Nos colamos en el refinado dormitorio de Lara Dibildos: con cabecero clásico, lámpara de pie y las mesitas más elegantes

Lara Dibildos lleva un par de semanas en boca de todos. Siendo la productora de la obra de teatro que va a protagonizar Terelu Campos, a sus 53 años, la actriz y presentadora sigue avanzando cada día más en su carrera. No debería extrañarnos. Al fin y al cabo, siempre ha tenido a su madre, Laura Valenzuela, como referente. Siendo una gran admiradora de su éxito meteórico, Lara siempre anda buscando la excelencia. Y parece que eso también lo aplica en su hogar.

La actriz reside en una vivienda en el Paseo de la Castellana de Madrid. Una ubicación privilegiada, siendo un lugar con gran historia, en el que conviven edificios contemporáneos con otros de diseño clásico. Un piso que heredó de su madre, tras su fallecimiento en 2023 y al que debe tenerle un cariño especial, pues fue donde la mítica presentadora pasó gran parte de su vida.

El piso cuenta con dos plantas, y dos escaleras que las unen, siendo una de ellas de servicio. Se estima que tiene una superficie de 500 metros cuadrados y que, por ello y por la zona en la que se encuentra, su valor asciende a varios millones de euros. Lara reside allí con sus hijos, Fran, de 24 años y Álvaro, de 17.

Juntos han decidido darle un toque diferente a la vivienda, bajo un estilo moderno y refinado, que también incluye alguna que otra pieza clásica. Ella misma ha enseñado uno de los rincones más especiales de su hogar: el dormitorio. Y nosotras nos hemos enamorado.

EL DORMITORIO DE lARA dIBILDOS: ELEGANTE Y MODERNO

Más allá del salón, el dormitorio es uno de los lugares de la casa en los que más tiempo solemos pasar. Una estancia que siempre debe adecuarse a nuestro estilo y, sobre todo, ser acogedora, pues es el sitio al que acudimos a descansar. Es un refugio de paz tras el caos y el estrés del día y parece que Lara ha tenido muy en cuenta esto a la hora de diseñar el suyo propio.

Siendo muy espacioso, lo primero de lo que uno se percata es que la actriz se ha decantado por tonalidades neutras, que siempre transmiten paz y tranquilidad. El cabecero, bajo un estilo completamente atemporal, se convierte en protagonista del lugar.

Acolchado, de capitoné, resulta clásico pero los botones que sujetan el acolchado le dan un aire moderno, pues forman un patrón de cuadrados en lugar del tradicional de rombos. En color beige, es una pieza muy versátil, capaz de adaptarse a cualquier estilo decorativo. Más allá de eso, Lara no ha añadido ninguna otra decoración a la pared, manteniendo un estilo minimalista y nada recargado.

Sin embargo, esto no quiere decir que la actriz no se haya preocupado de los detalles del espacio. Todo lo contrario. Solo tenemos que admirar sus mesitas de noche para comprobarlo. De estructura sencilla en color blanco, encajan a la perfección con el resto del dormitorio. Además de bonitas, son funcionales, pues tienen un pequeño cajón y una balda en la que dejar diversos objetos antes de dormir. Su superficie es negra, revestida de madera oscura, contrastando a la perfección con el resto de elementos.

Sobre ellas, encontramos una pequeña lámpara de noche que derrocha estilo, gracias a su base redonda plateada. Su pantalla es de color beige, permitiendo que, al encenderse, el cuarto adopte una luz cálida muy acogedora.

En el otro lado de la cama repite la misma fórmula infalible, con la mesita de noche y la lámpara. No obstante, si miramos más allá, podemos ver una lámpara de pie contemporánea. Siendo muy alta, dota a la estancia de mucha luz y su acabado con formas geométricas hace que el espacio sea mucho más interesante.

Por último, no podemos olvidarnos de uno de los elementos más importantes del dormitorio: las alfombras. Lara Dilbidos ha elegido dos: una de gran tamaño a los pies de la cama y otra algo más pequeña, pasillera, en el lateral. Ambas de pelo y en color gris, son la adición perfecta a cualquier habitación en invierno, pues generan calidez y hacen que el espacio se vea completo, sin necesidad de recargarlo demasiado. Es una prueba de cómo debe ejecutarse el estilo minimalista, sin perder nuestra personalidad.