Sabela, la inolvidable novia gallega del vestido de plumeti con mangas 'bubble' (y una bonita historia de amor)

Esta es una historia de primeras veces y segundas oportunidades. Cuando Vanessa Datorre ideó el vestido Eira, no imaginó que se convertiría en todo un icono de Boüret, la firma que fundó allá por 2010. Ya llevaba varias colecciones nupciales a sus espaldas, pero ese vestido novedoso, de corte romántico y juguetón, marcó un antes y un después en esta enseña que lleva por bandera la calidade incuestionable del sector textil gallego. Cinco años después de que Eira viera la luz, las novias que acuden al atelier de Datorre siguen dándole una segunda oportunidad.

Sabela es otra mujer que lleva Galicia en el corazón, aunque guarda recuerdos de juventud en un pequeño pueblo de León, de esos que presumen de veranos interminables, caras conocidas y fiestas con los de siempre. Conocía a Alberto desde que ambos tan solo levantaban unos cuantos palmos del suelo, lo que no imaginó por aquel entonces es que acabaría convirtiéndose en su primer amor. Dicen que el primer amor es el camino que no tomamos, el que hay que dejar marchar, pero esta historia también nos hace fantasear con la idea de que el destino tenía otros planes preparados para ellos: nueve años después de separarse, se dieron una segunda oportunidad.

Sus caminos se volvieron a cruzar en 2018, año en el que Boüret se consagró en la industria nupcial con Noneta, la colección a la que pertenece el vestido Eira. “Lo genial es que, cinco años después, sigue siendo una silueta maravillosa”, asegura Datorre. Lo genial es que, cinco años después, Sabela eligió ese vestido para casarse con Alberto.

“Me pidió matrimonio viendo un atardecer en Cobas, un lugar de Ferrol muy especial para nosotros”, nos cuenta la novia. Hablamos de un 26 de diciembre de 2020. Plena pandemia. Un día de invierno en el que la lluvia gallega concedió tregua para dejarles una estampa de película con el Cabo Prior de fondo. Debido a las restricciones, decidieron posponer su boda hasta 2023 y, en medio de la vorágine, se convirtieron en papás del pequeño Antón.

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tul de plumeti y mangas 'bubble'

 “Tenía clarísimo que llevaría un vestido de Boüret. Buscaba algo sencillo, pero especial”, reconoce Sabela. Eira es un diseño 2 en 1 que en su día fue toda una revolución, ya que no existían demasiados modelos que pudieran evolucionar a lo largo de la celebración. “Mezcla sensualidad y elegancia, algo bastante complejo de hacer y que me encanta conseguir. Diseñar un vestido ligero y fresco para la fiesta y un sobrevestido para la ceremonia, con los que tuvieras dos looks completamente diferentes, era todo un desafío y creo que lo logré”, nos cuenta Vanessa.

Hablamos de un delicado sobrevestido confeccionado en tul de plumeti ribeteado en algodón. Sus mangas ‘burbuja’ - bautizadas así en la industria de la moda por la semejanza que guardaban con las coletas bubble, tan famosas en aquel momento- son las auténticas protagonistas del look. “Hace cinco años, las mangas abullonadas eran todo un atrevimiento. Por suerte, a día de hoy esta tendencia está totalmente normalizada”, reconoce la diseñadora. Tan solo hicieron una modificación y eliminaron los drapeados de la espalda para dejarla un poco más abierta

un vestido 2 en 1

El secreto mejor guardado de Sabela se desveló aquella mañana del 2 de septiembre de 2023, en el que la lluvia volvió a conceder tregua tras una preboda pasada por agua. Fue una boda civil organizada por la Finca Montesqueiro y celebrada en el Pazo Libunca, en Narón. Hablamos de una casona que se desmarca de los tradicionales pazos de piedra de la zona con su imponente estética modernista de los años 20. Sabela se vistió allí, acompañada por sus padres, su tía Cristina y sus amigas, Lidia, Minia y Berta.

Tampoco faltó a la cita Marina, del Salón Marina Allegue, su peluquera de toda la vida que sabía perfectamente lo que Sabela necesitaba. “Me hizo un maquillaje muy natural y un recogido bajo como el que llevo habitualmente. Quería verme muy yo”, asegura esta ferrolana. Completó su look nupcial con unas sandalias de Saint Laurent y unos pendientes de M de Paulet. También llevó la pulsera de la pedida de su madre y un ramo de sencillas calas, de la floristería Médula de A Coruña, con gran valor emotivo.

“Estaba tranquila, recuerdo esos momentos previos muy felices, hasta que empecé a escuchar a lo lejos al grupo Smoke versionando una canción de Elvis Presley: mi futuro marido estaba llegando a la ceremonia. Ahí empezaron los nervios”, recuerda. Ese pellizco en el estómago se convirtió en emoción cuando Sabela entró del brazo de su padre. “Ver a Alberto con Antón en brazos fue un momento que no olvidaré jamás”. Aquellos instantes quedaron inmortalizados por el fotógrafo Dani Santalla y los videógrafos de Lobos.

La velada siguió amenizada por Smoke y continuó con Danny DJ en la fiesta. Ahí, precisamente, es cuando Sabela reveló su segundo look nupcial: el diseño lencero que llevaba por debajo, mucho más fresco y desenfadado, con aberturas, botones forrados y la espalda al aire. Tal solo necesitó añadir un choker de M de Paulet para poner el broche de oro al vestido de esta bonita historia de segundas oportunidades.