Al suavizar los rasgos e iluminar el rostro ayuda a rejuvenecer el look. Además, permite camuflar mejor las canas. Estas son dos de las razones de peso por las que el rubio es el color atemporal, el que no pasa de moda y el que más se pide en los salones desde hace décadas, sea cual sea la estación del año. A estos motivos, Carlos Ortigosa Blas, natural hair color artist y embajador de la firma L’Oréal Professionnel, añade un tercero: “Todos queremos lo que no tenemos. En nuestro país solo el 9% de la población es rubia natural y, sin embargo, hay muchísimas personas enganchadas a él. Quien lo prueba, repite”, asegura el experto colorista.
Si se está pensando en un cambio de color de pelo y optar por el rubio, conviene tener una visión más global, ir más allá del tono y pensar en las consecuencias de la transformación. La textura del pelo, el corte e incluso la edad pueden influir mucho a la hora de elegir el tono más favorecedor. Un rubio platino puede quedar muy transgresor, pero “obliga” a ir mínimamente maquillada para que el look no se vea fantasmal. Del mismo modo, si un pelo es muy fino, es más conveniente recurrir a las mechas y usar varios tonos para que el pelo tenga más movimiento y se perciba más volumen ópticamente. Lo mejor es dejarse aconsejar por un buen profesional.
Los tonos de rubio más tendencia en 2024-2025
Entre los tonos preferidos suelen estar los dorados, el rubio ceniza y las famosas mechas californianas, con una raíz más oscura, que se va aclarando a medida que llega a las puntas. Aunque lo cierto es que en cada temporada aparecen nuevas propuestas o se retoman algunas de años anteriores, como veremos en las siguientes páginas.
Butterscotch blonde
Kate Winslet, Blake Lively o Rosie Huntington-Whiteley son algunas de las muchas celebrities que han sucumbido a esta propuesta, una mezcla de tonos dorados claros con un matiz caramelo. También se incluyen a veces tonos cobrizos que se funden para crear un mix muy favorecedor. Queda bien a todo tipo de pieles, pero especialmente a las mediterráneas, las más cálidas.
Baby blonde
Aunque es muy claro, es más natural que el ice blonde o los rubios platinos. Es ideal para las que ya son rubias y quieren recuperar en su melena la luminosidad propia de cuando eran niñas. De hecho, lo ideal es partir de una base clara para que el cabello no sufra la decoloración intensa que sería necesaria en el caso de un pelo oscuro que quisiera llegar a este tono. Es una opción muy acertada para mujeres de piel y ojos claros.
Beige perlado
Es un color de cabello que combina tonos claros de rubio con reflejos iridiscentes o nacarados. El resultado es una melena con mucho brillo, que se adapta muy bien a los diferentes tonos de piel. Además, se puede lucir en un look uniforme o dejando la raíz con un tono más oscuro. Es un color que se puede personalizar, recurriendo para ello a diferentes técnicas de mechas como las babylights, las melting o las balayage.
Platino
No deja indiferente. Pero a quien le motive debe tener en cuenta que para conseguirlo puede ser necesaria más de una decoloración, lo que provocará que el cabello se vuelva seco y quebradizo. Por eso, es fundamental ponerse en manos de un buen colorista, quien recomendará los cuidados específicos, como un champú con matiz violeta para que no amarillee; y mantenerlo muy hidratado con acondicionador y, eventualmente, una mascarilla. Es de los rubios más exigentes y, si no se quiere lucir con raíces, implica visitar la peluquería cada 2 semanas.
El rubio que más favorece según tu color de piel
Ese tono de rubio que hemos visto que queda tan bien a una actriz o celebrity no tiene por qué favorecernos a nosotras. Para acertar hay que tener en cuenta un factor tan crucial como el tono de piel. Puedes aprender más sobre colores que quedan bien con tu tono de piel a través de la colorimetría.
- Si es clara. En el caso de los rostros rosados, el color más indicado es el rubio ceniza. En cambio, el cobrizo será el menos favorecedor. Para las que tengan la tez blanca con matiz amarillento, son más apropiados los tonos dorados.
- Bronceada o mediterránea. Los castaños muy claros o rubios oscuros con reflejos dorados son los más adecuados. Se puede apostar por una base castaña con unas mechas rubio miel. Esta coloración aporta movimiento y dimensión al cabello y logra un aspecto muy natural. Si el color de los ojos es azul o verde, lo ideal son las mechas doradas. En el caso de unos ojos marrones o negros, el rubio oscuro es la apuesta más favorecedora.
- ¿Piel muy oscura? En este caso, lo recomendable es optar por los rubios en tonalidades cercanas al castaño para que el efecto sea lo más natural posible. Las mechas son también una opción viable para aportar reflejos y movimiento al cabello, pero no se deben aplicar demasiadas para no recargar la melena. En caso contrario, en vez de favorecer al rostro podemos crear un efecto muy artificial.
Y si no soy rubia, ¿cómo consigo el tono ideal?
Si nuestro pelo es castaño o rubio muy oscuro y decidimos pasarnos a una tonalidad más clara, los expertos aconsejan que “negociemos” con el peluquero qué tono deseamos exactamente y si queremos mantener el mismo a muy largo plazo.
Dependiendo de la decisión que se adopte, el proceso de coloración puede realizarse en una sola sesión o en varias hasta conseguir el resultado deseado. Entre las técnicas más conocidas y usadas para aclarar el color de una melena gradualmente destacan las mechas babylights (muy finas, como reflejos) y las balayage (aclarado natural y progresivo de raíces a puntas). Son dos opciones que no modifican nuestra base y nos permiten prolongar un acabado más bonito e integrado a largo plazo, en comparación a lo que supondría una decoloración o varias para conseguir un rubio uniforme, en bloque.
“Cuantas más veces se tiñe o se añaden nuevos reflejos, el cabello va quedando más bonito y natural”, asegura el colorista. Aunque nos advierte de que hay una tendencia a que las clientas pidan rubios cada vez más claros. “En muchos casos, las convencemos para no aclarar más y más el cabello, ya que la fibra capilar puede verse comprometida”, concluye.
Cómo cuidar el cabello teñido de rubio
Entre visita y visita al salón de peluquería para teñir el cabello, se puede seguir una serie de cuidados en casa para prolongar al máximo el tono vivo y luminoso.
- Espaciar los lavados. Los cabellos rubios, naturales o teñidos, son más porosos que los tonos oscuros. No conviene lavarlos a diario para no eliminar su grasa natural. Si fuera necesario, basta con una jabonada y mejor aclarar con agua no muy caliente.
- Usar productos específicos. Los indicados para cabellos rubios o decolorados aportan hidratación extra y cuidan la fibra capilar. Además, las fórmulas con pigmentos violáceos o azulados neutralizan los tonos amarillentos y anaranjados que pueden aparecer con el paso del tiempo.
- Protegerlo del sol. Los rayos UV no solo resecan la fibra capilar, sino que modifican el color y lo desgastan. Por eso conviene usar un protector solar capilar antes de salir de casa o proteger el cabello con un sombrero, un pañuelo o un gorro.
- Reducir el uso de planchas y secadores. Y aplicar siempre antes un protector térmico. Para quienes sean indispensables estas herramientas, es una buena idea invertir en unas planchas de vapor o con placas de cerámica y en un secador iónico porque alisan y secan sin dañar el cabello.
- Un plus de nutrición. El cabello teñido de rubio, al haber sido sometido a un proceso químico de decoloración o mechas, puede perder brillo y volverse quebradizo. Por eso precisa de mascarillas ultra nutritivas (enriquecidas con queratina, miel o aceites vegetales) y tratamientos regeneradores que reconstruyan la fibra capilar por dentro. Se pueden aplicar semanalmente e ir alternando su uso. En muchos de los productos capilares que reconstruyen los enlaces capilares puede aparecer el término “bond repair”.