Como cada diciembre, toca hacer balance de lo vivido durante el último año. Es momento hacer retrospección personal, analizando todo aquello que ha definido nuestro año; pero también en lo que refiere a las tendencias, prendas y complementos que nos han acompañado a lo largo de 2024. En lo que refiere a moda, han sido unos meses de grandes contrastes, donde sorpresas y claroscuros han envuelto al guardarropa femenino, pero también a aquellos nombre detrás de cada nueva prenda.
Y es que, no podemos hablar de la moda en 2024, sin antes mencionar el frenesí dentro de las principales casas de lujo. Viendo como nombre propios asentados en firmas determinas, como Matthieu Blazy con Bottega Veneta, de cara al 2025 ponen nuevo rumbo nada más y nada menos que a la francesa Chanel. Firma que, a su vez, se quedaba huérfana el pasado junio, tras la marcha de otro de los rostros centrales del escenario internacional, como es Virginie Viard.
Todo una vorágine de entradas y salidas que, al igual que ha acontecido con los directores creativos de las firmas internacionales más influyentes, se vislumbra también entre prendas y accesorios concretos. Porque sí, querida lectora, nada es para siempre y nada perdura más de unas cuantas temporadas, a no ser que los mandatos estéticos la consagren como un nuevo must have del fondo de armario.
De cara a 2025, de hecho, muchas de las reglas establecidas durante este año sufren ligeras variantes. Como vimos semanas atrás en todas aquellas tendencias de moda muy populares que NO se llevarán en 2025, la industria aboga ahora por un escenario más discreto, elegante y lujoso, donde corrientes estéticas como el quiet luxury o el mob wife determinan sino todo, al menos sí, principios de año que está por llegar.
Atrás dejamos prendas recargadas, zapatos con suelas maximalistas o tejidos que no se adecuan cómodamente con el fondo del armario, para abrazar una reinvención de básicos sofisticados y mucho más femeninos, como los trajes monocromáticos, los vestidos de seda o los jerséis de lana en su forma más pura.
Eso sí, hoy nuestro foco no está en todas las tendencias que determinarán el 2025, sino más bien, en todo lo contrario. Pues, al igual que vemos el mantenimiento y apogeo de formas y estilos determinados, también hemos de verbalizar que muchas de las prendas y accesorios que nos acompañaron en las últimas temporadas quedan en el letargo de aquellas tendencias que sonaron con fuerza, pero ya agotaron su valor.
Ejemplos hay muchos: los vestidos camiseros, las faldas brillantes, los pantalones entallados… Incluso, aquellas botas chunky que conquistaron a danesas y neoyorquinas parecen desdibujarse en favor de formas más limpias y cómodas. ¿Quieres saber qué otras quedarán obsoletas en 2025? Te contamos diez de ellas en el artículo de hoy.
Las prendas y accesorios que se despiden de nuestro armario en 2025
Vestido camisero
Pese a que no dejamos de reivindicar su valor en el armario femenino, la realidad del 2025, es que el vestido camisero, tal y como lo conocemos, quedará en el olvido (al menos, durante las futuras temporadas).
¿La razón de este giro de guión? La entrada de vestidos que asemejan su forma, pero se enlazan con formas más ligeras, cómodas y elegantes, como los vestidos bohemios que presentó durante su colección Primavera/Verano 2025 la firma Chloé y que, desde hace semanas, ya vislumbramos en colecciones low cost como Zara o Sfera.
Vestido vaquero
Adorado por muchas, negado por otras, el vestido vaquero también quedará olvidado de cara al año que viene para dar paso a, reiteramos, vestidos en tejidos suaves, ligeros y, sobre todo, cómodos, que buscan enfrentar el día a día de la forma más correcta, sea primavera, verano, otoño o invierno.
Top con escote off shoulder
Ha sido uno de los escotes predilectos de 2024 y, si bien es cierto que en pequeñas dosis seguiremos vistiéndolo (como en vestidos de noche o jerséis gruesos), en su forma inicial, como son los tops off shoulders, pierden peso en detrimento de escotes corazón, cuellos redondos o asimetrías que aportan la chispa de originalidad a los básicos más arraigados.
Falda satinada
Lo sabemos, no hemos dejado de presumirla como un must have femenino, pero las modas cambian querida y si durante estos últimos años nos ha acompañado en todo ámbito social, durante el 2025 dejará espacio a otro tipo de versiones, a veces rígidas, a veces vaporosas, pero alejadas concretamente de un enfoque brillante y llamativo.
Pantalones capri
Muchas se alegrarán de ello, otras lo mantendrán fielmente, pero sea como sea, la realidad de 2025 es que los populares capri que regresaron como un toque noventero, vuelven hoy desdibujarse del escenario de tendencias. ¿Su sustituto? Las bermudas sastre que estas SÍ se mantienen una temporada más, en sintonía de formas más sensuales y atrevidas como los ‘no pants’.
Pantalones de talle bajo
Si bien ha sido una de las micro tendencias del 2024, este talle complejo y no siempre favorecedor parece limitarse el nuevo año para, al fin, regresar a formas y talles más cómodos como el medio o el alto. Al menos, así lo vimos en las últimas colecciones de firmas de alta costura como Zimmerman o Acné.
Vaqueros entallados (o pitillos)
Siguiendo con el espectro de los pantalones, otra de las siluetas que despedimos del vestuario este 2025 son los pantalones pitillo. Aunque llevamos viendo cierta tendencia al olvido durante las últimas temporadas, ha sido de forma fulminante en las propuestas 2025, donde se ha apreciado el fin de esta era entallada. Ahora, por el contrario, se estiran los vaqueros tipo sastre, los barrel jeans o los acampanados, bajo el mandato de Gabriela Hearst.
Gafas metálicas
Mientras, en lo que refiere al sector de los complementos, son muchas las idas y venidas que se viven cada temporada dentro de la industria. Pero, por ejemplo, una opción llamativa que desaparece sutilmente del escenario es, sin duda alguna, la gafa metalizada.
Es decir, aquellos modelos de montura dorada o plateada que recordaban a las propuestas noventeras parecen diluirse para dar paso a gafas más gruesas y robustas, confeccionadas en materiales de acetato de múltiples tonalidades y formas.
Bailarinas de rejilla
También conocidas como bailarinas ‘mesh’, la tendencia en calzado más fuerte de la pasada primavera se va de las colecciones principales para abrazar en su marcha a las formas, como adelantamos, más limpias y sofisticadas, con tejidos de piel y sutiles arrugas en la puntera.
Botas con maxi plataforma
Como últimas, pero no por ello menos importante, las botas maxi también se despedirán en 2025. Tanto los modelos chunky presentados varias colecciones atrás, como aquellos modelos maximalistas que solo las más atrevidas se aventuraban a lucir en invierno.
Una decisión que sigue el enfoque lujoso y discreto de la propia esfera de la moda y que se materializan, por contraste, en botas rectas, sueltas más planas y tacones sofisticados que suman altura, pero también sofisticación a la imagen final.
¿Qué tendencias se llevarán en 2025?
Eso sí, el escenario de cara a 2025 no queda pobre y mucho menos “aburrido” en contraste a temporadas anteriores, sino que vive una catarsis estética, en la que la versatilidad y sofisticación escriben un nuevo capítulo. En lo que refiere a la paleta de colores, por ejemplo, el guardarropa femenino navega entre contrastes.
Por un lado, los tonos profundos y sobrios durante el invierno, como vemos con el denominado ‘future dusk’ (un azul casi negro que evoluciona del popular azul medianoche), el color burdeos o el nuevo tono del año, según Pantone, Mocha Mousse; por el otro, una gama cromática más empolvada, delicada y femenina que da forma a la primavera/verano, con amarillos pálidos, rosas suaves o rojos brillantes (enlazados de forma directa con los rojos profundos del invierno) como protagonistas.
Mientras, en lo que refiere a prendas y estilos, veremos como los maximalismos que se quedan obsoletos, dando paso a formas más limpias y clásicas, pero con un toque reinventado. Lo vemos a través de esos trajes de chaqueta en múltiples formas, como la versión dimensional de la Alta Costura de Natan, o el traje emplumado de la Primavera/Verano de Phillip Lim; también en el uso del pantalón vaquero, el cual, lejos de su enfoque informal, nos acompaña en 2025 en todo tipo de planes, ya sea para la oficina, para una tarde de recado o para una firmas junto a tops de brillo, como presume Stella McCartney.
Sin obviar la nueva vida de accesorios y calzados, los cuales, al hilo de las prendas de temporada, se mantienen en su aspecto más clásico durante todo el 2025. ¿Algunos ejemplos? Las zapatillas de loneta reinventadas de Lacoste, los mocasines planos y atemporales de Miu Miu o las nuevas bailarinas de Coperni, con cierto aire barefoot.
Todas ellas, en concordancia, por supuesto, con accesorios propios del fondo de armario femenino, como los bolsos hobo firmados por Valentino o Louis Vuitton, los brazaletes metalizados de Sacai o los “pendientes de la abuela” de la Primavera/Verano de Chanel.
Incluso, en materia de estampados, los más sencillos y favorecedores, como las rayas marineras y el patrón floral expresa su máxima, a través de vestidos de todos los largos y texturas, pero también en estilos innovadores, como vimos en los ‘no pants’ marineros de Max Mara o en las chaquetas ‘años 60’ de la propuesta primaveral de Saint Laurent.