Bicarbonato de sodio: 20 usos para despedirse de la suciedad y el mal olor

Limpiar superficies

El bicarbonato de sodio va súper bien para limpiar todas las superficies del baño o la cocina, incluidos los complicados azulejos. Espolvoréalo sobre una esponja o una bayeta ligeramente humedecidas y frota la superficie en cuestión. Luego, aclara con otra limpia y seca bien. 

• Más a fondo. Si quieres hacer una limpieza más exhaustiva, mezcla un poco de bicarbonato de sodio con jabón líquido, aplícalo sobre aquello que quieres limpiar, déjalo actuar unos 5 minutos, friega, aclara y seca. Para un mantenimiento rápido, pero eficaz, sigue esta rutina de 20 minutos para limpiar el baño.

Fregar el suelo

Otros de los usos del bicarbonato de sodio es para limpiar suelos cerámicos que no estén encerados. Elimina la suciedad sin dejar marcas u arañazos.

• Cómo hacerlo. Añade media taza de bicarbonato de sodio a un cubo de agua templada. Utiliza esta solución para fregar el suelo. Y luego aclara y deja secar en un cubo de agua tibia. Y eso no es todo, porque tenemos más trucos que pueden servirte para dejar limpiar las juntas del suelo, para limpiar el parquet o para limpiar el suelo laminado. 

Limpiar alfombras y quitarles el mal olor

Como es muy absorbente, el bicarbonato de sodio es ideal para limpiar cosas que no se pueden lavar con agua, como por ejemplo la mayoría de las alfombras.

• Cómo hacerlo. Es tan sencillo como espolvorearlo sobre la alfombra, dejarlo actuar un mínimo de media hora para que absorba la suciedad y los malos olores, y luego pasar el aspirador para retirarlo junto con la suciedad.

Descubre aquí todos los trucos para tener las alfombras sin manchas ni marcas.

Asear las tapicerías

De igual modo que con las alfombras, el bicarbonato de sodio también va de maravilla para limpiar, desinfectar y quitar los malos olores de las tapicerías que no se pueden lavar o desenfundar. 

• Cómo hacerlo. Espolvorea el bicarbonato de sodio por toda la superficie prestando especial atención a los recovecos de juntas y costuras, déjalo actuar un mínimo de media hora, y luego pasa el aspirador.  

Descubre más trucos para limpiar la tapicería de un sofá o dejar impoluto un sofá de tela. 

Sanear los cojines y las mantas de las mascotas

Si tienes gatos o perros en casa, puedes usar el bicarbonato de sodio para sanear sus utensilios para descansar o dormir. 

• Cómo hacerlo. En el caso de que no sean lavables, puedes aplicarlo directamente sobre los cojines, las mantas y las casetas y, luego, sacudirlos bien o pasar el aspirador. Y si son lavables, dejarlo actuar unas horas y, después, lavarlo en la lavadora para acabarlo de sanear del todo. Para ello es muy importante que tengas tu lavadora limpia por dentro, libre de pelos de mascota. 

Sacar brillo a la plata

Además, el bicarbonato de sodio es unos de los productos que puedes utilizar para limpiar la plata con lo que ya tienes en casa.

• Cómo hacerlo. Mezcla un poco de bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta formar una pasta. Con ayuda de un paño, frota la plata con esta pasta. Y luego limpia con otro paño limpio.

Desinfectar verduras

Puedes utilizarlo también para que las verduras queden perfectamente lavadas y libre de impurezas.

• Cómo hacerlo. En el fregadero lleno de agua, sumerge las verduras durante unos minutos junto con un poco de bicarbonato de sodio. Y, luego, enjuágalas y listas para comer. 

Quitar los malos olores de los cubos de basura

Aparte de para limpiarlos, como otros utensilios y superficies de la casa, el bicarbonato de sodio es muy eficaz para quitar los malos olores de los cubos de basura y reciclaje, responsables, en muchas ocasiones, de esos malos olores que se apoderan de la casa y no sabemos de dónde vienen.

• Cómo hacerlo. Espolvorea bicarbonato de sodio en el fondo del recipiente donde depositas la basura o las cosas para reciclar y absorberá los malos olores. Pero acuérdate de limpiarlos y renovarlo periódicamente, que no funciona eternamente.

Limpiar y desodorizar el frigorífico

Utilízalo tanto para desodorizar como para limpiar el frigorífico. Como la mayoría de los electrodomésticos de gama blanca, pueden estropearse cuando los limpias con limpiadores convencionales, siempre se recomienda hacerlo con bicarbonato de sodio diluido en agua. Pero, además, también sirve para absorber los malos olores. 

• Cómo hacerlo. Limpia la nevera y el congelador por dentro y por fuera con un paño humedecido con agua y bicarbonato de sodios, aclara y seca. Y para quitar los malos olores, deja un recipiente en el interior del frigorífico con un puñado de bicarbonato. 

Higienizar la campana, el horno y el microondas

Está muy indicado también para limpiar la campana, la placa de gas, el horno y el microondas. ¡Y no te olvides de los filtros de la campana!

Cómo hacerlo

• Limpia las superficies y el interior del microondas y la campana con un paño humedecido con agua y bicarbonato de sodio. Si son de acero, procura que quede muy diluido y haz una prueba en un sitio que no se vea para comprobar que no deja arañazos. 
• Utilízalo para limpiar las rejillas y los quemadores de la placa de gas. Sumérgelos en agua y vinagre, otro potente limpiador casero. Luego, frótalos con bicarbonato. Y finalmente acláralos y sécalos. 
• Frota el interior del horno con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. Déjalo actuar durante toda una noche y, al día siguiente, retíralo, enjuaga y seca. 

Limpiar el lavavajillas

Puedes utilizarlo tanto para limpiar el lavavajillas por dentro y por fuera como para eliminar malos olores. 

• Cómo hacerlo. Para limpiar, dilúyelo en agua y frota con un paño humedecido con esta solución, aclara y seca. Para quitar el mal olor,  añádelo al lavado y deja un recipiente con un poco de bicarbonato entre lavado y lavado para que vaya absorbiendo los olores. 

Si quieres saber más, descubre los errores que cometemos al poner el lavavajillas.

Sanear y desodorizar tuberías

Usa el bicarbonato de sodio para mantener en buen estado las tuberías y mitigar los malos olores que, a menudo, desprenden. 

• Cómo hacerlo. Tanto para sanear las tuberías como para prevenir que desprendan malos olores, por la noche, vierte por el desagüe media taza de bicarbonato de sodio diluida con un poco de agua (que quede como una pasta espesa). Déjalo actuar toda la noche y, al día siguiente, deja correr agua tibia para que acabe de arrastrarlo. 

Adecentar cepillos y peines

Si son de materiales que no se pueden lavar, puedes usar el bicarbonato de sodio para quitar la grasa, los restos epidérmicos y la suciedad que se acumula en cepillos y peines. 

• Cómo hacerlo. Espolvorea bicarbonato sobre ellos y déjalo actuar unas horas. Luego, sacúdelos bien y, para acabar de sacar todos los restos, frótalos entre ellos o con un cepillo de dientes que tengas reservado para limpiar. Y en el caso de que sean de plástico o materiales lavables, puedes sumergirlos en una solución de agua con bicarbonato y, pasadas unas horas, aclarar y secar. 

Te dejamos también algunos trucos para limpiar las brochas de maquillaje y que tengas todo tu set de higiene personal impoluto. 

Limpiar la cortina ducha

También es muy eficaz para limpiar y desinfectar cortinas de ducha, uno de los lugares más sucios de la casa.

• Cómo hacerlo. Tienes dos opciones: frotarla directamente con una esponja o una bayeta humedecida con agua y bicarbonato y, luego, aclararla con la ducha; o bien, sumergirla en un recipiente lleno de agua y bicarbonato y dejar actuar unas horas antes de aclarar.

Ya que estás, puedes aprovechar de atacar otras zonas complicadas, como la alcachofa, la mampara y hasta las paredes con humedades. Además, para todas estas zonas también puedes usar el bicarbonato. 

Quitar malos olores de las esponjas

Utilízalo para que las esponjas de baño y los estropajos no sigan oliendo a mil demonios. 

• Cómo hacerlo. Ponlas varias horas en remojo en una solución de agua y bicarbonato de sodio (4 cucharadas de bicarbonato de sodio por cada litro de agua). Luego, acláralas y déjalas secar tendidas o colgadas para que pierdan toda la humedad. 

Limpiar el colchón

Si alguna vez te has preguntado cómo limpiar un colchón, el bicarbonato de sodio es el producto esencial para llevarlo a cabo. 

• Cómo hacerlo. Espolvorea por encima de toda la superficie el bicarbonato de sodio (y en especial donde haya podido caer algún líquido como el caso de las pérdidas de orina), y deja reposar unas dos o tres horas. Pasado este tiempo, retira el bicarbonato con ayuda de un aspirador. Si no tienes, puedes empujarlo hacia al suelo con un secador de pelo, o retirarlo con un trapo limpio o un cepillo. ¡Y listo! ¡Ya sabes cómo limpiar un colchón!

Quitar la suciedad de los peluches

Si no se pueden lavar, dales un repaso con bicarbonato de sodio. 

• Cómo hacerlo. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre todo el peluche; déjalo actuar unas horas; y finalmente sacúdelo bien o pásale el aspirador.   

Potenciar el lavado

Está comprobado que el bicarbonato de sodio contribuye a que la ropa quede más limpia, fresca y radiante.

• Cómo hacerlo. Antes de lavarla, añade media taza de bicarbonato de sodio al tambor o al cajetín del detergente. 

Además, es muy eficaz para limpiar la lavadora. Mezcla 50 ml de vinagre blanco, 250 ml de agua y 1 cucharada de bicarbonato. Vierte todos los ingredientes en un rociador, agítalos bien, rocía sobre las superficies de la lavadora, pasa una esponja húmeda y seca con un paño. 

Quitar manchas y malos olores

Si no tienes un quitamanchas a mano o no quieres utilizar productos de limpieza nocivos para la salud, hazlo con bicarbonato. 

• Cómo hacerlo. Lo puedes aplicar directamente en seco sobre las manchas o las zonas donde se acumula el sudor, y dejarlo actuar unas horas antes de lavar. O bien añadir media taza de bicarbonato de sodio al detergente líquido o durante el ciclo de aclarado.

Más trucos para quitar las manchas más difíciles, aquí.

Limpiar la plancha

Si se ha ido ensuciando y no sabes qué hacer para limpiar la plancha y dejarlas como nueva, aprovecha los beneficios del bicarbonato de sodio. ¡Incluso si tienes la plancha quemada!

• Cómo hacerlo. Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con una de agua (mejor si es destilada para que no tenga cal y otras impurezas) hasta que tenga consistencia de una pasta acuosa pero densa. Aplícala en la base de la plancha. Deja que actúe durante unos minutos. Luego, retírala con un paño limpio y ligeramente humedecido. Y remata con un paño limpio y seco.