Resulta curioso lo que sucede con el repollo: se utiliza muchísimo como complemento de recetas saludables pero muy poco como protagonista. De hecho, hay muchísimas personas que no saben distinguir entre repollo y coliflor (el repollo tiene las venas de las hojas más lisas y su cogollo es más pequeño y compacto). También es verdad que no es una verdura fácil, pese a ser rica en vitaminas y minerales y contar con muy pocas calorías, ya que puede producir flatulencia.

Otro característica que no juega a su favor es el que el olor que desprende al cocinarlo no es de los más agradables. Pero, afortunadamente, este problemilla tiene fácil solución ya que basta con que añadir dos cucharadas de zumo de limón al agua o un chorrito de leche al agua en el que vas a cocerlo. Otra cuestión importante es acertar con su compra; tan fácil como descartar los que veas que están blandos y con hojas opacas.

recetas con repollo
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Las ensaladas son una buena manera de utilizar el repollo, pero mejor cocínalo antes.

Cuando llegues a casa, mantenlo refrigerado con el resto de verduras. Si no lo vas a consumir en breve, es preferible que lo piques y lo congeles en bolsas herméticas. 

Así puedes preparar el repollo

Aunque no sea lo habitual, el repollo puede tomarse crudo pero te aconsejamos que antes lo laves con agua caliente y un poquito de vinagre para que resulte más suave. Esa es otra de las razones por las que suele consumirse cortado en juliana fina. Otra idea es blanquearlo cociéndolo unos minutos con sal o azúcar. La opción más frecuente es cocerlo con sal durante 7 minutos.

Ideas para utilizar el repollo 

Estas son algunas ideas más ricas para sacarle partido al repollo. Encontrarás muchas de ellas en la selección de recetas que hemos preparado. 

  • Sopas. La opción más frecuente para utilizar el repollo y que te sirve tanto para comer como para cenar. De 10.
  • Cocidos. La misma idea que la anterior solo que más completa, perfecta para resolver la comida de un sábado o un domingo. Encontrarás varias opciones de este tipo en la selección, que incluyen una ligera y una en forma de pastel. 
  • Guarniciones. Está muy rico acompañando carnes y pescados. El clásico acompañamiento del codillo asado: tan fácil como preparar la carne junto a otras verduritas como zanahoria, puerro y cebolla.
  • Picoteos. No es lo habitual pero también se utiliza para darle sabor a masas como empanadas vegetales y fajitas.