Primeros síntomas de embarazo antes de la regla

¿Crees que puedes estar embarazada? Puede ser que estés experimentando sensaciones diferentes a las de un ciclo menstrual habitual, pero no estás segura de si son síntomas de embarazo o no. Cada mujer es diferente y pocos síntomas son universales. Así que si tu hermana o tu mejor amiga pasaron su embarazo sin una sola náusea, puede que tú te pases todo el día haciendo viajes al baño y vomitando hasta el día del parto.

Los síntomas de embarazo más comunes

“Muchas manifestaciones normales de la adaptación de nuestro cuerpo al embarazo se reconocen con facilidad y son importantes para su diagnóstico”, explica la doctora Sonia Baulies, de Dexeus Mujer. Estos son los síntomas de embarazo más habituales que puede experimentar una mujer en las primeras semanas de gestación.

1. Dolor en los pechos. Cualquier roce en los pechos resulta molesto o, aunque no duelan, los notas más sensibles. “Como consecuencia de la acción hormonal (los estrógenos, la progesterona y la prolactina) desde las etapas más precoces del embarazo las mamas pueden presentar hipersensibilidad, en forma de hormigueos, dolor y tensión”, explica la doctora Baulies. La sensibilidad extrema no seguirá aumentando a lo largo del embarazo.
2. Más ganas de hacer pipí. Se trata de uno de los síntomas de embarazo estrella. “Al principio, el efecto del útero sobre la vejiga puede ocasionar un aumento de las veces que vas a orinar”, explica la doctora. De hecho, el útero empieza a comprimir la vejiga, con lo que su capacidad disminuye y la sensación de tener que orinar aumenta. El volumen sanguíneo también crece y los riñones tienen más trabajo. Además, las hormonas del embarazo hacen que la vejiga se relaje y su capacidad para vaciarse por completo es menor. Conforme avanza la gestación, los viajes al baño no cesan. Si se tiene infección de orina, por otra parte, también es habitual tener muchas ganas de hacer pipí.
3. Náuseas y vómitos. Se las conoce como las náuseas matutinas, ya que comienzan por la mañana y mejoran en unas horas. Suelen desaparecer a las 12 semanas. “Su causa es desconocida, pero parece tener relación con niveles altos de la hormona gonadotropinacoriónica (HGC) u hormona del embarazo, por lo que son más intensas en embarazos múltiples”, dice la doctora. Algunas náuseas van acompañadas de vómitos y otras no. Es un síntoma de embarazo bastante típico asociado a las alteraciones digestivas. La mayoría de las embarazadas pasan por los mareos y los vómitos, pero hay un 25% de afortunadas que no los experimentan.
4. Más saliva de la normal. La sialorrea o aumento de la salivación suele ir ligada a las náuseas. Es un síntoma de embarazo muy desagradable, especialmente entre las mujeres que también sufren mareo matutino. Es completamente inocua y, aunque tiende a desaparecer en los primeros meses, hay mujeres que tienen sialorrea hasta después del parto. Como remedios, lavarse los dientes a menudo y hacer gárgaras suelen funcionar.
5. Sabor metálico. Es un efecto secundario bastante común del embarazo, aunque no se suele hablar mucho. Se puede atribuir a las hormonas. Una de las funciones de las hormonas es controlar nuestro sentido del gusto. Cuando están revolucionadas –al tener la regla o con el embarazo– el sentido del gusto se resiente. El gusto metálico es desagradable y persistente, pero suele desaparecer en el segundo trimestre del embarazo.
6. Aumento de la temperatura corporal. Antes de ovular, la temperatura basal suele moverse entre 36,5ºC y 36,7ºC. Cuando empieza el periodo fértil, dos o tres días después de la ovulación, aumenta hasta ponerse un poquito por encima de los 37ºC. Si este aumento de temperatura se mantiene durante más de 18 días seguidos, es probable que estés embarazada.Para tomarse la temperatura hay que hacerlo cada día a la misma hora, justo al despertarse, antes de levantarse de la cama, sin haber hecho ningún esfuerzo. Es mejor tomarla en el ano o en la vagina, en la axila puede ser poco exacta.
7. ​Cansancio y sueño. Es habitual sentir un cansancio intenso ante las actividades diarias. Todo resulta más pesado de hacer. Tener más sueño también es muy común en las embarazadas, a quienes les cuesta más de lo habitual despertarse por la mañana. “El cansancio y el sueño en el embarazo ocurren por alteraciones hormonales, efecto de la progesterona que actúa directamente en los sistema nervioso céntrico y en los sistemas respiratorios y cardiovascular. Estar cansada también es un síntoma del inicio del embarazo que, habitualmente, desaparece en el segundo trimestre, pero regresa al final”, destaca la experta.
8. Inflamación y dolor abdominal. “El embarazo puede causar molestias abdominales, sobre todo en la parte inferior y recuerda al dolor de menstruación”, explica la doctora Baulies. La intensidad, en cambio, no es tan elevada como la que se siente con la regla. Durante el embarazo, el útero sufre cambios y da lugar a las llamadas contracciones uterinas que suelen ser leves al principio o, en algunos casos, derivar en cólicos. También, como síntoma de embarazo, se puede tener una sensación de pesadez en la parte inferior del vientre y una leve hinchazón abdominal. Seguramente, estarás notando que los vaqueros no te abrochan tan bien como antes.
9. Cambios en los pechos. Es uno de los síntomas de embarazo más evidentes. Con el embarazo, los cambios en las mamas suelen ser más pronunciados que los que se sienten antes de la menstruación. Los pechos aumentan su tamaño, ya que se están preparando para la futura lactancia; las areolas se hacen más grandes mostrando una pigmentación más intensa y el pezón está hipersensible. De hecho, a partir del segundo mes del embarazo, las mamas aumentan de tamaño y se vuelven nodulares. A medida que crecen, se puede observar unas finas venas a través de la piel de los pechos. Es la llamada red venosa de Haller. “De todas formas, no es hasta más adelante que pueden observarse pequeños nódulos o elevaciones dispersas por toda la areola, las glándulas de Montgomery, que son glándulas sebáceas sobredesarrolladas”, comenta la doctora Baulies.
10. Inestabilidad emocional y cambios de humor. “Los cambios de humor severos durante el embarazo, especialmente en el primer y tercer trimestre, son muy similares al síndrome premenstrual”, aclara la especialista. Los niveles de hormonas aumentan, sobre todo, al inicio de la gestación, cosa que influye también en el nivel de los neurotransmisores, sustancias encargadas de controlar nuestras emociones. La sensación de montaña rusa emocional está presente como síntoma de embarazo. Se pasa de la tristeza a la euforia y la melancolía con mucha facilidad.
11. Sangrado vaginal. Se pueden tener ligeras pérdidas cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero, entre cinco y diez días después de la concepción. “Son pequeños sangrados de implantación”, dice la doctora. Pero menos del 30% de las mujeres los experimenta. A veces, la mujer solo se ve ese sangrado al limpiarse tras orinar. “Si las manchas son de color rosadas o marronáceas y con una cantidad escasa, pueden ser normales al principio del embarazo”, comenta.
12. Vértigos y mareos. “Son debidos a la mayor hipotensión postural”, comenta la doctora Baulies. Como el sistema circulatorio se expande rápidamente durante el embarazo, la presión arterial tiende a bajar. Esto es normal, y la presión arterial vuelve al nivel previo de la gestación tras el parto. En estos casos, añade la especialista, “recomendamos la realización de ejercicio moderado, movimientos de las extremidades, evitar cambios bruscos de posición, lugares excesivamente concurridos y largos periodos de ayuno”. Es importante beber agua para estar hidratada.
13. Dolor de cabeza. Al inicio del embarazo, debido al repentino aumento de las hormonas, se pueden tener dolores de cabeza. Normalmente este dolor es leve aunque persistente y, como es comprensible, muchas veces la mujeres pueden no asociarlo al embarazo.
14. Asco y sensibilidad a olores y comidas. El olfato está más agudizado en las embarazadas debido a las hormonas progesterona y estrógenos. Cualquier aroma, por pequeño que sea, se magnifica, sobre todo los desagradables. El sentido del olfato y el del gusto van asociados, de ahí que haya comidas –incluso aquellas que tanto gustaban antes– que ahora generen asco. Esta hipersensibilidad olfativa también puede empeorar las náuseas. Este síntoma de embarazo es muy irregular, ya que durante la gestación puede ir variando. Rodearse de olores agradables es clave para que este síntoma de embarazo no termine por ser insoportable.
15. Cambios en la piel. Las primeras semanas de embarazo la piel puede tener un exceso de grasa y, debido a los cambios hormonales, tener acné. Sin embargo, el cambio en la piel más característico es el aumento de la pigmentación, muy evidente en la línea alba del abdomen. En la cara también pueden aparecer pequeñas manchas llamadas cloasmas, centrados en la frente, pómulos y nariz, pero que desaparecen tras el parto. En el abdomen, por distensión de la piel, pueden aparecer estrías. Aunque estos últimos cambios suelen darse cuando el embarazo está más avanzado.
16. Retraso en la regla. "Todo retraso de periodo igual o superior a 10 días después de la fecha que tocaba en una mujer sana en edad reproductiva que hasta entonces ha tenido ciclos regulares y espontáneos es muy sugestivo de embarazo”, remarca la doctora. Los cambios hormonales que se originan como consecuencia del embarazo impedirán que se presente una nueva menstruación. Aunque la especialista advierte: “La falta de la menstruación puede estar determinada por varias causas como cambios ambientales y enfermedades crónicas”. El retraso o ausencia de regla también puede ser causado por estrés, por ejemplo.

Algunos de los síntomas de embarazo expuestos en este post pueden deberse a otras causas ligadas a la salud femenina como el síndrome premenstrual, el estrés o enfermedades crónicas. Tener dolor de cabeza, molestias digestivas o más ganas de ir al baño a hacer pipí no son sinónimo de que vayas a ser madre. Pero si has tenido relaciones sexuales sin protección o estás sometiéndote a un tratamiento de reproducción asistida y experimentas algunas de estas posibles señales de embarazo, es recomendable que acudas pronto al especialista y salgas de dudas.

¿Cómo se produce el embarazo?

La mayoría de mujeres ovulamos aproximadamente a mitad del ciclo. Si tus ciclos menstruales son de 28 días, tu ovulación se da 14 días después del primer día del período menstrual anterior. Con un ciclo de 32 días, seguramente se ovula cerca del 18 día del ciclo. En estos días te encuentras en periodo fértil y es más fácil lograr un embarazo. Esto no quiere decir que si practicas sexo sin protección justo antes o después de que te venga la regla sea imposible que te quedes embarazada, simplemente que es más improbable.

La fecundación se produce cuando un óvulo y un espermatozoide se unen y dan lugar a un cigoto o embrión. Esto pasa en las trompas de Falopio de la mujer, y para que ocurra es indispensable que la producción de óvulos y espermatozoides sea correcta, que las trompas de Falopio y el útero se encuentren en buen estado y que el coito se realice en el momento adecuado. Cuando un espermatozoide consigue penetrar el óvulo, se produce de inmediato un bloqueo que impide que puedan entrar otros. A partir de ese momento, el óvulo fecundado sufrirá una serie de cambios que tienen como finalidad la creación y el desarrollo de un embrión.

El embrión va bajando por las trompas de Falopio hasta la cavidad uterina y llega al útero, su destino final, aproximadamente al cuarto-quinto día de haber sido fecundado, y entre el sexto y el 14º día se produce su nidación o implantación.

¿De cuántas semanas podrías estar?

Para poder calcular bien cuándo aparece el síntoma es importante saber que los embarazos se cuentan en semanas, siendo la semana uno la primera semana tras la última regla. Por eso, las mujeres nos solemos enterar de que estamos embarazadas alrededor de la semana cuatro o cinco, que es cuando nos tendría que haber venido la siguiente regla.

Las pruebas de embarazo y cómo funcionan

Si crees que estás embarazada, seguro que recurres a los test de embarazo de venta en farmacias. Estos test miden la presencia en la orina de la hormona hCG que se produce durante la gestación. Los expertos aconsejan hacerse la prueba por la mañana, ya que esta hormona se encuentra más concentrada en el primer pipí. El uso de este método –formado por un stick y una pantalla en la que se muestra el resultado– es muy sencillo. Se orina en un recipiente limpio, se pone el stick del test en contacto con el pipí durante unos segundos y se deja el test en una superficie plana. El resultado es visible a los pocos minutos. Si salen dos rayas es positivo y si sale una, la conclusión es que es negativo o todavía es muy pronto para detectarlo. Si esta prueba dice que no estás embarazada puedes repetirla unos días después. Si el resultado vuelve a ser negativo y no tienes aún la menstruación, siempre es mejor acudir a tu ginecólogo. Y si es positivo por descontado que es recomendable concertar una visita.

Además de los test de embarazo que puedes hacer en casa, existen otras pruebas más precisas, como elanálisis de sangre. Este método –que mide los niveles de la hCG en sangre– le servirá a tu ginecólogo para confirmar o descartar tu estado y obtener más información sobre tu salud y la del futuro bebé, en caso de que lo esperes.

Al final, la prueba definitiva es el diagnóstico por ecografía, un último paso para ver claramente si vas a ser mamá.

¿Qué tengo que hacer si no me quedo embarazada?

En ocasiones, el embarazo llega por sorpresa, sin planearlo o incluso antes de lo que te esperabas. Otras veces, pasan los meses y no se produce la concepción. Según Paula Camarós, matrona, consultora de lactancia certificada y acaba de publicar el libro El poder de crear vida (Ed. Planeta), si te planteas buscar tu primer embarazo o llevas tiempo intentándolo y no lo consigues, es recomendable que pidas cita con tu matrona o ginecóloga para una primera visita preconcepcional. Lo más probable es que te haga una exploración física y te pida una citología y una analítica para conocer tu estado de salud.