Es la gran bomba 'royal' de la semana. Harry ha vuelto al Reino Unido. Por poco tiempo, eso sí. El duque de Sussex, que ya hace años dejó atrás sus responsabilidades como miembro de la familia real y prefirió trasladarse a los Estados Unidos, ha tenido que regresar a su tierra natal. Con un motivo de peso, además, puesto que este viaje se ha debido a la celebración del aniversario de los Invictus Games. Esa competición deportiva que él mismo fundó y que ahora cumple 10 años. ¿Qué mejor que celebrarlo en el lugar donde creció?

La cuestión es que este evento ha coincidido en tiempo con una de las épocas más complicadas para la Casa Real británica. Después del dramático fallecimiento de Isabel II, parece que la salud de sus miembros se sigue resintiendo. No solo la de Carlos III, que el pasado enero y a sus 75 años hizo público que padece un cáncer. También la de Kate Middleton. Fue poco antes del final de marzo cuando, tras demasiadas semanas desaparecida, la princesa de Gales hizo el ejercicio de honestidad que el pueblo le reclamaba. Ella también tiene cáncer y es por eso que se ha apartado del foco público. No de su familia, claro está. La duda está en si Harry se acercará a visitarla.

Kate Middleton sabe a quién escuchar antes de verse con Harry

La coyuntura sería perfecta para ver a la duquesa de Cambridge y transmitirle su apoyo en este momento tan complicado. Lo sería, si no fuera porque la relación entre el menor de los hijos del Rey y el resto de la familia está totalmente rota. Es por eso que resultó tan sorprendente que fuese el propio Harry quien apostaba por viajar de forma exprés a Londres y ver a su padre tras saber de su enfermedad. No obstante, tampoco les dio para mucho la visita. Poco o nada más que 45 minutos estuvieron juntos en Clarence House. Pero estuvieron, que es lo importante. ¿Por qué no hacer lo mismo con Kate, pues?

Es evidente que no es lo mismo un padre que un cuñado, aunque la cercanía sea mucha de todos modos. La cuestión es que, a pesar de las rencillas, el trato del duque con el monarca, por poco que sea, no deja de nacer de un vínculo paternofilial. Ese afecto que siempre queda, cosa que con Guillermo parece imposible. La mala sintonía entre los hermanos es un hecho extensible a sus esposas, aunque Kate tendría claro cuál sería el único supuesto en el que accedería a verse con Harry. Al menos, así lo ha indicado Ingrid Seward a 'Mirror', porque aunque sea algo "poco probable", la posibilidad no es nula.

Kate, Meghan y Harry
GTRES

Tan sencillo como que "si el Rey se lo pide, ella lo hará". Una condición que pasa por encima del parecer del heredero y que presupone el deber que la princesa siente para con su suegro. Sea como fuere, y "siendo Carlos el alma sensible y comprensiva que es", no es este un gesto que se espere para "su adorada nuera". Al menos ahora, pues, como precisa la editora, "debe ser el momento adecuado, y ahora no lo es". No es fácil. Kate tiene que recuperarse y precisa sosiego y calma para reponerse durante el tiempo que dure tratamiento. El tiempo dirá.

Los planes de Harry en el Reino Unido, sin Meghan ni los niños

Evidentemente, si Harry se decidirá a ver a su cuñada no ha sido la única de las decisiones del duque que se ha puesto en entredicho. Desde el primer momento se presupuso que volvería a ver a su padre, pero parece que tampoco podrá ser. "Lamentablemente, no será posible debido al programa completo de Su Majestad. El duque, por supuesto, comprende el diario de compromisos de su padre y otras prioridades y espera verlo pronto", acabó confirmando su oficina de prensa. También se asumió que Meghan podría viajar con él, pero nada de eso. Su esposa se ha quedado con los niños al otro lado del charco, mientras él cumple con sus compromisos. Principalmente, y además de su visita a Armory Housee para una charla sobre los Invictus Games organizada por Louise Minchin, la misa conmemorativa del aniversario en la competición en la catedral de San Pablo.