La Navidad es una época preciosa, familiar y llena de ilusión y tradiciones. Además, decorativamente hablando es una auténtica maravilla. Casas decoradas con árboles de Navidad de distintos estilos, nacimientos llenos de sentimiento y adornos que llenan de magia todos los rincones son el nexo común en todos los hogares a partir de diciembre. En casa tenemos la costumbre de comprar al menos un adorno nuevo cada año, así que tenemos una colección muy entrañable de ellos, incluso algunos de cuando yo era pequeña. Ahí es nada.
Otra costumbre que tenemos en casa, y en la mayoría de hogares del mundo, es hacer los adornos navideños nosotros mismos. A favor de esta tradición juega el hecho de que es una manera muy divertida de pasar las tardes de frío. Y no solo eso, sino que este tipo de adornos son muy fáciles de elaborar gracias a su toque rústico.
¿Con qué hacer los adornos caseros?
Los adornos hechos en casa también son de lo más creativos y permiten reciclar materiales que ya tienes con lo que son muy económicos. Y si tuvieras que comprar alguno, el bolsillo tampoco lo notaría: cartulina, papel de periódico, fieltro, lana, retales, cordel, ramas, piñas, tarros o purpurina son los básicos.
¿Qué otros materiales necesitarás? Pues nada complicado ni difícil de encontrar: pegamento, rotulador, tijeras y purpurina, si te va el brilli brilli. También te vendrá de perlas tener a mano bolas del árbol para actualizar, o incluso comprarlas de plástico transparente porque dan mucho juego.
A continuación encontrarás una selección muy completa para todos los gustos: desde infantiles hasta clásicos, pasando por los más divertidos y, por supuesto, los de estilo rústico y vintage porque ¡triunfan siempre!