​​El día que Antonio Banderas llegó tarde a la cena que preparó en su casa para el aún presidente Barack Obama

El mundo de la interpretación tiene la suerte de contar entre sus filas con Antonio Banderas (64 años) gracias a una carambola del destino. Nunca mejor dicho porque el malagueño iba encaminado a ser jugador profesional de fútbol. No se le deba nada mal. Ganó varios campeonatos vistiendo la camiseta del equipo Nacional Sport y sus entrenadores le auguraban un gran porvenir. Lamentablemente, una lesión con 14 años truncó sus aspiraciones profesionales.

Menos mal que tenía una opción B. Desde pequeño mostró interés por ser actor y también contaba con grandes dotes. Colgó los botas y se apuntó en la Escuela de Arte Dramático de su adorada Málaga. Poco después se mudó a Madrid para intentar hacerse un hueco. Tuvo que trabajar como camarero porque apenas llegaba a fin de mes, pero no se rindió. Consiguió entrar en la compañía del Teatro Nacional y en una de las funciones que hizo, entre el público, se encontraba sentado Pedro Almodóvar. De su mano se inició en el cine en los años 80. Curiosamente fue el director quien que le dio la idea de cambiar su nombre a uno más artístico para debutar en la gran pantalla. Dejó de ser José Antonio Domínguez Bandera para convertirse en Antonio Banderas.

mÁS DE CUATRO DÉCADAS EN LA INDUSTRIA

Ha llovido mucho desde los inicios del malagueño, hijo de una profesora de instituto y un policía. Con mucho esfuerzo ha conseguido convertirse en uno de los mejores actores del mundo y en el primer español en ser nominado a los Globos de Oro, a los Tony, a los Emmy y al Oscar gracias a una carrera repleta de éxitos con títulos tan conocidos como ‘La máscara del zorro’, ‘Frida’, ‘Entrevista con el vampiro’, ‘Evita’, ‘Indiana Jones y el destino final’ y ‘Shrek’. Sin olvidarse de decir que ha llegado a compartir pantalla con Tom Hanks, Tom Cruise y Brad Pitt. 

Podría escribir un libro con las anécdotas que ha ido acumulando en estas más de cuatro décadas en la industria cinematográfica. Aunque sin lugar a dudas hay una que Antonio Banderas nunca olvidará. Se trata del día que organizó una cena en su casa de Los Ángeles para Barack Obama cuando aún era presidente de los Estados Unidos y llegó tarde. “Recuerdo que acordonaron mi casa con un perímetro de seguridad. Obama llegó antes que yo, me retrasé. Lo gracioso vino cuando para poder entrar en mi casa se desplegó un dispositivo tremendo. ¡Y era mi casa!”, confesó durante su visita al plató de Toñi Moreno en el programa 'El árbol de tu vida'. 

Un despligue policial a la altura

Dejando a un lado la anécdota, conocer a Obama fue algo que nunca olvidará. “Algo alucinante, tenía que pellizcarme para darme cuenta de que estaba pasando. Allí entraron los servicios de seguridad dos semanas antes, tenía ‘snipers’ en los tejados de todos nuestros vecinos”, decía en el espacio ‘100% Únicos’, de Guillermo Fesser. 

Fue tal el despliegue que ni siquiera le dejaron entrar en su casa. Tampoco a Melanie Griffith, con la que compartía vida por aquel entonces. “Fue una cosa divertida, porque Melanie salió a la peluquería, y no nos dejaban entrar en el círculo que habían montado a tres millas de nuestra casa. Tuvimos que llamar a la Casa Blanca, no nos dejaban entrar en nuestra casa después de haber salido”, recordaba el intérprete sobre el despliegue que montaron en su residencia. Llegó incluso a tener su propia contraseña de seguridad: “Reunimos a 150 creadores de opinión de diferentes medios para que el presidente se dirigiese a ellos, para mí fue alucinante, era como una película. Teníamos hasta contraseña para entrar en casa, la mía estaba clarísima: ‘el zorro’”.

Esta es tan solo una de las muchas anécdotas que ha vivido Antonio Banderas. Tiene para aburrir. Otro buen ejemplo de ello fue el día que terminó en la cárcel junto a Imanol Arias: "Llegamos a la discoteca Rockola con tan mala suerte de que había una redada. Recuerdo que, en plena tensión, llamaron maricón a Imanol porque llevaba el pelo de colores y acabamos en el calabozo".