Cuando se lamen con su lengua los gatos tragan mucho pelo que, al juntarse con la saliva, llegan a formar en el estómago bolas imposibles de digerir. Los gatos comen plantas (gramíneas) para favorecer su expulsión a través del vómito. Sin embargo, no todas les resultan inofensivas ya que existen plantas tóxicas para gatos, incluso aunque solo se acerquen a ellas para juguetear, olisquear o por simple curiosidad.
Aunque Internet es una fuente de información muy rápida, recuerda consultar cualquier duda sobre tu mascota en tu clínica veterinaria de confianza, que es donde mejor te pueden orientar. También te resultará muy práctico tener a mano la lista completa de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad Animal (ASPCA por sus siglas en inglés). En ella no solo encontrarás las plantas tóxicas para gatos, perros y caballos, sino también las que no lo son.
¿Qué hacer si tu gato come una planta tóxica?
Ante la más mínima sospecha de que tu mascota haya ingerido plantas tóxicas para gatos, debes acudir inmediatamente con él a su clínica veterinaria. La dosis ingerida va a ser la que determine la importancia de los síntomas que suelen ser mayor salivación, vómitos, diarreas, convulsiones, parálisis o incluso problemas respiratorios y arritmias.
Plantas tóxicas para gatos
A continuación encontrarás una selección informativa de algunas de las plantas tóxicas para gatos más habituales. Mireia, la experta de Biologueando nos ha contado en qué consiste su toxicidad y los síntomas que puede provocar en tu mascota.
- Lirio
- Orquídea
- Ficus Benjamina
- Aloe vera
- Crisantemo
- Azalea
- Espatifilo
- Monstera
- Flor de Pascua
- Acebo
- Bambú
- Poto
- Ciclamen