A medida que pasan los años, nuestras elecciones se vuelven más precisas, selectas y especializadas. Ya no jugamos a la aventura como cuando se es adolescente, ni introducimos en nuestro armario diseños estridentes que no encajan con nuestra personalidad. Mimamos a la perfección cada detalle de nuestra imagen y, al igual que un corte de pelo o un diseño de uñas modifican porcentualmente la imagen que proyectamos, nuestro vestuario juega un papel fundamental en este conjunto.
Más aún a la hora de hablar de colores, ya que estos pueden llegar a traducir una imagen completamente equivocada de nosotros. Como explican los expertos de Druni, “en el corazón de la moda se encuentra la rueda de color, una herramienta fundamental para cualquier amante de la moda. Este círculo mágico nos muestra cómo los colores se relacionan entre sí” y cómo, en su contrapartida, pueden hacer empeorar e, incluso, envejecer nuestra imagen exterior.
De hecho, si a través de la colorimetría hemos visto tiempo atrás como existen ciertas tonalidades que nos sentarán mejor por nuestro simple color de pelo, color de ojos o color de piel, también existen otras variantes personales que pueden modificar porcentualmente la proyección que un color tiene sobre nosotros como es el caso significativo de la edad.
Como vemos con el paso de los años, nuestra imagen no se asienta en una paleta atemporal e inmóvil, sino que más bien evoluciona con la misma progresión personal. No vestimos los mismos colores a los 20 años, que a los 40, que superados los 60, y esto es, en parte, porque nuestras prioridades estéticas cambian, así como el enfoque que los colores proyectan sobre nosotras.
Una evolución natural y cromática de la que, desde CLARA, somos plenamente conscientes, intentando explotar su mejor concepto a todas las edades e investigando diariamente qué tonalidades nos favorecen más según en qué edad nos afincamos. Por todo ello, tras ver los colores que mejor sientan a las mujeres de más de 50 años y analizar junto a especialistas las tonalidades que evitar en verano si superamos la mitad de siglo, hoy nos enfocamos en qué colores, sea la temporada que sea, no debemos tener jamás en el armario si tenemos 50 años.
¿El principal motivo de esta criba estética? Su envejecimiento cromático, ya que dichas tonalidades pueden hacernos sumar varios años de un simple pestañeo. Aunque no todo está perdido, pues, junto a la estilista Piluka de Echegaray, también destacamos los colores que SÍ podemos presumir en el armario. Una lista de tonalidades favorecedoras que, además, son fantásticas para proyectar una imagen jovial y radiante, sea verano, otoño, primavera o verano. ¡Toma nota!
Cinco colores que evitar a los 50 porque suman años
Con el devenir de cada temporada, nuestro armario pide a gritos una renovación y es, en este preciso instante, donde colores y siluetas se entrelazan para ofrecernos los mejores diseños de la estación. Sin embargo, como hemos visto a largo de varias líneas, no todos los colores son aptos para según qué edad y, a la hora de enfocarnos en el gremio mayor de 50 años, la paleta cromática es muy precisa y ciertamente dictatorial.
Según nos explica Echegaray, en estas nuevas inversiones lo ideal será prescindir de tonalidades oscuras que, pese ser en muchos casos, básicos atemporales, cuando nuestra imagen empieza a envejecer, solo nos aportan un aspecto más duro y poco favorable; Así como de tonalidades demasiado estridentes, como los neones, ya que su excesiva vivacidad potenciará nuestros signos más negativos.
¿Quieres saber qué tonalidades concretas conforman la lista negra de la estilista? Estos son cinco colores que debemos olvidar (si o si) superados los 50 años:
- Sin duda el primero a destacar será el negro, si lo situamos cerca del rostro, marcará las líneas de expresión y las ojeras, cosa que solo ayudará a sumarnos años.
- El azul noche o azul oscuro, al poseer un elevado porcentaje de negro, generará los mismos efectos negativos sobre la piel.
- Los tonos pastel, que endulzan y tienen ese aporte de ternura, lejos de rejuvenecer, lo que harán será mostrar la sensación de aspecto descolorido.
- El verde caqui, pronuncia las arrugas, endurece las facciones, marca ojeras y resta vida a la piel dando su versión más cetrina.
- Por último, evitaremos a toda costa los tonos neón, ya que, al igual que ocurre con fuentes más oscuras, harán que la piel se vea más madura y cetrina.
Trucos de estilista para incluirlos en el estilismo sin son nuestros favoritos
Ahora bien, como sabemos por mera experiencia, existen ciertas tonalidades que son un recurso atemporal que siempre nos ayuda a simplificar decisiones, como es el caso del negro o la aportación del verde caqui en según que ocasiones. Así como existen colores predilectos que, pese a no favorecer ‘cromáticamente’ hablando, sí son deseados por estas mujeres maduras por mero deseo personal.
Para hacer frente a estos gustos estéticos, hemos preguntado a Echegaray cómo podemos suavizar el efecto negativo de estos tonos ‘pro envejecimiento’ y nos ha ofrecido una amplia lista de truquitos con los que mantener estos tonos en el armario sin sumar más de 10 años en el momento.
Por ejemplo, si deseamos utilizar tonos como el negro, Piluka recomienda “combinarlo con su opuesto, el blanco. Esta será la estrategia ideal, así como el beige también será una excelente propuesta. Además, un buen escote también ayudaría a paliar sus efectos.” Mientras, en lo que refiere a otros tonos oscuros, como el azul, optaremos por “combinarlo junto a un nude o un azul claro cerca del rostro que atenuará los efectos.”
En el caso de tonos como el caqui, se necesitarán “colores que aporten luz, colores que en su composición tengan mucho blanco”; así como al hablar de tonalidades pastel, la estrategia se enfocará en buscar un color que ofrezca contraste. “Si usamos el rosa, combinémoslo con azul marino, por ejemplo. Es decir, busquemos un color que combine, pero que sea intenso para contrarrestar los efectos de borrar las facciones” explica la estilista.
Cinco colores que SÍ tener en cuenta porque rejuvenecen la imagen
Y si, por el contrario, quieres cortar con esta paleta negativa a partir de los 50 años y aportar por colores que sí te hagan verte mucho más joven, alegre y moderna. Piluka de Echegaray posiciona colores luminosos como el blanco o el rojo como favoritos, junto con tonos derivados como el fucsia, el morado o el sofisticado turquesa, con el que construir un armario digno de una auténtica experta. Te explicamos, color a color, el porqué de esta elección.
Blanco
Al igual que la profundidad del negro puede hacernos ver mucho más envejecidas y con signos más duros, su apuesto, el blanco, dota de luz nuestra imagen, consiguiendo suavizar nuestra proyección y, por tanto, eliminar la opacidad de la piel, rejuveneciendo de forma inmediata tu imagen.
Rojo
El color de la sangre, el rojo, además de brindar la versión más atractiva y sensual de cada mujer, también aportará juventud al conjunto estético. De hecho, si conseguimos crear un total look de esta tonalidad, la ecuación antiedad será aún más efectiva y evidente. Al menos, así lo han presumido ya prescriptoras mayores de 50 como la española Carmen Gimeno quien, además, es una firme defensora de esta vibrante tonalidad.
Fucsia
El fucsia posee las mismas virtudes del rojo, pero incluyendo a su constructo estético una aportación más femenina y coqueta. Eso sí, de Echegaray advierte: debemos tener cuidado con este color si somos una armonía cálida (es decir, si formamos parte dentro de la colorimetría de la estación otoño o estación primavera), pues no suelen resultar favorecedores.
Morado
Siguiendo el hilo del fucsia, el morado es un color femenino que, además de esa chispa rejuvenecedora, dotará a quien lo vista de una elegancia excepcional. Además, para optimizar su efectividad, Piluka recomienda “combinarlo mejor con tonos oscuros” para mantener su tónica sofisticada.
Turquesa
Por último, la estilista puntualiza el turquesa, un subtono entre el verde y el azul que irradia luz y energía. Su potencialidad está en su imagen de ligereza y frescura, consiguiendo refrescar la imagen de quien lo viste.
Y si dudas de sus variantes por tu colorimetría, de Echegaray aclara: “si tu armonía es cálida, elige el azul turquesa y si tu armonía es fría, mejor dirígete al verde turquesa.”