Del 20 de febrero al 20 de marzo es el reinado de las personas nacidas bajo el signo de Piscis, ese misterioso signo que tanto te enamora como te vuelve loca (...y no de amor precisamente). Y es que pueden ser abnegados, sacrificados, sensibles, y altruistas. Pero también despistados, crédulos, susceptibles, ambiguos...
Introvertidos y soñadores
Ten en cuenta que Piscis es el último signo de la rueda del zodiaco y uno de los más complicados. Regidos por Neptuno (planeta del inconsciente, los sueños, el misticismo y la inspiración), los nativos de este signo tienen un inabarcable mundo interior en el que se refugian continuamente (y en el que pueden llegar a perderse).
Cuando los veas pensativos, distraídos (o incluso empanados mirando al infinito), lo más probable es que estén sumergidos en su mar de fantasías. Pero no te alarmes, siempre acaban regresando a tierra firme. Además, Piscis es uno de los signos más perceptivos e intuitivos y eso, junto con sus sueños premonitorios, los convierte en personas con capacidades para la artes adivinatorias y todo lo esotérico.
Con su mezcla de realidad y fantasía, y la tendencia a perderse en sus sueños, suelen ser algo despistados y olvidadizos. Y es que a pesar de tener bastante memoria como todos los signos de Agua, no la malgastan para cosas prácticas. Por eso, una agenda puede ser una buena opción si no sabes qué regalarles. Aunque es probable que se despisten y la acaben perdiendo.
Persuasivos, hipersensibles y de extremos
Gracias a su intuición y su profunda empatía, pueden conectar fácilmente con el gusto, los deseos y los anhelos de los que los rodean. Y como consecuencia de ello, cuando les interesa, son capaces de convencerte de cualquier locura y venderte aire si lo creen oportuno. Sin embargo, no te esperes ninguna estrategia de persuasión frontal y agresiva. Su técnica para salirse con la suya, es la persuasión más sutil (y sensual en muchos casos).
Decir que son sensibles es poco. Para bien y para mal son como una esponja que absorbe todo lo que está a su alrededor. Y no pueden evitar ser bastante susceptibles. Por eso, cuidadín con lo que les dices porque cualquier cosa puede ser utilizada en contra tuya.
Cuando los Piscis se sienten dolidos, pueden caer fácilmente en el dramatismo, en el mejor de los casos, o en una reacción diabólica, en el peor. Sí, sí, tal y como lo lees. Representados por dos peces que nadan en direcciones opuestas, pueden pasar de ahogarse en su propio mar de lágrimas a sacar el tiburón que llevan dentro y morder a todo el que se ponga por delante.
Adaptables y muy enamoradizos
De naturaleza más bien pasiva, de entrada no tienen ninguna intención de imponerse o mandar. Son más de adaptarse y dejarse llevar por la corriente que más les conviene. Y solo nadar en contra cuando algo les subleva como, por ejemplo, una injusticia o algo que les toque el alma.
Ese es precisamene uno de sus principales puntos débiles. Su espíritu salvador les lleva a querer cuidar de todo el mundo, y a acabar cargando con todas las penas ajenas. Algo que puede provocar que a menudo no puedan ni con su alma, y que sea fácil manipularlos con la estrategia de darles pena.
Además, su oscilación entre la realidad y la fantasía los inclina a soñar con amores idealizados, y a debatirse entre la estabilidad de pareja y el deseo de aventuras con las que dar rienda suelta a su fantasía y sensualidad. A causa de ello son muy enamoradizos y potencialmente infieles... Sin embargo, casi siempre se conforman con serlo en sus sueños.