¿Habías oído hablar del color melting? Hasta hace nada nosotras tampoco pero nos ha fascinado tanto la idea que teníamos que contároslo cuanto antes. Sabemos que las mechas rubias son una de las coloraciones más demandadas (si no la más) en las peluquerías pero es que el color melting va a suponer toda una revolución. Cada vez más, lo que perseguimos al aclarar el cabello es un acabado lo más natural posible. Atrás quedaron esas mechas de tigre tan poco favorecedoras e incluso las mechas californianas, tan de moda hace unos años, han dejado paso a otras más sutiles. Pero es que el color melting va un paso más allá y promete fusionar a la perfección nuestro color natural con el de las mechas.
¿Qué es el color melting y por qué va a desbancar a las mechas balayage?
Las mechas balayage son lo más de lo más ahora mismo pero les está saliendo competencia. Y es que, si estas ya nos parecía que conseguían un degradado con un efecto de lo más natural, el color melting o fundido de color, es más sutil. La transición entre el color de la base y las mechas resulta mucho más suave, casi imperceptible. Y es que una de las claves de esta fusión es que sea tan gradual que no se note casi la diferencia entre unos tonos y otros.
Una de las grandes ventajas del color melting es que se puede realizar en cualquier color de pelo, lo único que hay que tener en cuenta son los tonos con los que mejor se fundirá el de la base. Por ejemplo, lo hemos visto en versión rubio frío (como en la imagen de arriba) en el que, si te fijas, las raíces tienen un tono ceniza aplicado sobre una base castaña clara y poco a poco, muy poco a poco, se va aclarando hacia la zona de las puntas.
En este vídeo se ve un degradado perfecto entre castaño y rubio cálido, un tono miel con una transición en tonos caramelo. Una preciosidad. Y si quieres la versión en pelirrojo, en tonos cobrizos el color melting también es una auténtica maravilla.