Las manos están continuamente expuestas a la vista de los demás y son una de las zonas que más delatan nuestra edad. A todas nos gustaría que nuestras manos “hablaran bien” de nosotras, pero es algo complicado cuando se exponen al frío, a la calefacción, al agua, al jabón, al tacto de todo tipo de materiales… Además de esto, a partir de los 30-35 años empiezan a ser visibles las consecuencias de los estragos del sol.
Tres zonas de ataque: arrugas, manchas y firmeza
Todas estas agresiones a las que se ven sometidas las manos a diario conducen a una sobrecarga de los sistemas de protección y reparación naturales de la piel, que se ven incapaces de restaurar su buen aspecto. Las manos “protestan” con tres síntomas muy evidentes, que son los que queremos combatir: las arrugas, las manchas y la pérdida de densidad.
Cómo frenar las arrugas
Con cosmética
Se consigue reforzando sus defensas y propiciando la formación de colágeno gracias a la cosmética más adecuada. Para combatir las arrugas y rehidratarlas, las más recomendables son las cremas de manos a base de colágeno. Otro activos que podemos tener en cuenta son el agua termal, la glicerina y el dexpantenol. En la galería te contamos cuál será la opción perfecta para ti.
Y en cabina
La radiofrecuencia bipolar sigue siendo actualmente una de las mejores tecnologías para suavizar las arrugas y frenar el envejecimiento de la piel. Esta energía penetra en la piel y, de forma selectiva, calienta el tejido cutáneo, donde se localizan las fibras de colágeno. Este proceso de calentamiento provoca precisamente la contracción inmediata de estas fibras, acelerando su metabolismo y, por lo tanto, la producción de colágeno y de nuevas fibras de elastina. El resultado: la contracción de las capas cutáneas hace que la piel se vuelva más lisa, con un aspecto más saludable y rejuvenecido.
Eliminar las manchas
Con cosmética
Las cremas para acabar con la hiperpigmentación de las manos –consecuencia del sol o de alteraciones hormonales–, así como para unificar el tono de su superficie, deberían contener inhibidores de la melanina, que aclararán las manchas. Los mejores activos de este tipo son: el ácido kójico, la arbutina y la hidroquinona. Este último principio debería ser prescrito por un dermatólogo.
Y en cabina
El láser es la mejor técnica para acabar con los lentigos solares, también conocidos como manchas de la edad. La luz del láser destruye las células con un exceso de pigmento sin dañar el tejido circundante, y así se elimina por completo la mancha.
Recuperar la densidad
Con cosmética
Para acabar con la flacidez, perpetuar la actividad de los fibroblastos y conseguir un aspecto saludable, es necesario aportarles principios activos como el té verde y vitaminas C y E, que son excelentes agentes antioxidantes y protectores, o la queratina, que ayuda a fortalecer las uñas y las cutículas.
Y en cabina
Las microinyecciones con ácido hialurónico, colágeno o vitaminas ayudan a engrosar la piel de las manos, que se va haciendo más fina con la edad, sobre todo a partir de los 50 años. No tienen ningún efecto secundario, ya que el material de relleno, que es biodegradable y biocompatible, se inyecta bajo la superficie de la piel, donde se ha perdido la grasa, y esta lo va reabsorbiendo a lo largo de los meses.
Buenos hábitos
- ¡Muévelas! Las manos están acostumbradas a hacer siempre los mismos movimientos, que a veces son muy limitados. Por eso, ejercitarlas con sencillos gestos aumentará su belleza e incluso les proporcionará mayor expresividad. Apretar una pelota antiestrés también ayuda a mejorar la circulación y agilidad de las manos.
- Evita mojarlas demasiado. Si tienes que fregar a mano, ponte siempre guantes. Si te las lavas a menudo por tu trabajo, usa un jabón suave de pH 5,5 (similar al pH fisiológico de la piel) y sécalas muy bien, insistiendo entre los dedos. Y, sobre todo, no olvides ponerte crema después.
- Usa cremas específicas para manos. Sobre todo si tienes la piel sensible porque, a diferencia de otros cosméticos hidratantes (faciales o corporales), tienen un pH fisiológico neutro y contienen sustancias que ayudan a reconstruir su manto protector, bastante más fino que en otras zonas del cuerpo.
- Una cura intensiva cuando estén secas y estropeadas. Aplícate una capa generosa de crema de manos muy nutritiva (con manteca de karité, por ejemplo) y ponte unos guantes finos de algodón. Cuanto más tiempo, mejor. Si las tienes agrietadas, decántate por la rosa mosqueta o el áloe, activos muy cicatrizantes.