Gadea Braceras, dermatóloga: "Los esmaltes no semipermanentes son menos agresivos con la uña, pero ello no quiere decir que no impliquen riesgos."

Hoy en día, es frecuente que muchas mujeres acudan de forma regular a centros especializados para hacerse la manicura. Las más hábiles, incluso se las hacen a sí mismas en casa. Sin embargo, las uñas y las manos siguen siendo algunas de las zonas más olvidadas en cuanto al cuidado de la piel.

Por eso, hablamos con Gadea Braceras, médico especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología en el Hospital San Sebastián y en la Clínica Sara Carrasco de Bilbao. Ella nos ha contado todo lo que debemos saber acerca del cuidado de las uñas, los hábitos que debemos seguir para fortalecerlas y, sobre todo, qué debemos evitar para prevenir su deterioro.

La frecuencia con la que podemos hacernos la manicura, los diversos métodos para ello o el uso de lámparas UV o LED son algunas de las cuestiones que más dudas suelen suscitarnos y que hoy nos quedan resueltas.

Por qué pueden dañarse nuestras uñas

Normalmente, pensamos que nuestras uñas únicamente se ven deterioradas por factores externos o hábitos diarios, como los esmaltes, el exceso de manicuras o el morderse las uñas, pero la doctora Braceras insiste en que hay motivos de salud interna que también pueden tener un impacto negativo en ellas.

"Entre ellos, encontramos enfermedades crónicas como la psoriasis, las alternaciones de la tiroides, enfermedades cardiopulmonares o del hígado, déficits en la dieta o el uso de ciertos medicamentos", aclara.

¿Es la manicura en casa mejor para nuestras uñas?

Puede que nos sorprenda, pero Braceras declara que la manicura en casa no está exenta de riesgos. La razón es simple: en la mayoría de ocasiones, no se utilizan las técnicas ni los productos adecuados. "Sin el conocimiento necesario, es fácil que el resultado sea no sea tan bueno como el que se realizan en los centros especializados, lo que puede conllevar un mayor riesgo de daño para la uña y la piel de alrededor".

Resalta la importancia de una buena limpieza, higiene y desinfección del material, con el objetivo de disminuir los riesgos de infección; además del uso de materiales de calidad y una técnica respetuosa con la uña.

Esmaltes tradicionales vs. semipermanentes: ¿cuáles son menos dañinos para la uña?

La dermatóloga nos confirma que, efectivamente, los esmaltes no semipermanentes son menos agresivos con la uña, pero ello no quiere decir que no impliquen riesgos. "El uso frecuente de esmaltes de color puede alterar la coloración de las uñas, ya que los pigmentos de la laca pueden penetrar en la capa superficial de la uña.", explica.

Asimismo, hay muchos de ellos que requieren un limado previo para mejorar la adherencia, por lo que también debilitan la capa superficial.

Otro aspecto a tener en cuenta es la retirada de la manicura, pues Braceras asegura que los quitaesmaltes pueden producir deshidratación, especialmente aquellos que cuentan con acetona, acetato de etilo o metilcetona entre sus ingredientes.

En el caso de quienes tienen uñas frágiles, la dermatóloga recomienza no realizar la manicura de manera ininterrumpida, sino espaciarla, para evitar que se debiliten aún más.

¿Pueden causar alguna reacción los productos utilizados?

La especialista nos recuerda que es importante estar atentas ante cualquier tipo de reacción que puedan tener las uñas o la piel de alrededor: "no es infrecuente tener dermatitis irritativas o alérgicas por estos productos."

Los acrilatos, sustancias derivadas del petróleo que están presentes en muchos esmaltes semi o permanentes, tienen un gran potencial al��rgico y Braceras nos advierte de que son una causa frecuente de dermatitis alérgica de contacto.

Entre los síntomas, encontraremos "inflamación del pulpejo de los dedos, fisuras y dolor, aunque también puede manifestarse en zonas alejadas de las uñas, como por ejemplo en párpados, debido a la transferencia pasiva a través de los dedos."

¿Son peligrosas las lámparas UV O  LED?

Las lámparas UV o LED se usan para fijar el esmalte y las opiniones respecto a ellas levantan muchos debates respecto a si incrementar el riesgo de cáncer de piel. "Muchos dermatólogos recomendamos las lamparas LED por encima de las UV y si es posible, utilizar guantes con factor de protección para reducir la radiación", admite Braceras.

lOS CONSEJOS DEFINITIVOS PARA CUIDAR UÑAS y manos, SEGÚN LA dR. BRACERAS

Para evitar todos los daños que podemos sufrir, tanto por factores externos como internos, Gadea Braceras nos ha dado los consejos definitivos para cuidar uñas y manos de forma óptima:

• Hidratar la cutícula de las uñas y las manos, sobre todo en invierno, para evitar la sequedad y tirantez.
• Proteger las manos del frío con guantes para evitar deshidratación, fisuras y sabañones.
• Nada de modernos las uñas o los padrastros, ya que puede provocar infecciones o una alteración en la morfología.
• Evitar las uñas muy largas, especialmente en los pies, porque puede producir hematomas subungueales al caminar o hacer ejercicio.
• No abusar de manicuras y evitar retirar en exceso la cutícula, pues protege la raíz de la uña.
• Aplicar crema de manos,además de aceites o pomadas en la cutícula. Si tenemos uñas frágiles, también son recomendables los fortalecedores.
• Llevar una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y proteínas. Son muy importantes las vitaminas  B6, B12, C, D; el calcio, el zinc, el hierro y las proteínas.
• Nada de jabones ni detergentes agresivos, ni una humedad prolongada.

¿Son las líneas blancas en las uñas una señal de falta de calcio?

Quienes han tenido manchitas o líneas blancas en las uñas seguro que han escuchado alguna vez que son un signo de falta de calcio. La doctoraBraceras nos desmiente este mito. "Esta alteración de las uñas se produce por traumatismos o daños repetidos en la matriz ungueal, como cuando nos mordemos las uñas o nos hacemos mucho la manicura".

Librarnos de ellas es sencillo: simplemente desaparecen con el crecimiento de las uñas. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que, para ello, también ha de desaparecer el hábito que esté provocando dichos microtraumatismos.