Por primera vez

Cumbre de diamantes: Mary de Dinamarca se atreve con las joyas que deslumbraron a Letizia

La última imagen de Mary de Dinamarca ha servido para descubrir una de las nuevas facetas que conlleva su rol de Reina: apostar al máximo por los quilates

Mary Donaldson
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Adrian Monterrubio
Adrián Monterrubio

Periodista especializado en corazón y televisión

Actualizado a

Las batallas de estilo están a la orden del día entre las 'royals'. Basta con remitir al último encuentro entre Letizia y Máxima de Holanda. Con motivo del viaje de Estado de los Reyes a los Países Bajos, dos de las consortes leídas más elegantes por la crónica de la realeza se batieron en duelo. En más de una ocasión, además, pues no entre actividades de agenda, no faltaron las recepciones de gala. En momentos en los que la pompa institucional entra en juego, más vale estar preparada. Y si no, que se lo digan a otra de sus homólogas. Mary de Dinamarca también sabe a la perfección cuáles son las normas del juego.

Aunque difícilmente haya excepciones, lo cierto es que la esposa del recién coronado Federico X también entra en la terna de nominadas simbólicas a ganarse el título de Reina europea más refinada. Y eso que la australiana acaba de aterrizar en el más alto escalafón del organigrama real por su matrimonio con el hijo de Margarita II. Sea como fuere, todas y cada una de sus apariciones desde el pasado 14 de enero han servido para reafirmar que ella también es toda una profesional en lo que poner sus mejores cartas sobre la mesa se refiere. Para muestra, el retrato oficial que ha visto la luz este 25 de abril.

Las joyas que Mary de dinamarca ha elegido para su primer retrato oficial

Aunque fue poco después de la entrada del 2024 cuando Federico se hizo por fin con la Corona, todavía no había disponible una fotografía propiamente oficial del nuevo soberano junto a su consorte. Cuatro meses después de que la abdicación de Margarita se hiciese efectiva y con el bagaje de un recorrido, por fin han salido a la luz esos esperadísimos retratos que el fotógrafo Steen Evald les tomó en las salas de presentación real del Castillo de Christiansborg.

Una estampa cuando menos curiosa por el hieratismo de sus posturas en la que el atuendo de Mary Donaldson tampoco ha pasado inadvertido. En el mejor de los sentidos, cabe destacar, puesto que el vestido verde de cuerpo en terciopelo y mangas y cuello en encaje, que ha decorado con su insignia de la Family Order. Ha sido ella la encargada de lucir esta particular insignia que tanto en los países escandinavos como en el Reino Unido crean los monarcas. Es por eso que, en un retrato pintado por el británico Tom Mulliner, el rostro de Federico decora uno de los laterales de su escote. Lo anterior, además de unos de los tesoros más preciados de la Corona danesa.

Mary Donaldson
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Concretamente, se trata del conjunto de esmeraldas que alberga el Tesoro del Castillo de Rosenborg y que están a disposición de la Reina con la única particularidad de que no pueden salir de Dinamarca bajo ningún concepto. Un juego de joyas de estilo neoclásico que diseñó el joyero C. M. Weisshaupcon allá por 1840, cuando el rey Christian VIII lo encargó para que lo luciese la reina Carolina Amalia en sus bodas de plata, cuya relevancia es extraordinaria. No solo por su valor dentro de la dinastía Glücksburg, sino por la particularidad de las piedras. En la tiara, también hecha en plata y diamantes, una gargantilla y unos pendientes. También un broche, aunque Mary ha preferido no incluirlo en su 'look' en esta ocasión. A la suma, un total de 2.650 diamantes y 67 esmeraldas se usaron para darle forma, que se dice pronto.

Letizia estuvo presente en la última 'aparición' de estas joyas

Aunque comprensible, resulta curioso que Mary haya optado por este 'set' de su nuevo joyero. Uno que los más observadores de las monarquías europeas habrán reconocido al vuelo, pues no hace tanto tiempo que se había sacado de su cofre para una fecha especial. Fue el pasado noviembre, justo cuando Letizia y Felipe se encontraban haciendo una visita oficial a Dinamarca, y todavía Margarita era Reina del país nórdico. La longeva monarca, ahora ya 'retirada', apostó por llevar este mismo conjunto durante una de las cenas de gala en palacio junto a Sus Majestades.

Margarita II, Letizia y Federico
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Una ocasión que la propia Letizia también aprovechó para sacar a relucir una de sus mayores 'armas'. Nunca mejor dicho, porque a la tiara Flor de Lis, no le faltan brillantes ni tamaño. Contiene 450 diamantes y diez perlas, algunas fuentes apuntan que está valorada en más de 50.000 euros y es una de las más grandes del 'joyero de pasar'. De esas que van de Reina en Reina, de generación en generación. Desde Victoria Eugenia, que la lució como regalo de bodas en 1906 después de que Alfonso XIII la encargase a Cartier, hasta doña Sofía, y luego ella. Y la próxima será Leonor, aunque no será hasta que suba al trono cuando podrá vestirla.