Los básicos infalibles son piezas versátiles que se adaptan a múltiples estilos y ocasiones, lo que los convierte en la base perfecta para construir un armario funcional. De hecho, hay una regla no escrita que dictamina que el vestidor tiene que estar compuesto por un 70% de prendas clave y un 30% de tendencias efímeras.
Su diseño atemporal permite combinarlos con cualquier cosa que nos apetezca, garantizando looks equilibrados y elegantes sin complicaciones. Además, representan una inversión inteligente, ya que su relevancia no se pierde con el paso del tiempo, manteniéndose como un recurso estilístico clave año tras año.
El 2025 se perfila como un año de equilibrio entre lo clásico y lo moderno en el mundo de la moda. Las pasarelas han dejado claro que estos básicos se reinventan para adaptarse a los nuevos tiempos, pero siempre manteniendo su esencia intacta. Desde chaquetas estructuradas hasta calzado versátil, las tendencias apuntan a la funcionalidad sin sacrificar la sofisticación.
En esta guía, exploraremos las prendas y accesorios que no solo dominan las colecciones de los diseñadores más icónicos, sino que también serán fáciles de incorporar en nuestro día a día. Pensadas para maximizar su versatilidad, se consolidan como compras a largo plazo para lucir impecable en cualquier ocasión.
¿Qué básicos tenemos que tener en nuestro fondo de armario?
Es cierto que los básicos de fondo de armario van a reinar el próximo año, en parte influenciado por ese minimalismo y lema de “menos es más” que domina la industria actual, pero también hay algunos giros de tuerca. Cortes estructurados, detalles sofisticados y siluetas sensuales, harán que las prendas y accesorios reflejen estilo y personalidad.
La eterna camisa blanca
Protagonista de las pasarelas de Valentino y Dior, la camisa blanca regresa con cortes más relajados y detalles inesperados. Los cuellos exagerados, las asimetrías y los botones joya añaden un toque moderno a esta pieza atemporal, mientras que los cortes oversized y holgados son los más recurrentes en los estilismos diurnos. Otra de las tendencias que más nos ha gustado en esta categoría son los ceñidos a la cintura, que nos permiten presumir esa silueta de reloj de arena.
¿Cómo combinarla?
En el día a día, combina una camisa blanca de corte clásico con unos pantalones vaqueros de talle alto y zapatillas en tonos tierra para un look relajado, mientras que para la oficina, apuesta por diseños con mangas abullonadas o cuellos estructurados, añadiendo un pantalón de pinzas y zapatos de tacón bajo. En esas ocasiones más glamorosas también tiene cabida, optando por una versión satinada con una falda midi de lentejuelas o accesorios dorados para destacar.
Blazers con estructura
Los blazers continúan siendo el alma de los conjuntos más elegantes. Según Saint Laurent, la tendencia para el próximo año incluye hombros marcados y largos amplios, que nos recuerdan a esa estética propia de los años 80. Perfectos para la oficina o una salida nocturna, se lucen mejor en colores neutros como el gris piedra o en tonos vibrantes como el azul cobalto, dependiendo del impacto deseado.
¿Cómo combinarla?
Gracias a su corte preciso y líneas marcadas, aportan una mezcla de sofisticación y modernidad a cualquier look. En el día, combínalas con jeans rectos y camisetas de algodón para un aire casual, mientras que por la noche destacan con pantalones de sastrería y tops lenceros. Para un toque creativo, mezcla texturas como tweed, cuero o lana y apuesta por colores neutros como beige, negro y gris, o tonalidades vibrantes según tu estilo.
Pantalones rectos
El 2025 revive los pantalones rectos, favoritos en los desfiles de Ralph Lauren y Chanel (entre otros). Esto significa que nos podemos despedir definitivamente de los pitillos, relegando el ceñido a un segundo plano. Estas piezas versátiles encajan tanto en un look minimalista como en combinaciones más audaces. Además, su capacidad para estilizar cualquier silueta los convierte en imprescindibles dentro del armario.
¿Cómo combinarlos?
Para un look diario, lo mejor es conjuntarlos con camisetas básicas ajustadas y zapatillas blancas, teniendo la mejor base para añadir cualquier cosa que te apetezca. Si por el contrario buscas un estilo más sofisticado, opta por blusas satinadas o tops con detalles drapeados, acompañados de tacones de punta fina. En invierno, agrégales un abrigo oversize o una blazer estructurada y tendrás el uniforme perfecto al que siempre recurras cuando no sepas qué ponerte.
Vestidos monocromáticos
Desde Max Mara hasta The Row, los vestidos monocromáticos en tonos neutros como marrón chocolate, negro y verde oliva serán esenciales. Con cortes que favorecen la caída natural de los tejidos, estas piezas capturan la esencia de la moda relajada pero sofisticada, inspirada en el estilo del lujo silencioso. Su simplicidad permite realzar el conjunto con accesorios llamativos, dando un toque de gracia distintivo al conjunto.
¿Cómo combinarlos?
Estos son especialmente recomendables para aquellas que buscan en la sencillez la máxima elegancia. Combínalos con accesorios en tonos metálicos para aportar dinamismo, tanto en dorado como plateado, o mantén la paleta neutra con complementos del mismo color para un look minimalista y sofisticado. En el día, opta por calzados elegantes pero cómodos, como mocasines o bailarinas, mientras que, en la noche, los tacones de tiras o botines estilizados serán ideales.
Accesorios statement
Es el toque que cambia por completo el resultado del look. Hablamos de cadenas gruesas, pendientes XL, shoppers en clave maxi y cinturones con hebillas arquitectónicas dominan las colecciones de marcas como Balmain y Givenchy. Estos elementos son ideales para transformar los básicos en atuendos memorables, sea cual sea la cita que tengas en la agenda.
¿Cómo combinarlos?
La clave está en hacer que una sola pieza, ya sea un collar voluminoso o un bolso de diseño único, sea el centro de atención. Para lograr un look armonioso, opta por prendas sencillas y neutras que no compitan con el accesorio en cuestión. Si eliges una opción de colores suaves o tonos monocromáticos, puedes arriesgarte con accesorios en colores contrastantes o metálicos, lo que añadirá un toque audaz sin sobrecargar el conjunto.
Zapatillas minimalistas
En 2025, las zapatillas minimalistas se consolidan como una de las tendencias más fuertes, destacándose por su diseño limpio, elegante y versátil. Lejos de los estilos recargados, estas zapatillas apuestan por líneas sencillas, tonos neutros como el blanco, negro o beige, y materiales de alta calidad que priorizan la comodidad sin sacrificar el estilo, tal y como vimos en firmas como Loewe.
¿Cómo combinarlas?
La clave está en encontrar el punto de equilibrio entre la elegancia y la funcionalidad. Al tener un diseño sencillo puedes tener cabida casi en cualquier conjunto. Para un look relajado, conjúntalas con jeans de corte recto o pantalones de sastre en tonos neutros, creando un contraste ideal. Aunque, también son perfectas para suavizar un atuendo más formal, como un traje de pantalón o una falda midi, dándole un toque de frescura sin perder sofisticación.
La gabardina reinventada
La gabardina, uno de los básicos por excelencia, se moderniza con tejidos de tendencia y estampados sutiles. Burberry propone versiones más ligeras y colores como el azul marino y el beige oscuro, que aportan un aire fresco a esta prenda icónica, mientras que otras casas de lujo abogan por el auge del ante o el cuero, dando una versión más audaz y actualizada. Además, los modelos de 2025 incluyen características como mangas desmontables, solapas oversize y cinturones que pueden ajustarse de diversas formas, permitiendo a quienes las llevan jugar con la silueta y el estilo.
¿Cómo combinarla?
Si buscas un look elegante, combínala con un conjunto de suéter de cuello alto, pantalones de lana de corte recto y botines de tacón bajo. Para un toque más atrevido, elige diseños con detalles como mangas abullonadas o cinturones extraíbles y llévalas con una falda midi plisada o pantalones anchos. Los accesorios como un bolso estructurado o unas gafas de sol aportarán ese toque final de sofisticación, manteniendo la prenda como protagonista del atuendo.