulir, el balance de la experta en la materia es muy positivo. Más todavía cuando, "en el contexto actual sociolingüístico, que la princesa hable catalán es una forma de atraer a mucha gente.
¿Cómo aprendió la princesa a aprender un catalán perfecto?
Valoraciones minuciosas aparte, es innegable que la princesa domina el catalán con una soltura envidiable. Se dice que, de entre las cuatro lenguas cooficiales, es la que se le da mejor por encima del euskera, el valenciano y el gallego. Surge la duda, pues, acerca de cómo ha logrado tener una pronunciación tan acertada cuando no se trata de su lengua materna. Y la respuesta es clara: los Reyes querían que así fuese. Que tanto ella como su hermana pudieran comunicarse sin dificultad alguna en cualquier territorio del país, además de representar la diversidad lingüística de la nación desde los escalafones más altos de la institución. Es por eso que desde que eran bien pequeñas no terminaban sus horas de clase al salir del colegio Santa María de los Rosales. En casa las esperaba el profesor particular.
Fue un tiempo más tarde que se conocería otro dato, algo más curioso e incluso divertido, sobre cómo ha conseguido Leonor alcanzar tan alto nivel en el habla catalana. Fue en el año 2022, cuando la periodista Mariángel Alcázar contó en 'El programa del verano' que existe una anécdota al respecto que la une con Telma Ortiz. Y es que, además de confirmar que "desde que eran pequeñas reciben clases", narró que, durante los años que su tía vivió en Barcelona, compartía con Sus Majestades los dibujos animados en catalán que veía su hija. Amanda, que tiene la misma edad que la princesa, era una gran seguidora de 'Les tres bessones' -'Las tres mellizas'-, y de acuerdo con la información aportada por la periodista, "les pasaban esos dibujos para que empezaran a familiarizarse con el catalán". Truco descubierto.