La quinoa es un pseudocereal muy rico en proteínas y estas son de gran valor biológico porque tienen todos los aminoácidos esenciales. Dicho de otra manera, la quinoa es de los pocos alimentos vegetales que contienen proteínas completas. Así, si la haces con verduras, tienes un plato completo, no hace falta carne o pescado.
Si te gusta su sabor, puedes sustituir cualquier cereal integral por la quinoa. Contiene 6 g de fibra por 100 g, es rica en hierro y magnesio. Este alto porcentaje de fibra provoca un efecto saciante que la hace idónea en dietas de adelgazamiento.
Además, la quinoa carece de gluten, lo que la convierte en una muy buena opción para celíacos. No tiene colesterol y es rica en litio, lo que puede contribuir a un mejor estado de ánimo.
Se prepara como cualquier cereal y admite las mismas combinaciones: en ensaladas, sopas, acompañamientos e incluso pueden hacerse palomitas o utilizar su harina.
¿Qué pasa si como quinoa de noche?
No pasa nada, puedes incluir la quinoa en tus cenas de la misma manera que lo harías con cualquier hidrato de carbono. Según las indicaciones del Plato de Harvard, los hidratos de carbono, en este caso la quinoa, no deberían ocupar más de 1/4 de tu plato.
¿Qué cantidad de quinoa se debe comer al día?
Como decíamos, trata a la quinoa como a cualquier otro cereal. Procura que no sobrepase más de un cuarto de tu plato.
¿Qué tiene más calorías la quinoa o el arroz?
Ambos cereales rondan las mismas calorías, y es que 100 g de quinoa cocida aportan 143 kcal frente a las 130 kcal que aportan 100 g de arroz blanco cocido.