Muchas veces tendemos a usar champú en seco por falta de tiempo o incluso por pereza. Es una buena solución cuando no podemos lavarnos el pelo, pero no debemos acostumbrarnos a él, dejándolo solo para ocasiones especiales. De hecho, debemos lavar nuestro siempre que sea necesario, que se vea sucio o que las necesidades de nuestro tipo de pelo lo requieran.
Es vital tener el pelo limpio, especialmente el cuero cabelludo, para controlar la caída del cabello, estimular la circulación ayudando a que crezca sano y rápido y también para evitar que se vuelva graso. Pero, ¿Qué ocurre cuando tenemos el pelo graso? En estas ocasiones, tendemos a pensar que, "si no nos lavamos el pelo con tanta frecuencia, estaremos entrenando a cuero cabelludo a qué produzca menos grasa", según explica la dermatóloga Leire Barrutia, pero es un error.
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Es esencial escuchar las necesidades de nuestro cabello y lavarlo, si es necesario, todos los días. De esta forma lograremos controlarlo, tanto si es graso como si no, y mantenerlo a raya la producción del sebo, evitando que se produzcan alteraciones en el cuero cabelludo que nos generen problemas mayores. La experta nos cuenta cada cuánto debemos lavar el pelo graso.
¿CÓMO DEBEMOS CUIDAR EL PELO GRASO?
Lo primero que debemos saber sobre el pelo graso es por qué lo tenemos así. Pues bien, cualquier cabello genera grasa para evitar que el cuero cabelludo se reseque. Sin embargo, hay algunas personas que generan un exceso de la misma, que deriva en un cabello graso. Eso sí, debemos tener en cuenta que la grasa no la genera el cabello en general, sino las glándulas sebáceas de cada pelo.
Las causas de este exceso de grasa pueden ser muy variadas, desde factores internos, como cambios hormonales, factores genéticos, una temporada de estrés, los efectos de algún medicamento... hasta causas externas, como un lavado incorrecto, un aclarado con el agua demasiado caliente o un exceso de sol en nuestro cabello. ¿Y las consecuencias? Un cabello muy sensible que debemos cuidar con mimo y escuchar bien, para intentar que se recupere.
¿CADA CUÁNTO DEBO LAVARME EL PELO?
En algún momento, todas hemos llegado a pensar que lavarnos el pelo todos los días es un error y que, con ello, solo conseguiremos que nuestro cabello se vuelva esclavo a esta rutina y, consecuencia de ello, genere más grasa. Sin embargo, debemos ser conscientes de las necesidades de nuestro cabello y, si este nos lo pide, lavarlo todos los días. El objetivo es que nuestro cabello se vea limpio, que el cuero cabelludo respire y que, sea cual sea nuestra tipología de cabello, consigamos controlarla. Eso sí, siempre debemos apostar por formulaciones que se ajusten a nosotras.
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Cuando tenemos el pelo graso debemos ser muy conscientes con el lavado y la experta Leire Barrutia tiene claro que no hay ningún problema en lavarlo todos los días. Al contrario, explica que esto puede ser beneficioso a la hora de tener despejado el cuero cabelludo, limpiándolo y evitando que los poros de las glándulas sebáceas se obstruyan y produzcan más sebo. "Esta grasa que se produce en exceso inflama el cuero cabelludo, dando lugar a alteraciones como la dermatitis seborreica", cuenta la experta.
Además, nos anima que nos lavemos el pelo siempre que esté sucio: "No hay problema en lavar el pelo todos los días. Al contrario, tenemos que mantenerlo siempre limpio, sin grasa excesiva, para evitar que se produzcan alteraciones en el cuero cabelludo", cuenta la experta.
¿CÓMO DEBO LAVARME EL CABELLO GRASO?
Lo primero es elegir un champú sin parabenos ni siliconas, que nos ayude a recuperar el equilibrio natural del cabello y del cuero cabelludo. Además, podemos optar por alguna formulación con ingredientes que regulen y equilibren este cuero cabelludo. El té verde, los aceites esenciales, el aceite de romero... son algunos activos que funcionan bien.
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A la hora de lavarlo, debemos echar poco champú, para evitar que los poros se obstruyan. Además, debemos aplicarlo con suavidad, masajeando el cuero cabelludo y evitando que se estrese porque, de esta forma, además de volverlo más graso, podemos fomentar también su caída. Es vital, también, asegurarnos de que el pelo queda bien aclarado.
Por último, de forma puntual podemos hacerle alguna exfoliación, para conseguir que el cuero cabelludo se limpie y respire, eliminando el tapón que genera la grasa y controlando, lo máximo posible, este exceso en la producción de sebo. Con estos trucos lograremos mantener a raya nuestro cabello graso, creando el ambiente más idóneo para que deje de serlo.