Han pasado casi cinco años desde que Juan Carlos I dejó atrás su país, entre polémicas y controversias, para instalarse en Abu Dabi. Un traslado hasta el golfo Pérsico casi obligado, motivado por la necesidad de desmarcarse de la monarquía transparente y austero que su hijo Felipe VI quería instaurar, que todavía se mantiene. Porque todavía en Asia sigue viviendo el marido de doña Sofía, aunque es cierto que regresa de forma puntual a España cuando quiere, puede o la ocasión lo invita a ello.
Así ha sucedido en momentos destacados para la Familia Real, como el pasado octubre de 2023, cuando su nieta Leonor, la princesa heredera, cumplió por fin la mayoría de edad. No estuvo en los actos oficiales, pero sí se pasó por la fiesta privada. Y es que precisamente ahí, en el terreno privado, es donde ha quedado relegada su figura. Sin renunciar a sus planes favoritos, como las regatas en las que participa en Sanxenxo. La vela, su deporte favorito y una de las alegrías que todavía lo mantiene unido a su tierra, y por el que siempre que puede vuelve 'a casa'. Pero esta vez no ha podido ser
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La razón por la que el emérito se queda sin regata
Se preveía la presencia del que fuera soberano en el municipio Gallego como ha venido sucediendo de un tiempo a esta parte. Probablemente, acompañado de alguno de sus incondicionales, pues otras veces en las que el emérito ha sido regatista se ha dejado ver junto a otros Borbones como su la infanta Elena, su hermana Margarita e incluso su sobrina María Zurita. No obstante, en la previa al inicio de la primavera de este 2025 -y cuando se había anticipado su llegada a la localidad gallega para el jueves 13 de marzo-, han quedado sus planes cancelados de forma inesperada.
El caso es que esta ausencia está motivada por una razón de peso, y solamente hace falta echar un vistazo a la información disponible para dar fe de ello. Ha sido el 'Diario de Pontevedra' el que ha advertido en primicia que el padre del Rey ha tenido que anular su participación en tan destacado evento náutico. "El Rey emérito se ha visto obligado a quedarse en Ginebra en esta ocasión", comienza explicando el texto difundido, para después remitir directamente al motivo por el que el exmonarca se ha quedado en Suiza, y es que "se está sometiendo a sus revisiones médicas periódicas".
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Una información que, inevitablemente, ha despertado la preocupación entre los más observadores de la Corona, aunque no debiera alarmarse nadie en demasía, puesto que todo indica a que Juan Carlos solo está asistiendo a chequeos meramente rutinarios. Y también seguro un gran pesar para el protagonista de la noticia, que espera con ganas durante el año la llegada de este momento. No solo por la regata en sí misma, sino también por no poder encontrarse con su amigo Pedro Campos, en casa de quien acostumbra a quedarse cuando viaja a tierras gallegas, y con el que disfruta de mariscadas a domicilio. Casi que una rutina con la que ahora no podrá cumplir porque la salud va por delante.
Una posible visita a España, en el aire
Para serenidad de los más intranquilos, cabe destacar que el mismo medio antes citado refiere a que aunque "la prueba deportiva se desarrollará sin él", es importante señalar que "no se descarta que pueda programar un viaje a España próximamente". Algo que tendría sentido, pues por mucho que no haya opción de participar en la regata -o que se pierda el reconocimiento del Real Club Náutico como mejor club en la Gala de la Vela Gallega que se da esta año-, es lógico que planee visitar a familiares y amigos más pronto que tarde.
A fin de cuentas, y pese a que tuvo ocasión de reunirse con sus dos hijas y algunos de sus nietos con motivo de su 87 cumpleaños en Abu Dabi, él hace mucho que no pisa España. Por no pisar, ni siquiera lo hizo el pasado febrero, cuando viajó hasta Lisboa, Portugal, para asistir al último adiós del Aga Kahn IV, con el que guardaba una relación muy estrecha desde que eran jóvenes y estudiaron juntos.