Los años 90 fueron una época de transición y diversidad en la moda femenina, influenciada por movimientos culturales y avances tecnológicos. Desde el grunge hasta el minimalismo y el resurgimiento del glamour pop, cada estilo reflejaba diferentes aspectos de la cultura y la sociedad de la época.
En la actualidad, la industria fashion se ha visto envuelta en esa ola noventera, marcada por los cortes oversize, el denim y las prendas con estética vintage, que parece que ha llegado para quedarse por un tiempo. Para poder entender todos los antecedentes que marcaron esta época, y su influencia en el siglo XXI, hacemos un repaso por esos diez años de moda femenina.
Estilo Grunge: la Rebelión desaliñada
Uno de los estilos más icónicos de los años 90 fue el grunge, inspirado por la música alternativa y la cultura underground. "Apreciaba la belleza imperfecta y la apariencia descuidada, con prendas oversize, sudaderas y hoodies, vestidos y tops lenceros, jeans rotos y desteñidos, camisas de franela de cuadros, camisetas con logos vintage, beanies y suéteres grandes y gastados", explica Mercedes Rodríguez, subdirectora del CSDMM de la Universidad Politécnica de Madrid.
Las botas de combate y la melena desenfadada completaban este estilo que no solo desafiaba las normas de la moda convencional, sino que también celebraba la autenticidad y la individualidad. Con maquillaje minimalista y cabello naturalmente despeinado, las mujeres grunge transmitían una imagen de rebeldía y desafío hacia la industria fashion.
El auge del minimalismo
A la par del grunge, el minimalismo emergió como un contrapunto estilístico significativo en los años 90. "Este fue influenciado por diseñadores como Calvin Klein y Giorgio Armani, quienes se centraban en la simplicidad, la funcionalidad y los cortes limpios", afirma Óscar de la Visitación, Director de Arte y Estilista de CLARA. Las mujeres optaban por prendas básicas y atemporales como camisetas de cuello alto, pantalones chinos, vestidos rectos y chaquetas estructuradas.
En cuanto a la gama cromática, predominaban los colores neutros como el blanco, el negro, el gris y el beige, reflejando una estética sofisticada y sobria. Este enfoque minimalista no solo era una respuesta a la exuberancia de décadas anteriores, como los años 80, sino que también era una declaración de elegancia y refinamiento.
Estética Punk: pura rebeldía
El punk, que había surgido en los años 70 como una subcultura anti-establishment, mantuvo su influencia en la moda femenina de los 90. Las mujeres adoptaron elementos característicos como chaquetas de cuero, faldas de tartán, medias de red, botas altas y accesorios con tachuelas y cadenas, que fue popularizado por diseñadoras como Vivienne Westwood.
Este estilo se destacaba por su actitud desafiante y su estética radical, con maquillaje oscuro y peinados audaces como crestas o cabello teñido en colores vibrantes. Su objetivo inicial era ser una expresión de rebeldía y provocación, transmitiendo un mensaje de individualidad y resistencia a través de la moda.
Glamour Pop y la influencia de las supermodelos
El Glamour Pop es un estilo que se originó entre los años 80 y 90, caracterizado por una mezcla de moda llamativa y una estética visualmente atractiva que evoca el brillo y el esplendor de la cultura pop. Este estilo se consolidó a través de la influencia de la música pop, el cine y, especialmente, la moda, donde los estilismos extravagantes y los looks impactantes se convirtieron en la norma.
Aquí las supermodelos desempeñaron un papel crucial en la popularización y la definición de este estilo. Figuras icónicas como Cindy Crawford, Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Linda Evangelista no solo dominaban las pasarelas, sino que también se convirtieron en símbolos de moda y belleza en la cultura popular.
La influencia del cine
El cine de los años 90 tuvo un impacto significativo en la moda femenina, funcionando como una fuente principal de inspiración para diseñadores y consumidores por igual. Películas icónicas de esta década, como Clueless, Matrix o Pulp Fiction, presentaron estilos de vestimenta que rápidamente fueron adoptados por el público.
Las actrices de renombre que protagonizaron estos taquillazos, rápidamente se convirtieron en referentes de moda, moldeando las tendencias y popularizando nuevos looks. Pero esta industria también sirvió como escaparate para la alta costura, con diseñadores como Gianni Versace y Jean-Paul Gaultier creando trajes que se convirtieron en icónicos gracias a su aparición en películas populares.
"El cine siempre ha sido un gran embajador de la moda, pero nunca tuvo tanta relevancia y poder como con la llegada de los 90 y principios de los 2000. Se dieron cuenta que cualquiera independientemente de si tenía estilo o no, solo porque era famosa, se podía poner un diseño y vender más, lo cual ha acabado siendo un lastre para la evolución de la moda", confirma Óscar.
Tecnología y Futurismo en la Moda
Esta década también estuvo marcada por una fuerte influencia de la tecnología y el futurismo, viendo las posibilidades que ofrecía el nuevo milenio. Este periodo vio el surgimiento de materiales innovadores, como el vinilo, el spandex y los tejidos metalizados, que fueron utilizados para crear looks que evocaban un futuro high-tech.
Entre sus diseñadores destacaron especialmente Thierry Mugler y Alexander McQueen, quienes abrazaron estos materiales para confeccionar piezas atrevidas y estructuradas que parecían sacadas de una película de ciencia ficción, o incluso el uso de robots en la pasarela, que marcaron una nueva narrativa y concepción de los desfiles de moda.
Revolución de la Moda Deportiva
Surge por primera vez el concepto de "athleisure", que es un término que no hemos parado de escuchar durante los últimos años y que sigue siendo todo un reclamo entre las tendencias de moda. Se trata de una combinación de ropa atlética y casual que reflejaba una creciente apreciación por la comodidad y la funcionalidad sin sacrificar el estilo.
Las mujeres comenzaron a adoptar prendas deportivas no solo para el gimnasio, sino también para actividades cotidianas, integrando leggings, tops deportivos y zapatillas en sus outfits diarios. Marcas como Nike, Adidas y Reebok lideraron esta transformación, lanzando líneas de ropa que eran tan elegantes como confortables.
La influencia de la moda noventera en la industria moderna
Si hay una estética que no ha parado de ganar adeptas estos últimos años, esa sin duda ha sido la moda de los años 90. Ha tenido un resurgimiento significativo en la industria moderna, volviendo a poner en el punto de mira elementos icónicos como los pantalones de tiro alto, las chaquetas de cuero, las minifaldas a cuadros y los chokers.
La influencia de las supermodelos también se sigue notando en este aspecto, con Naomi Campbell, Cindy Crawford y Kate Moss, quienes continúan desfilando por la pasarela y siendo influyentes en la moda actual, además de una nueva generación de celebridades, como Kendall Jenner y Gigi Hadid, quienes también han adoptado la moda noventera en sus estilismos del día a día.
Pero lo más importante, y la mayor influencia de todas, ha sido la vuelta de la cultura pop. Canciones que teníamos olvidadas vuelven a ser número uno o las series que marcaron esos años, como Sexo en Nueva York, son de las más vistas, cogiendo de nuevo todo tipo de referencias a la hora de vestir, expresando nuestra personalidad y gustos.