Sara Saiz, maquilladora: "Para los ojos marrones juega con verdes, vinos y azules, hace se destaquen mucho más”

El maquillaje de ojos es una poderosa herramienta para realzar la mirada, pero a partir de los 40 años, ciertas técnicas que antes funcionaban pueden empezar a jugar en contra. La piel del contorno de ojos se vuelve más fina, aparecen líneas de expresión y la estructura del párpado cambia, lo que puede hacer que algunos estilos de maquillaje resalten las arrugas, hagan los ojos parecer más pequeños o les den un aspecto cansado. 

Los ojos marrones, al ser los más comunes, suelen ser versátiles en cuanto a colores y técnicas de maquillaje. Sin embargo, muchas veces se cometen errores al intentar intensificar su tonalidad o resaltar su forma sin considerar cómo ciertos acabados y aplicaciones pueden afectar la percepción del ojo. Los tonos inadecuados, los delineados incorrectos y el uso excesivo de productos pueden hacer que la mirada se vea más apagada o envejecida en lugar de luminosa y expresiva.

Para lograr un maquillaje que potencie la belleza natural sin enfatizar los signos de la edad, es esencial conocer los errores más frecuentes y cómo corregirlos. A continuación, analizamos junto a una experta cuáles son los más habituales y te damos las claves para conseguir un maquillaje de ojos favorecedor y sofisticado.

Usar sombras con demasiado brillo en la zona equivocada

Uno de los errores más habituales es la aplicación de sombras metálicas o con glitter en todo el párpado móvil o en la zona del pliegue. Aunque los acabados brillantes pueden aportar luminosidad, su uso excesivo o mal colocado tiende a marcar las líneas de expresión y resaltar la flacidez del párpado. Los destellos pueden acumularse en las arrugas, haciendo que la piel se vea más texturizada.

Para evitar este efecto, lo ideal es reservar los tonos satinados o perlados para puntos estratégicos, como el lagrimal o el centro del párpado, y optar por sombras mate en la cuenca para dar profundidad sin acentuar arrugas. Tonos cálidos como marrones suaves, terracotas o taupes funcionan muy bien para realzar los ojos marrones sin endurecer la mirada.

“Abusar de sombras brillantes puede conseguir el efecto contrario al que deseamos. Es clave ponerlas en el lugar correcto para hacer efectos de amplitud de ojos, frescura, etc. Nos puede jugar una mala pasada al estar apelotonada en la arruga del párpado, así como caerse o moverse y acabar en las arruguitas de expresión y destacarlas más aún”, explica la maquilladora Sara Saiz. 

Delineado grueso y negro: un arma de doble filo

El delineado negro intenso es un clásico del maquillaje, pero cuando se aplica de manera incorrecta puede endurecer los rasgos, hacer que los ojos parezcan más pequeños y resaltar la caída del párpado. A partir de los 40, la piel alrededor de los ojos pierde firmeza (tal y como te hemos comentado), y un delineado grueso en la línea superior puede dar un efecto visual de ojo cerrado o encapotado.

En su lugar, es recomendable usar tonos marrones, ciruelas o grises, que aportan definición sin endurecer. También es preferible trazar una línea fina y difuminarla ligeramente para suavizar la expresión. Si se desea un efecto lifting, la clave está en dirigir la línea ligeramente hacia arriba en el extremo externo, evitando cortes bruscos o líneas rectas demasiado marcadas. 

“Hay que evitar hacer el típico delineado negro grueso en el párpado superior de principio a fin de la pestaña. Esto hace que el ojo pequeño se vea pequeño y si lo tienes caído, al seguir esa misma línea, lo sigues teniendo caído. No cambias nada, solo destacas más esa forma y la endureces, ya que una línea marcada sin difuminar y oscura aporta foco en donde la pongas”, comenta la experta. 

Usar lápiz negro en la línea de agua inferior

Aplicar delineador negro en la línea de agua del párpado inferior es otro error frecuente que, lejos de agrandar la mirada, la hace ver más pequeña y apagada. Este truco, que en la juventud puede dar un efecto de mayor intensidad, con el tiempo tiende a endurecer la expresión y marcar la caída del ojo. “Sé que es de uso común y claro que queda bien, siempre y cuando lo sepas trabajar y si a tu ojo le encaja, ya que no todas las formas se ven beneficiadas”, afirma Sara.

Una alternativa mucho más favorecedora es optar por un lápiz en tonos nude o beige, que abre la mirada y da un efecto de ojos más grandes y despiertos. Si se desea un poco más de definición en la línea inferior, lo mejor es usar un tono marrón o topo y difuminarlo suavemente para un acabado más natural y rejuvenecedor. 

“Mi consejo es que lo difumines bien entre las pestañas (ya que a veces se quedan grumos o más cantidad en un lado) con un pincel finito para asegurarte que está bien repartido y que te va a aguantar toda la jornada; para ojos marrones también jugar con otros colores (verdes; vinos; azules) hace se destaquen mucho más”, remata la maquilladora. 

Aplicar máscara de pestañas en las pestañas inferiores sin control

La máscara de pestañas es un aliado fundamental para enmarcar la mirada, pero su aplicación en las pestañas inferiores puede ser contraproducente si no se hace con moderación. Excesiva cantidad de producto en esta zona puede crear sombras indeseadas, marcar líneas de expresión y enfatizar la caída del ojo.

En lugar de aplicar varias capas en las pestañas inferiores, es preferible enfocarse en las superiores, priorizando fórmulas que aporten volumen y curvatura. Un buen rizador puede marcar la diferencia, ya que unas pestañas bien levantadas ayudan a abrir la mirada y a contrarrestar el efecto de párpado caído. “La pestaña bien trabajada y rizada, y la parte final/externa bien marcada, consigue un efecto lifting en la mirada”, sentencia. 

Usar correctores demasiado claros o con acabado seco

El área de las ojeras es una de las zonas más delicadas del rostro y un corrector mal elegido puede ser el causante de un look apagado o envejecido. Muchas personas creen que usar un corrector muy claro ilumina la mirada, pero en realidad puede crear un efecto de "mapache inverso", marcando aún más la diferencia de tonalidad con el resto del rostro.

Para evitar este error, lo ideal es elegir un corrector con subtono melocotón o salmón que neutralice la oscuridad de la ojera sin crear un contraste excesivo. Además, la textura debe ser cremosa e hidratante para evitar que se acumule en las líneas de expresión. Sellarlo con una cantidad mínima de polvo translúcido ayudará a mantenerlo en su lugar sin resecar la piel.

Cómo aplicar las sombras de forma adecuada según nuestra experta

Ahora que hemos visto los errores que hay que evitar, hay que conocer la forma correcta de maquillar nuestros ojos, especialmente cuando aplicamos las sombras. Nuestra experta en maquillaje nos ha dado las pautas claves, para conseguir una mirada amplia, luminosa y con efecto antiedad. 

"Hacia donde lleves la sombra llevas la atención, por lo que si la aplicas hacia abajo, el foco recae en esas arruguitas y con el paso de las horas se irán marcando aún más. Una buena alternativa teniendo, en cuenta todo lo anterior, es utilizar unas sombras satinadas y mates claras y difuminar de manera diagonal hacia arriba. Esto va a dar un aspecto más abierto, juvenil y con efecto lifting en nuestro ojo”, explica Sara. 

Y es que lograr ese efecto de “ojo más abierto y levantado” es uno de los objetivos clave para vernos realmente favorecidas. “Se debe de aplicar sombras mate claras o algo satinadas en lagrimal y centro, y más oscuras en el tercio final del ojo. Un delineado a ras de pestañas, de más fino en el lagrimal y más grueso al final de pestaña, nos va a enmarcar el ojo y hacer ese acabado rasgado que tanto buscamos conseguir”, añade. 

Por último, y tal y como finaliza la experta, “las cejas es algo muy importante también es el marco de la mirada. Tiende a un diseño que no te entristezca la mirada, como puede ser una ceja muy fina y marcada, que da un aspecto muy dramático y de nuevo enmarca lo que tenemos debajo. Para acabar, corregir e iluminar el lagrimal, la ojera y la parte final del ojo de manera diagonal, genera una mirada fresca”.