Los suelos laminados son más resistentes que los de parqué, de ahí que sean una opción perfecta para toda la casa, en especial para zonas de mucho tránsito que sufren mayor desgaste. Al estar realizados con materiales sintéticos, resisten el agua y en algunos casos son ignífugos. Otra de sus ventajas es la variedad de sus acabados, con lo que puedes encontrarlos con aspecto de distintas maderas como pino, haya o roble, o imitando otros materiales como pizarra y mármol. 

Por otro lado, apenas requieren mantenimiento, por lo que son una opción muy cómoda, pero sí es necesario limpiarlos de forma adecuada. A continuación te contamos cómo limpiar suelo laminado con diversos trucos de limpieza para dejarlo impecable y conservarlo en buen estado durante mucho tiempo. ¡Muchos de ellos también puedes usarlos para limpiar las juntas del baño o la cocina!

Cómo limpiar el suelo laminado paso a paso

Limpiar el suelo laminado es fácil, pero hay que hacerlo de la manera correcta y con cierta frecuencia. Siguiendo estos pasos no te costará nada.

  • Paso 1. Pon el aspirador en modo suelo y retira con cuidado toda la suciedad gruesa como polvo, arena o pelusas. Ten especial cuidado con los guijarros, ya que al fregar podrían arañar el suelo. 
  • Paso 2. Si no tienes aspirador puedes barrer a conciencia con un cepillo adecuado o pasar una mopa.
  • Paso 3. Una vez limpio, toca fregar. Puedes hacerlo con agua ligeramente jabonosa o con un producto específico, siempre respetando la dosis indicada. No se recomienda utilizar lejía, disolventes fuertes, ceras o abrillantadores que deban frotarse porque la superficie podría resultar dañada. 
  • Paso 4. En caso de utilizar algún tipo de detergente o producto de limpieza para eliminar alguna mancha concreta, habrá que secar el suelo para que no queden restos.
  • Paso 5. Cuando friegues, humedece la fregona (mejor si es de buena calidad) y escúrrela muy bien antes de pasarla por el suelo.

¿Con qué productos se puede limpiar el suelo laminado?

El suelo laminado puede limpiarse con agua ligeramente jabonosa y nada más, es una de sus principales ventajas. No obstante, si necesitas un plus, aquí tienes algunas opciones.

  • Vinagre blanco. Utilízalo solo en casos de manchas difíciles y siempre disuelto en agua (un tapón de vinagre por cada litro de agua). Aplícalo con cuidado en la mancha en cuestión.
  • Limón. Si no tienes jabón puedes añadir unas gotas de limón al agua de fregar. Saldrás del apuro y olerá fenomenal.
  • Productos específicos. Si prefieres ir sobre seguro, muchas marcas de limpieza tienen productos para suelos laminados como es el caso de Ocedar o HG.

¿Cómo quitar manchas difíciles de los suelos laminados?

Para quitar manchas difíciles de los suelos laminados deberás usar un producto de limpieza específico para este material. También puedes usar un poco de alcohol en casos complicados. 

Y es que, aunque el suelo laminado no exige una limpieza complicada, hay ciertas manchas que se nos pueden atragantar. Tranquila, hay una solución para todo.

  • Líquidos. Si se derrama vino, cerveza o leche, límpialo enseguida con papel absorbente. En el caso de manchas secas, aplica un producto de limpieza adecuado para suelos laminados y seca.
  • Cosméticos. Nos encantan pero reconocemos que los labiales y los esmaltes de uñas son algunos de los productos que más cuesta limpiar. Aplica un poco de alcohol en la zona concreta y a continuación pasa un paño humedecido en agua.
  • Zapatillas. Las suelas de goma dejan unas antiestéticas manchas que pueden ser eliminadas en seco con un estropajo de nailon.
     

¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar el suelo laminado?

Por lo general, hay que limpiar el suelo laminado cada tres o cuatro días. Pero esta cantidad de tiempo puede variar en función de algunos factores, como el número de personas que viven en casa, el uso que se le da el suelo, si hay mascotas o niños pequeños, e incluso la estación del año en la que nos encontremos. Además, pequeñas costumbres como dejar los zapatos al entrar en casa te ahorrarán tener que limpiar más suciedad como barro, agua, hojas secas, chicles, piedrecitas o arena.

  • En principio, para mantener limpio, el suelo laminado valdrá con aspirarlo cada tres o cuatro días, o más a menudo si fuera necesario.
  • Para fregarlo lo mejor es utilizar un producto específico y seguir las indicaciones del fabricante. Procura hacerlo al menos una vez a la semana.

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